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Alejandro García (Pangaea): “El Covid-19 producirá una mejora de las condiciones de financiación pública en el ‘biotech’ español”

El director general corporativo de Pangaea Oncology explica el papel de las compañías biotecnológicas en la lucha contra el Covid-19, destaca el mayor interés de los inversores y el futuro del sector tras la pandemia.

D. Punzano

24 sep 2020 - 04:58

Alejandro García (Pangaea): “El Covid-19 producirá una mejora de las condiciones de financiación pública en el sector biotecnológico español”

 

Alejandro García, director general corporativo de Pangaea Oncology, repasa la evolución del sector biotecnológico en los últimos años y el papel que juega en la actualidad en la lucha contra el coronavirus. García asegura que la pandemia ha incentivado el interés de los inversores en compañías biotecnológicas y que producirá en el futuro mejoras en las condiciones de financiación por parte de las administraciones públicas.

 

Pregunta: ¿Cómo define el sector biotecnológico y su relación con el inversor?

Respuesta: Es diferente a otros sectores sanitarios. Se tienen que establecer unos nexos de mucha confianza entre los inversores privados con las compañías biotecnológicas y de healthcare. Es un sector de largo plazo. El inversor generalista tiene cabida en este sector, pero quizá tiene más cabida en momentos como el actual por el Covid-19. Se ha convertido en un sector de moda. No obstante, los inversores tradicionales creen en el negocio desde sus inicios y son inversores muy a largo plazo porque estiman, como todos los sectores en el que la investigación y desarrollo es un componente tan importante, que pasarán muchos años hasta generar rentabilidad.

 

P.: ¿Por qué ha aumentado tanto en los últimos años la inversión de capital riesgo en biotecnología en España?

R.: Antes eran las industrias farmacéuticas las que invertían más en investigación y desarrollo. Hubo un cambio en el modelo, ya que antes las grandes industrias farmacéuticas entraban en la última parte del proceso. Los inicios los llevaban a cabo pequeñas empresas biotecnológicas que generaban la idea y desarrollaban los primeros procesos. De esta manera, las industrias farmacéuticas mostraban su interés a partir de un ensayo clínico de fase III, en el que se identifica una posible viabilidad, para reducir el riesgo y entraban en fases más rentables. Esto para las pequeñas compañías generaba un interés creciente y ha permitido crear un tejido empresarial de investigación muy potente de pequeñas empresas y muy concentradas en Barcelona y Madrid.

 

P.: ¿Es España un buen lugar para el desarrollo de compañías biotecnológicas en comparación con otros países de Europa?

R.: España es un buen marco para llevar a cabo actividades de desarrollo en compañías biotecnológicas y de healthcare. Las herramientas de financiación tanto públicas como privadas ayudan en gran medida al desarrollo del tejido empresarial. Somos un país en el cual la aportación que realiza España en investigación y desarrollo en términos macroeconómicos dista de grandes países, pero en número de compañías o en volumen de inversión realizada no es nada desdeñable. Son niveles que se incrementan de forma anual en gran parte porque el sector privado ha visto que es un sector interesante, que las cosas se hacen bien y que a la larga se generan rentabilidades muy interesantes. Las compañías han identificado un tejido empresarial muy potente.

 

 

P.: ¿Cuál será la tendencia en los próximos años de las empresas del sector sanitario en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)?

R.: El mercado alternativo español es una herramienta muy útil de financiación y para impulsar el crecimiento. El hecho de estar cotizado te permite acceder a una financiación a la que otras empresas no cotizadas no tienen acceso. Los grandes inversores tienen un abanico más de compañías sobre las que invertir en base a una rentabilidad futura. El problema del MAB es la liquidez de las empresas. La mayoría de las compañías que cotizamos allí tenemos una liquidez baja. En el caso de que un inversor quisiera salir, lo tendría difícil. Ahora bien, el inversor muestra más interés en compañías biotecnológicas. La tendencia se mantendrá, sobre todo condicionada por la situación actual. El Covid-19 está causando estragos y está focalizando el interés de los grandes inversores en aquellas compañías que de alguna manera estén luchando contra la enfermedad.

 

P.: ¿Se ha incentivado la inversión en el sector biotecnológico español en los últimos años?

R.: Se ha incentivado gracias a un cambio de modelo. En el año 2019 la inversión pública aumentó, pero desgraciadamente en los tramos no reembolsables se vieron reducidas. Que disminuya la cantidad a fondo perdido lastra un poco la capacidad de generar más riqueza para la empresa. Hoy en día, con el efecto de la pandemia se han habilitado nuevas líneas de financiación y ha cambiado el paradigma. La lucha contra el cáncer también ha generado y sigue generando mucho interés porque tiene una incidencia elevadísima. Es tan a largo plazo, que el componente de financiación no reembolsable debería ser mayor de lo que las administraciones públicas están facilitando. La situación actual acabará produciendo una mejora de estas condiciones.

 

P.: ¿Qué papel juega el sector biotecnológico dentro de la lucha contra el coronavirus?

R.: La investigación es clave en la lucha contra el Covid-19. Tenemos una información relativamente escasa y nos debe servir para saber cómo plantear la lucha contra el mismo. Es clave desarrollar técnicas que permitan identificar las particularidades de esta enfermedad. Todo el mundo está trabajando en conocer en mayor medida la enfermedad para ser más efectivos y eficientes en su tratamiento. Cuando llegue la vacuna, cuanta más información tengamos, más efectiva será. Todos los ensayos clínicos que están en marcha, tengan o no éxito, nos darán más información.

 

 

 

P.: ¿Cuál será la situación del sector biotecnológico tras el Covid-19?

R.: Ahora ha dado un golpe en la mesa. Con el esfuerzo de todos, habremos sido capaces de erradicar una pandemia que se nos vino de improviso encima. Es un daño al conjunto del mundo que parecía inasumible, pero con la incidencia del propio sector biotecnológico, si en un año y medio somos capaces de erradicar una enfermedad con un peso tan importante será un éxito. Esto demostrará que las empresas biotecnológicas y del sector salud saben trabajar bien y conseguirán un éxito mundial.

 

P.: ¿Qué oportunidades en el ámbito de la digitalización se pueden encontrar en el sector biotecnológico?

R.: Una oportunidad es el big data, el análisis de los datos históricos en función de tratamientos como, por ejemplo, en pacientes oncológicos es un elemento que a futuro va a tener mucha incidencia. Especialmente, información de enfermedades tan extendidos. El hecho de ser capaces de generar modelos predictivos o reactivos en función de la información serán elementos críticos a futuro. Es un nicho de mercado muy interesante.

 

P.: ¿A pesar del crecimiento del sector biotecnológico, qué problemas ha encontrado para no despegar hasta hace poco?

R.: El conjunto de la economía sufrió con la crisis de 2008. Teníamos que cambiar de alguna manera el modelo productivo de nuestro país y no centrarlo en modelos tradicionales. Fue el primer elemento que cambió la dinámica del sector. El afloramiento de compañías se produjo con posterioridad a la primera de las crisis que azotó a España. La crisis hizo que mucho personal que estaba trabajando en el exterior replanteara el modelo. Teníamos que cambiar el modelo productivo de este país y apostar más por la ciencia, tecnología, investigación y desarrollo. Fue el caldo de cultivo del tejido empresarial del sector biotecnológico de la actualidad.