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Guillem (Mediquo): “La salud digital ha sido considerada el patito feo para los inversores”

El cofundador y consejero delegado de Mediquo, Guillem Serra, explica que “los grupos de inversión locales han preferido apostar por proyectos con un menor riesgo y con barreras de entrada más bajas”, que las existentes en salud digital.

A. Escobar

9 may 2019 - 04:58

Guillem (Mediquo): “La salud digital ha sido considera el patito feo para los inversores”

 

Guillem Serra es el cofundador de Mediquo desde 2015, compañía española que conecta a pacientes y médicos a través de consultas digitales. El emprendedor, que es graduado en Medicina por la Universitat Autònoma de Barcelona y máster por la Universitat Politècnica de Catalunya, considera que la digitalización en salud no ha irrumpido tanto en “la calidad del servicio médico”, como sí lo ha hecho en la gestión de la documentación.

 

Pregunta: ¿Cuál es el diagnóstico actual de la eHealth en España? ¿Hay suficiente tejido empresarial en el país?

Respuesta: Realmente existen muchas iniciativas, pero proyectos muy pequeños con poco alcance y poca inversión.

 

P.: ¿A la industria de la salud digital le resulta más fácil despertar interés entre grupos de inversión que en otros mercados?

R.: Históricamente, la salud digital ha sido considerada como el patito feo y el mercado eHealth español ha carecido de inversión importante, por lo menos hasta hace relativamente poco.

 

P.: ¿Por qué?

R.: Aunque es cierto que la tendencia está empezando a cambiar, la inversión en España se ha producido desde ámbitos muy locales y los fondos internacionales no han entrado en el país hasta hace poco. Los grupos de inversión locales han preferido apostar por proyectos con un menor riesgo y con barreras de entrada más bajas, como por ejemplo ecommerce, marketplaces, y productos de gran consumo, entre otros.

 

P.: ¿El tamaño de las empresas puede ser el hándicap que entorpezca la digitalización en el sector de la salud?

R.: En el sector sanitario caes bien solamente si eres grande. Hay mucha consolidación en el sector asegurador y en las corporaciones hospitalarias. Todas estas facturan millones de euros y es muy difícil competir en marca y en valor, como empresa de eHealth, si detrás no tienes mucha inversión. Incluso es complicado convencer de que tu solución se puede integrar en estos grandes grupos.

 

 

 

 

 

P.: ¿Pero la competencia no está en otras pequeñas y medianas empresas?

R.: Las grandes empresas son las que mueven el mercado de la salud, tanto público como privado. Eso significa que una compañía más pequeña que ofrezca un servicio vertical tendrá enormes dificultades para vender su producto si delante tiene a un Sanitas, un Adeslas u otros players. Las start ups de salud digital no compiten entre ellas, lo hacen contra las grandes corporaciones.

 

P.: En 2033 habrá más de tres millones de octogenarios en España. ¿De qué manera afectará la brecha digital al sector?

R.: Cuando eso suceda la gente mayor, entre los que me incluyo, seremos personas que ya tengamos un conocimiento digital potente. La gran cuestión será cómo utilizaremos la medicina cuando tengamos cada vez más gente jubilada. O cambiamos el paradigma o será difícil poder pagar por una salud rápida y accesible a toda la población.

 

P.: ¿El modelo sanitario actual corre el riesgo de verse alterado tal y como lo conocemos hoy día?

R.: Las personas mayores de sesenta años son las que hacen un mayor consumo del sistema de salud, e irá incrementándose progresivamente y durante más tiempo, al aumentar la esperanza de vida. Si ya existe una situación de límite en el uso del servicio y del coste médico, y si no se cambia el modus operandi, en veinte o treinta años será insostenible.

 

 

 

 

 

 

P.: ¿Y cómo le va a repercutir al profesional o al gestor sanitario?

R.: El profesional sanitario tiene que desprenderse de muchas visitas físicas innecesarias. Observaremos como los facultativos emplearan más horas de su trabajo desde una vertiente digital. Además, incluso las pruebas diagnósticas podrían ser más portátiles, es decir, que personas con menos experiencia pudieran extraer sangre, por ejemplo.

 

P.: ¿Pero no se requiere de profesionales con bastante experiencia?

R.: ¿Por qué? Lo interesante será ver cuántas de estas intervenciones las podrán hacer profesionales que no acumulen años y años de experiencia. Los enfermeros y médicos no podrán atender toda la demanda de servicios de salud.

 

P.: ¿Cómo se están adaptando los centros médicos, hospitales y otros agentes del sector salud ante esta nueva realidad?

R.: Ha habido una parte importante de digitalización que no ha afectado tanto en la calidad del servicio médico, así como en el almacenaje y la gestión de la documentación. Los profesionales sanitarios están más avanzados digitalmente que los propios centros en los que pueden trabajar.

 

 

 

 

 

P.: ¿Es necesario que una persona esté suscrita a distintas apps o plataformas para monitorizar su salud?

R.: Hay demasiados verticales de salud pequeños y no existe una app mainstream, dominante a escala global.

 

P.: ¿Igual que ha pasado en otros sectores como el audiovisual o el comercio electrónico, ¿surgirá un único modelo global basado en programas de suscripción?

R.: Acabará ocurriendo. El consumidor de salud es el mismo que un día utiliza Glovo, pide comida por Just Eat o se mueve por la ciudad con Mytaxi. Tendrá que haber una solución referente, que pueda ser integradora para que otros profesionales y empresas puedan ofrecer sus servicios a través de esta nueva plataforma.