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Dolors Montserrat (PP): “Se ha trabajado en la UE de la moneda, ahora toca la de la salud”

La exministra de Sanidad cree que el objetivo de la próxima década es reforzar el cuidado de la salud, con el apoyo a la atención primaria.

A. Escobar

18 ene 2021 - 04:56

Dolors Montserrat (PP): “Se ha trabajado para la UE de la moneda, ahora toca la de la salud”

 

Portavoz del Partido Popular (PP) en el Parlamento Europeo y exministra de Sanidad en el Gobierno de Mariano Rajoy. Dolors Montserrat, natural de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) y abogada de formación, hace balance del plan de vacunación de España y ensalza la labor de Europa en la lucha contra la pandemia. La política catalana tilda de “gran ejemplo de convergencia” entre los sectores público y privado el desarrollo de la vacuna y defiende que el paciente sea el centro de las decisiones políticas comunitarias.

 

Pregunta: ¿Cómo cree que se ha gestionado esta pandemia? ¿Qué se podría haber hecho mejor?

Respuesta: Europa ha hecho los deberes. Europa es una historia de éxito y justamente lo hemos vuelto a demostrar en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Hemos sido capaces de poner en marcha los fondos de recuperación, este gran paquete de solidaridad que busca las resiliencias de los sistemas nacionales de salud, y capaces también de convertir Europa en una economía moderna, competitiva, digital y sostenible. La digitalización es uno de los grandes retos que tenemos por delante en salud. Otro de los grandes éxitos es haber conseguido la colaboración público-privada para disponer de una vacuna accesible para todas las personas. Si España no perteneciera a Europa, ahora estaríamos discutiendo y sin saber cuándo tendríamos disposición para la vacuna. Ahora, a quien le toca hacer los deberes es a España; desde Europa toca trabajar para la Unión Europea de la salud, porque hasta ahora se ha trabajado para la Unión del mercado, de la moneda.

 

P.: ¿Qué se podría haber hecho mejor?

R.: El Gobierno de España ha llegado tarde y mal. Ha llegado tarde en la primera ola, en la segunda y en la tercera y en la vacunación. Ha desoído por completo a la Unión Europea y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque en enero ya nos pedían material para todos los sanitarios, test masivos para tomar las medidas concretas de prevención y contención viendo cómo actuaba la pandemia y disponer de un buen big data de rastreo. Desde septiembre, la Unión Europea ya avisó que tendríamos las vacunas para finales del 2020 y que nos preparásemos para la estrategia de vacunación nacional, que no sólo pasa por la logística y la distribución, sino por no colapsar la atención primaria. Además, el Gobierno ha dejado a su suerte a las comunidades autónomas.

 

P.: ¿España necesita 17 formas distintas de legislar sobre la pandemia? ¿Debería haber una sola normativa para todos los territorios?

R.: Lo que tendría que tener España es un ministro de Sanidad que no trabaje la mitad de la jornada, mitad ministro mitad candidato a la Generalitat de Catalunya. Que desde Sanidad lidere y coordine el Consejo Interterritorial, que es donde se toman las decisiones de todo el Sistema Nacional de Salud con las comunidades autónomas. Necesita un Gobierno que trabaje siete días a la semana, 24 horas.  

 

 

 

 

 

P.: ¿España va tarde con el plan de vacunación?

R.: Es un problema del Gobierno de España. Todos sabíamos que dispondríamos de las vacunas a finales de 2020 o principios de 2021. Cada día que no se hace algo, es un día perdido. No se ha vacunado masivamente y la vacunación no tiene que estar solamente en atención primaria. El Sistema Nacional de Salud ha demostrado a lo largo de su historia que es un gran modelo en el calendario de vacunación, que siempre ha funcionado como un reloj.

 

P.: ¿El retraso en el plan de vacunación es un problema de recursos humanos, de logística y distribución o de mala gestión? ¿Cómo se puede remediar?

R.: Falta un liderazgo por parte del Ministerio de Sanidad. Las vacunas están llegando. Estamos inmersos en una tercera ola y para remediarlo tendríamos que estar con la quinta marcha puesta en el plan de vacunación.  

 

P.: ¿Se está dejando de lado a gran parte del sector sanitario en ese plan?

R.: En España tenemos uno de los mejores sistemas nacionales de salud del mundo y la dicotomía privada contra pública es una falacia que no ayuda a mejorar la atención a las personas. Se trata de hacerlo bien, cuanto antes y juntos. Aquellos que hablan de lo privado y de lo público son precisamente quienes durante la pandemia no están asumiendo su responsabilidad en lo público y están dejando en el más absoluto desamparo a los ciudadanos. La vacuna es uno de los grandes ejemplos de la convergencia entre los sectores público y privado, la han investigado empresas privadas, pero han necesitado de fondos europeos.

 

 

 

 

P.: Por tanto, ¿cree que no se ha superado todavía la batalla ideológica entre sanidad pública y sanidad privada?

R.: Por parte de las izquierdas. No es solamente aplicable a sanidad, sino a todos los sectores de actividad.

 

P.: ¿Cómo se debe compensar a las empresas privadas que han participado en esta crisis?

R.: Nuestra legislación protege todas las situaciones y apela a la seguridad jurídica. En general, se tiene que trabajar de forma conjunta, hacia una convergencia como está haciendo Europa. Insisto en que no sólo es aplicable al sector sanitario.

 

P.: ¿El papel de Europa ha estado a la altura de la crisis sanitaria? ¿En todo momento? ¿Cómo ve usted desde Bruselas el trabajo que está haciendo el Ejecutivo comunitario?

R.: En el inicio de la pandemia, tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea dieron el callo y estuvieron trabajando por ese liderazgo y por la coordinación. Al principio se vieron gobiernos de estados miembro que quisieron salir de esa coordinación y sólo velar por los intereses de sus países. Lo que nos ha enseñado el Covid-19 es que es mejor ir juntos.

 

 

 

 

 P.: ¿El Sistema Nacional de Salud necesita una reforma? ¿Qué cambios serían los más urgentes?

R.: Yo lo elevaría a la Unión Europea, que puede marcar la diferencia. Necesitamos más colaboración entre los 27 en términos de compartir las mejores prácticas clínicas, de una investigación de excelencia sin fronteras, una distribución y producción de medicamentos capaz de enfrentarse a cualquier crisis sanitaria o pandemia. Hay que juntar ciencia y empresas y que el paciente sea el centro de todas las políticas comunitarias. Si miramos a nuestros competidores comerciales, que son Estados Unidos y China, vemos que somos los grandes líderes del mundo en el cuidado de la salud.

 

P.: ¿Pero si lo aterrizamos en España?

R.: Cuando hemos hecho la convergencia la hemos hecho de forma paralela, con las reformas que estaba haciendo la Unión Europea. Uno de los grandes objetivos de esta legislatura y de la próxima década no es sólo la lucha contra el cambio climático, no es sólo la transición de la era analógica a la digital, sino el cuidado de la salud apoyando la atención primaria.

 

P.: En materia tecnológica, ¿qué se debe hacer con urgencia para mejorar el sistema de salud?

R.: Hay que apostar por la era digital en salud. Es preciso que el sistema esté apoyado por la inteligencia artificial, la genómica, la medicina personalizada o el big data porque tendrá beneficios en la lucha contra todas las enfermedades. Hay que apostar por la digitalización al completo.

 

 

   

 

P.: ¿Cómo se puede promover un sector sanitario privado más fuerte?

R.: Los fondos de recuperación son una gran oportunidad para sanidad, independientemente de que hablemos de que sea pública o privada. El sistema privado tiene que sumarse también a estos fondos.

 

P.: ¿En qué segmentos del sector de la salud España puede ser líder?

R.: España es líder en la lucha contra el cáncer y en trasplantes. España debe reforzar la prevención y detección precoz en atención primaria, que es una pata muy importante en salud.

 

P.: ¿Echa de menos el Ministerio de Sanidad?

R.: Fue un orgullo ser ministra de Sanidad, de Servicios Sociales, Igualdad y de Consumo. Hoy lo llevan cuatro ministros, comportando más recursos.