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Cinta Pascual (Acra): “Es imposible hacer frente al Covid-19 con los precios actuales”

La presidenta de la Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (Acra) cree que España está reconstruyéndose “dejando de lado a nuestros mayores”.

A. Escobar

21 may 2020 - 04:57

Cinta Pascual (Acra): “Es imposible hacer frente al Covid-19 con los precios actuales”

 

Cinta Pascual, diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Barcelona, es también presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas (Ceaps) y miembro del comité ejecutivo de Foment, además de gerente de L’Onada Serveis. La directiva opina que cuando el sistema sanitario está tensionado y falla, en el momento más álgido de la crisis, a quien no se atiende es a los mayores.

 

Pregunta: ¿El coronavirus supone un antes y un después para el negocio de las residencias de mayores?

Respuesta: Ha supuesto un antes y un después, pero para toda la economía e incluso en nuestra forma de vivir y el día a día. En nuestro sector, nos cambia toda la dimensión, nuestra organización interna desde arriba hasta abajo.

 

P.: ¿Cómo vislumbra el día D?

R.: Para nosotros no va a haber un día D hasta que no haya una vacuna para las personas mayores. Ahora estamos haciendo frente a una desescalada en los centros, a una falsa normalidad, y para eso se requiere más ratio de personal, Epis y servicios sanitarios garantizados. No podemos relajarnos porque el Covid-19 puede volver en otoño.

 

P.: ¿Se institucionalizarán más los centros geriátricos?

R.: Se ha culpabilizado y criminalizado un sector porque constantemente se habla de muertes y residentes. Además, en la comisión de reconstrucción que se ha hecho en el Congreso de los Diputados se ha dejado fuera al sector de la dependencia. La gente no tiene conocimiento de qué es una residencia y no sabe perfectamente cuáles son los cuidados de larga duración, teniendo en cuenta, además, que España está a la cabeza en esperanza de vida. Estamos reconstruyendo el país dejando de lado a nuestros mayores, nuestros padres y madres. Lo que está claro es que el Covid-19 no llama al timbre y te pregunta: oiga, ¿esto es público o privado?

 

 

 

 

P.: ¿La industria privada de las residencias se verá obligada a rebajar precios para poder continuar siendo competitiva?

R.: Al contrario. Hay que subirlos; es imposible hacer frente al Covid-19 con los precios actuales. Es que están por debajo del coste en muchas comunidades autónomas. De hecho, hay regiones donde el precio es de alrededor de 1.500 euros. Es que lo que hay que decir claro y alto es que nuestros profesionales merecen cobrar más.

 

P.: ¿Vamos encaminados hacia un periodo donde lo normal será estabilizar la cartera que emprender nuevos proyectos en residencial?

R.: Tiene que haber más dinero para dependencia, pero por una sencilla razón: en treinta años la gente dependiente se va a duplicar. Hay personas con demencias avanzadas que necesitan ser atendidas, el mundo no se ha parado, y la demanda es patente.

 

P.: ¿Esta crisis impactará en la demanda de los activos residenciales?

R.: Hay listas de espera larguísimas. El sector ya tenía del orden de 900.000 bajas al mes antes del Covid-19.

 

 

 

 

P.: ¿A partir de ahora habrá una concentración de empresas en el sector?

R.: La concentración viene de lejos, si es cierto que la entrada de grupos franceses en España es cada vez más grande. Creo que va a continuar igual una vez superada la crisis, quizás con un poco más de calma. Hay que ver también que se pone en duda la viabilidad de residencias más pequeñas, con hasta 25 ó 30 plazas.

 

P.: ¿Una calma de poca duración?

R.: Es fundamental hacer un debate serio para definir los servicios que queremos prestar a nuestros mayores. Cuando el sistema sanitario está tensionado y falla, en el momento más álgido de la epidemia, a quien no se atiende es a este colectivo.

 

P.: ¿Pueden surgir alternativas a los centros residenciales que haga frente a este mercado?

R.: Hay que desarrollar una cartera de servicios de dependencia y profundizar más en este tipo de plataformas que las propias residencias pueden hacer.

 

P.: ¿Es partidaria de medicalizar las residencias?

R.: No nos tenemos que convertir en hospitales. Lo que tiene que haber es un servicio sanitario que sea complementario, una historia clínica compartida o incluso tener derecho a que desde la atención primaria puedan enviar enfermeros para ver a los residentes. Son servicios básicos, simplemente.