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Marina Geli: “En España todavía no se ha creado una organización de evaluación de tecnología en salud”

Geli, ex consejera de Salud de la Generalitat de Catalunya, es la coordinadora del Centro de Estudios Sanitarios y Sociales de la Universidad de Vic (Uvic). “Pagamos mal al profesional sanitario y es algo que ha empeorado en los últimos años de la crisis”, asegura la directiva. 

I. Vera

22 nov 2018 - 04:58

  Geli (Uvic): “En España todavía no se ha creado una organización de evaluación de tecnología en salud”

 

 

Marina Geli es la coordinadora del Centro de Estudios Sanitarios y Sociales de la Universidad de Vic (Uvic). Médica profesión, Geli fue consejera de Salud de la Generalitat de Catalunya entre 2003 y 2010. Para la coordinadora, “entre las mutuas laborales, la asistencia privada y el servicio público” se garantizará en el futuro la calidad y la equidad del servicio de salud.  

 

Pregunta: ¿La sanidad debe ser solamente pública y universal?

Respuesta: Estoy a favor del Sistema Nacional de Salud (SNS) financiado mediante impuestos y que preste servicio a todos los residentes empadronados. Otra cosa es que los ciudadanos tengan un seguro privado, que en el caso de Cataluña supera el 28% de la población. Entre las mutuas laborales, la asistencia privada y el servicio público vamos a garantizar en el futuro la calidad y la equidad del servicio de salud a unos costes que nos podamos permitir.

 

P.: ¿Debería el sistema sanitario público ampliar su cartera de servicios o tendría que integrar la atención privada?

R.: Estoy a favor de que el sector público integre como proveedor a la sanidad privada. La asistencia pública es quien financia, no quien presta el servicio. La cartera pública no puede atenderlo todo y ampliar sus servicios, sin hacer un análisis de costes, es algo que no se puede hacer con los problemas de financiación actuales.

 

P.: Entonces, ¿es sostenible una sanidad pública universal?

R.: Sí, siempre y cuando se hagan bien las cosas. En España tenemos un buen modelo sanitario, pero con fragilidades que tenemos que subsanar, como que tanto en el sector público como en el privado se paga mal a los profesionales sanitarios, que la accesibilidad a la tecnología para cuestiones no graves es débil o que requerimos de una adaptación a la cronicidad, lo que requerirá de una integración de los servicios sociales y sanitarios.

 

 

 

 

P.: ¿Deben de coexistir el sistema público y privado para colaborar?

R.: La colaboración público privada es positiva, además funciona de forma diaria. Cerca de un 30% del gasto sanitario en España se destina a comprar medicamentos o productos sanitarios, algo que está en manos de empresas privadas. Además, en comunidades autónomas como Cataluña, el 10% del sistema público está gestionado por el sector privado.

 

P.: Gran parte de su carrera la ha realizado en el sistema público de salud, ¿qué mejoras son necesarias para optimizar el sistema gerencial desde la Administración?

R.: Debemos reducir las listas de espera pero no sólo las quirúrgicas, sino también las diagnósticas. Además, necesitamos integrar la telemedicina a través de la atención primaria. Estos cambios requieren de un rediseño de los procesos a gran escala.

 

P.: ¿El profesional sanitario en España está viviendo un deterioro de sus condiciones laborales? Precisamente, estos facultativos en Cataluña están llamados a la huelga esta semana.

R.: Pagamos mal al profesional sanitario y es algo que ha empeorado en los últimos años de la crisis. Además de los salarios existe la precariedad de los contratos, especialmente a los médicos más jóvenes y al colectivo de enfermería, y la promesa de la carrera profesional. Estos trabajadores también se quejan de la presión asistencial. Por todo ello, es necesario integrar más profesionales y debatir sobre la financiación del sistema sanitario español.

 

 

 

 

P.: ¿Qué pasos debería seguir el modelo español para garantizar la financiación?

R.: En otros países, como Alemania, la partida de sanidad no baja aunque haya crisis. Esto se debe a que tienen un fondo de reserva, similar al de las pensiones españolas. Una cosa es que el fondo no crezca tanto como gustaría y otra es que el presupuesto baje, como ha pasado en España en los últimos años.

 

P.: ¿Qué afectación tendrá la tecnología en el sector público y privado?

R.: Tiene un papel muy importante. Existe una agencia de evaluación de los medicamentos en Europa y en España, sin embargo todavía no se ha creado una organización de evaluación de tecnología en salud. Es necesario crear una entidad que evalúe la innovación tecnológica y ver así qué resultados pueden mejorar el sistema sanitario. Todo lo que se fabrica no puede ser una patente que se incorpora al servicio de salud.

 

P.: ¿La implementación de estas tecnologías acabará con el empleo sanitario?

R.: No, pero lo modificará. Algunas especialidades más tecnológicas harán el mismo trabajo con menos profesionales, pero también se crean nuevos perfiles donde el experto en tecnología estará en la plantilla sanitaria. En cualquier caso, todos los trabajadores sanitarios se adaptarán.