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Concentración, camino sin retorno para avanzar en la profesionalización de la salud

El primer PlantaDoce Meets contó con la participación de Jaime del Barrio (EY), Javier Martín (Vitaldent), Jorge Fernández (Otsu), Javier Echevarría (Veritas), David Medina (Policlínica), Ramón Berra (Miranza) y Ángel Fernández (Merck).

PlantaDoce

11 abr 2022 - 04:56

Concentración, tecnología y regulación, PlantaDoce celebra su primer ‘meets’

 

Más concentración empresarial para avanzar en la mejora de los servicios de salud, un proceso en el que se tienen que vencer resistencias culturales y una regulación ineficiente y en el que la relación con las compañías aseguradoras es clave. Son algunas de las conclusiones del primer PlantaDoce Meets, que la semana pasada dio el pistoletazo de salida a un ciclo de encuentros privados organizados por PlantaDoce con motivo del quinto aniversario de la publicación.

 

El encuentro contó con figuras como Jaime del Barrio, senior advisor del sector salud en EY; Javier Martín, consejero delegado de Vitaldent; Jorge Fernández, vicepresidente del grupo Otsu; Javier de Echevarría, consejero delegado de Veritas; David Medina, gerente en Grupo Policlínica; Ramón Berra, director general de Miranza, y Ángel Fernández, ex presidente y director general de Merck-MSD en España.

 

Una mayor concentración será, según señalaron los participantes, un proceso que continuará, y que tiene una naturaleza eminentemente económica y organizativa: la Organización Mundial de la Salud (OMS), recordó Del Barrio, señala que el 40% de lo que hacen los sistemas nacionales de salud es ineficiente.

 

 

 

Ante esta realidad, en España el sector privado lleva años de crecimiento, mientras que los sistemas públicos avanzan en sentido contrario, apuntó el experto de EY. Antes del estallido de la pandemia la concentración ya era un hecho y “el Covid-19 sólo ha hecho que acelerarla”, prosiguió Del Barrio.

 

 

 

Sin embargo, la salud en España continúa en muchos aspectos fuertemente atomizada. En el caso del negocio dental, por ejemplo, Martín apuntó que la concentración no es solo una realidad palpable, sino que también “es necesaria en este subsector”. “En España, hay 25.000 clínicas dentales y todas las grandes cadenas sólo somos propietarias del 3% de los establecimientos; hay mucho camino por recorrer”, señaló el primer ejecutivo de Vitaldent. 

 

La agregación de compañías para ganar tamaño también es una necesidad en el ámbito farmacéutico, tal y como indicó Ángel Fernández: “cada vez es más costoso producir medicamentos, por lo que la concentración hará que las empresas sean más eficientes”, dijo. “Hay que consolidarse para ser más eficiente, pero también tienes que hacerlo para competir en un mundo global”, prosiguió.

 

El proceso tiene no obstante dificultades y barreras. Según Jorge Fernández, por ejemplo, en los procesos de concentración es un reto para las compañías “combinar las culturas empresariales de distintos grupos que se fusionan”.

 

Por su parte,  De Echevarría puso el foco sobre los otros afectados por un proceso de concentración: los pacientes. El consejero delegado de Veritas opinó que en ocasiones es “complicado explicarle al paciente la ventaja” de estos procesos y señaló que, “cuando se lleva a cabo una fusión en el sector salud, puede pasar que este se pierda con los cambios”. Esta afirmación fue seguida por Medina, que coincidió en que algunos pacientes “pierden la perspectiva entre tanto cambio”.

 

 

 

Acción reacción: resistencia a la concentración

La tercera ley de Newton anuncia que, si existe una fuerza externa, tal fuerza será contrarrestada por otra igual, pero en la dirección opuesta. Ante el proceso de concentración empresarial que se está produciendo en el sector de la salud, Del Barrio apuntó que no existe una resistencia a ello como tal, sino que “hay un análisis de las oportunidades, ya que introducir culturas nuevas dentro de una compañía no es agregar marcas”.

 

Martín puso sobre la mesa el papel que la ideología juega a la hora de impedir la concentración: “hay quién puede preguntarse si se debe ganar dinero en el sector salud, lo que puede ralentizar el proceso”, apuntó. Hay resistencias a los procesos de concentración porque el debate “es ideológico”, agregó.

 

En este sentido, De Echevarría subrayó el papel que juegan las distintas filosofías cuando llega el momento de poner en marcha ciertas iniciativas empresariales. “Una determinada generación que no ve el negocio como algo solamente económico; puede ser que una clínica familiar valore más el hecho de gestionar su propio negocio a ganar mucho dinero e irse a casa”, indicó.

 

A lo largo de las más de dos horas de debate, pocas cuestiones levantaron tal unanimidad entre los participantes como la regulación del sector. Berra tomó la iniciativa en primer lugar y sentenció que “hay demasiada y cuando llega, si es que llega, llega tarde y mal”. “Hay operaciones que se frustran porque no hay una regulación adecuada”, lamentó el consejero delegado de Miranza.

 

Del Barrio señaló por su parte que la regulación “va tarde” cuando el desarrollo del sector de la salud va hoy mucho más rápido, lo que redunda en que la administración retrase la llegada de medicamentos o vaya a rebufo de la transformación digital del sector. “Lo que más frustra es que la regulación no sea clara; hay muchas lagunas y esto no da seguridad ni a autoridades ni a operadores ni al paciente”, apuntó el vicepresidente de Otsu.

Fernández también dijo que “la regulación es necesaria para proteger al paciente, es algo evidente, pero habría que apartar la ideología de este debate”. El ex director general de Merck puso como ejemplo de ello la reversión del modelo Alzira en la Comunidad Valenciana, una concesión privada en la sanidad pública de España que ha vuelto a la gestión pública directa por motivos políticos.

 

 

 

El debate prosiguió por la senda del papel que juega la ideología en la gestión del sector y Martín sacó a colación en este punto el papel de las competencias autonómicas en sanidad. El consejero delegado de Vitaldent expuso los problemas que se producen cuando el Ejecutivo “no tiene las competencias y las comunidades autónomas acaban rigiendo por criterios electorales”. Martín señaló en este sentido que el Covid-19 “ha supuesto una oportunidad de oro para recuperar las competencias en sanidad, pero no se ha sabido aprovechar”.

 

Del Barrio matizó el papel que ha jugado la administración, mostrándose favorable a ella, y explicó que “se tienen las competencias, pero el Ministerio no las ha ejecutado en los últimos años, por lo que la cartera de Sanidad debería convertirse en una de las más importantes del Gobierno”. “Es una cuestión de liderazgo político”, concluyó el experto de EY.

 

Llevando la cuestión al campo de la gestión hospitalaria privada, Medina explicó que el número de médicos está descendiendo y lo seguirá haciendo en los próximos años. “Cada vez se jubilan más profesionales y las plazas MIR no cubren nuestras demandas; además, para colmo, la regulación nos pone trabas para contratar extranjeros”, criticó.

 

 

 

Ser tecnológicamente más eficaces

La tecnología cambia a velocidades nunca vistas. Ante este axioma, aceptado por todos los ponentes, Jorge Fernández sentenció que “la tecnología muta tan rápido que cuando conseguimos adaptar la legislación a ésta, ya está desfasada”.

 

Martín incluyó una nueva variable en la ecuación tecnológica: el papel de los profesionales. El consejero delegado de Vitaldent subrayó la resistencia de muchos profesionales al uso de la tecnología y se preguntó: “¿la tecnología sirve para los que saben, o para los que no saben?”. A veces, explicó, los mejores profesionales son los más reactivos a incorporar la tecnología.

 

 

 

Por su parte, el experto de EY indicó que también se da mucha resistencia a la transparencia en el ámbito de la salud, un aspecto que el consejero delegado de Miranza cree que “está cambiando”. En este momento, Berra incidió en el papel que jugarán las nuevas generaciones, que serán los responsables de adaptar todos los cambios que se vayan produciendo en el sector.

 

“En España está aceptado pagar cien euros al mes por un seguro de coche, pero en sanidad, que es mucho más importante, no se tiene esa visión”. Esta frase, pronunciada por Echevarría, provocó una reacción unánime entre los participantes del primer PlantaDoce Meets. Por su parte, Medina también indicó que hay una falta de claridad en cuanto a negocios de salud, ya que “existe un grupo de pacientes que no sabe que póliza tiene contratada”.

 

En muchos casos, estas situaciones se deben a la falta de claridad de los mismos contratos, por lo que después “quien da la cara con el paciente es el hospital”, lamentó Medina. Por su parte, Berra instó a que el sector asegurador tendría que renovarse, ya que “seguimos con estructuras muy rígidas”.

 

Otro problema que ha tenido que gestionar la sanidad privada ha sido el impacto del Covid-19. En este sentido, el subdirector general económico del grupo Policlínica sentenció que “existe un claro riesgo que la sanidad privada se colapse y termine siendo la sanidad pública 2”.

 

 

 

El futuro del sector a cinco años vista

El sector de la salud se divisa como uno de los campos con un mayor peso en los próximos lustros. En este último punto de análisis, los ponentes destacaron la posibilidad de que la administración pueda seguir el ritmo de los acontecimientos. Berra subrayó el hecho que “veremos cómo la gente se trata en casa o desde el mismo móvil, por desgracia el cambio de modelo sanitario va para largo”.

 

 

Ángel Fernández, por su parte, destacó el reto que supondrá implantar la medicina de precisión en el sistema público de salud. Jorge Fernández puso la nota optimista y opinó que en cinco años la sociedad disfrutará de mejores servicios y precios.

Por último, el consejero delegado de Vitaldent puso en valor el papel de la digitalización en el próximo lustro, que “creará una polaridad gigantesca entre el sector público y el privado; por lo que el reaseguramiento irá a más en el futuro”.