Opinión

El impacto del bienestar sanitario en la productividad laboral

El impacto del bienestar sanitario en la productividad laboral

José Enrique Aguilar

9 ene 2024

El bienestar sanitario constituye un nuevo paradigma orientado a mejorar la experiencia del usuario y del profesional en los centros de salud, a través de la contribución de los servicios no asistenciales. Esta concepción del ‘bienestar’ abarca desde la calidad del entorno de trabajo y de recuperación del paciente, pasando por la formación y el crecimiento del personal asistencial y no asistencial, así como a la salud física y emocional de los profesionales de la salud y, por supuesto, al bienestar de los pacientes.

 

A pesar de que los servicios no asistenciales pueden haber sido percibidos como secundarios o accesorios, en parte debido a que son actividades de soporte a la actividad principal, se trata de un conjunto de prácticas que son determinantes para el buen funcionamiento de cualquier centro de salud. Así, los servicios de limpieza, ingeniería, arquitectura y diseño, mantenimiento, logística interna o gestión de residuos, entre otros, acaban teniendo un impacto directo en la calidad de la atención que se brinda, ya que contribuyen a la creación y mantenimiento de espacios más seguros, confortables y eficientes.

 

Para fomentar este bienestar, los entornos de trabajo deben ser más agradables y humanizados, mejorando la experiencia del paciente, así como la motivación y el desempeño de quienes trabajan en estos centros. Para lograrlo, hay que impulsar una estrategia que comienza con la planificación en la construcción de los centros sanitarios o con la transformación de los ya existentes.

 

Este enfoque implica considerar factores como la disposición de los espacios, la iluminación, la ventilación y la incorporación de elementos que humanicen el entorno, que favorezcan la cercanía y empatía hacia el usuario, a través de recursos que transformen la cultura de los servicios sanitarios en una asistencia personalizada, poniendo el foco en las necesidades y salvaguardando la salud emocional de los pacientes y familiares, así como de los profesionales asistenciales y no asistenciales.

 

En este contexto, impulsar la motivación del personal no asistencial es esencial. Por este motivo, hay que poner en marcha iniciativas orientadas a ofrecerles una visión más transversal de su labor dentro del sistema y potenciar su eficacia mediante la especialización. Además, si el profesional de los servicios no asistenciales toma conciencia de la importancia de su trabajo y de la repercusión que su intervención tiene en la recuperación del paciente, favorecerá un mejor clima laboral, potenciando el propósito como elemento clave en el desempeño de su trabajo.

 

Esta mejora de la motivación de los trabajadores no asistenciales puede basarse en tres acciones concretas. En primer lugar, mediante talleres y sesiones formativas en los que el personal asistencial participe, para transmitirles la importancia de las labores que realizan en la cadena de valor del sector sanitario. De esta forma, se les muestra que el trabajo no asistencial contribuye a la recuperación de los pacientes, mejora la estancia de las familias y optimiza los procesos asistenciales.

 

La segunda acción se enfocaría en promover su formación y capacitación para facilitar su crecimiento profesional en este ámbito. Finalmente, la tercera actuación se centraría en la creación de equipos multidisciplinarios que involucren al personal no asistencial en la mejora continua de los procesos. En definitiva, la participación de todos los miembros del equipo, independientemente de su función, en la toma de decisiones y la resolución de problemas, puede impactar positivamente en el funcionamiento general y eficiencia del centro sanitario.

 

En este sentido, se observa una creciente necesidad de crear un plan de formación estratégico que incluya y mejore la integración del personal no asistencial en el sistema, optimizando los recursos y aumentando la eficacia en los procesos. Además, este enfoque contribuirá a que se sientan parte del equipo, lo que reforzará su compromiso, su motivación y, por ende, su productividad.

 

Por todo lo indicado, el bienestar sanitario no solamente tiene un impacto positivo en la atención médica y la experiencia de los pacientes, sino que también es fundamental para la motivación y la productividad de los trabajadores no asistenciales.

 

La creación de entornos agradables, el fomento de la formación multidisciplinar y la integración de los equipos son pasos clave para lograr un sistema de salud más eficiente y satisfactorio. La inversión en el bienestar sanitario es una inversión en un sistema de salud más fuerte y sostenible y, por lo tanto, un refuerzo necesario para asegurar su impulso a medio y largo plazo.

José Enrique Aguilar

José Enrique Aguilar

José Enrique Aguilar es director de la División de Sanidad en ISS desde el año 2020. Durante los cinco años anteriores, ocupó el cargo de district manager en esta misma compañía especializada en integración de servicios y workplace. Antes de incorporarse a ISS, Aguilar acumuló experiencia en diversas posiciones directivas relacionadas con la gestión de Facility Services. Es licenciado en Ingeniería Industrial y cuenta con un MBA por Esade y un PDG por Iese.