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Cristina Leube (LegalChances): “Falta alcanzar velocidad de crucero en las compras públicas en salud”

La experta en gestión hospitalaria critica que muchas veces los procesos de compra en el sector de la salud en España se contemplan como una ley y se olvida la voluntad de disponer de una gestión innovadora.

A. Escobar

3 nov 2022 - 04:54

Cristina Leube (LegalChances): “Falta alcanzar velocidad de crucero en las compras públicas en salud”

 

Cristina Leube cuenta con más de veinte años de experiencia en gestión y dirección de compras y servicios, logística y almacenes en hospitales públicos y privados. La experta ha sido miembro de las Mesas de Contratación, secretaria de las Comisiones de Compras y letrada de la Mesa de Contratación de la zona norte de Madrid. Licenciada en Derecho y mediadora en conflictos sanitarios, Leube cree que, aunque existen algunas iniciativas buenas en España, la compra pública innovadora en sanidad debería estar más generalizada.

 

Pregunta: ¿España legisla bien en materia farmacéutica?

Respuesta: España ya cuenta con un propio marco jurídico, pero lo cierto es que sería muy costoso actualizarlo. La legislación es correcta, pero plantea un gran desconocimiento por parte de los profesionales que deben hacer uso de ella, porque no se saca todo el partido que debería sacarse. No se investiga a fondo dentro del propio marco jurídico.

 

P.: ¿Entonces ya no se actualiza?

R.: Cualquier cambio es muy costoso, tiene que pasar por el Congreso. Existen normas de modernización de la Administración Pública, pero muchas de ellas no han sido aprobadas.

 

P.: ¿España está bien posicionada en compra pública innovadora en el sector salud?

R.: La compra pública innovadora se engloba en un marco jurídico que se recoge en tres leyes. Este tipo de compra pretende ser una estrategia del Estado, desde la demanda, orientando los sectores estratégicos para fomentar el desarrollo tecnológico y la mejora de los servicios públicos, a la vez que fomentar la innovación empresarial. En España, aunque existen algunas iniciativas buenas, la compra pública innovadora en sanidad debería estar más generalizada.

 

P.: ¿Qué países lo están haciendo bien?

R.: En general, se está realizando bien en toda Europa, utilizándose incluso a escala local. Existen varias iniciativas porque se parte de la idea de que todas las autoridades tienen que favorecer la compra pública innovadora. Algunos ejemplos son el del Ayuntamiento de Gante, que ha implementado un proyecto para la limpieza de las camas de sus hospitales; o en Polonia, donde existe un proyecto que con fibras biológicas se mejora el rendimiento de los uniformes de profesionales sanitarios.

 

 

 

 

P.: ¿Cuáles son las principales barreras para que no se implante correctamente la compra pública innovadora?

R.: El problema es que no se va a la velocidad de crucero a la que se debería ir. Hay quienes piensan que como las cosas siempre se han realizado de una determinada manera no están abiertos al cambio. Se requiere una gestión innovadora y no ver la ley como un conjunto de papeles. No hay que competir en precio si este no incorpora la eficacia; se debe incorporar la compra basada en valor. Habitualmente, en los procesos de compra pública no hay suficiente diálogo, se sacan los pliegos y no se explica correctamente lo que se pretende obtener con el producto o servicio en cuestión.

 

P.: ¿Por qué las comunidades autónomas avanzan a velocidades distintas?

R.: Estamos en un Estado donde la sanidad está transferida. Las comunidades tienen criterios, necesidades o prioridades diferentes en materia de prestación sanitaria o inversiones a acometer. La pandemia ha puesto en valor la colaboración público-privada y la administración debería ser el garante del paciente. Deberían funcionar de igual manera la industria, los hospitales, los sanitarios y los técnicos. No tiene sentido hablar de innovación donde no estén médicos en las mesas de negociaciones. También hay que saber escuchar y quizá deberían incorporarse a esas mesas personas expertas de otros sectores.

 

P.: ¿Es viable crear una figura o un ente únicos para velar por un buen sistema de compras a escala general?

R.: Lejos de establecer un sistema de control centralizado, se debe trabajar en un sistema de cooperación. Tener 17 sistemas también ofrece ventajas como un mayor aprendizaje y profesionalización. La clave es la cooperación para trabajar juntos, estableciendo foros de los que se puedan extraer idea de mejora, compartiendo conocimiento.

 

 

 

 

P.: ¿Todas las regiones lo ven como algo positivo?

R.: Sí lo ven como algo positivo, pero la adopción es costosa. La adopción significa ir a contracorriente, se requieren planificaciones muy grandes, con controles y seguimientos continuos.

 

P.: ¿Cómo se puede convencer a los más escépticos?

R.: Con formación y docencia. Hacer foros comunes, que sean como núcleos contagiosos. Los fondos están, se trata de recabar los proyectos que la sociedad reclama. Falta mayor ilusión por querer hacer las cosas.

 

P.: ¿Cómo cree que será la ley de compras en el sector salud en cinco años?

R.: Cada vez hay y habrá más voces y visibilidad a la necesidad de agilizar las compras en el sector de la salud.