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Ignasi Belda (MiWEndo): "En la sanidad moderna es natural que tengamos en cuenta hasta el último céntimo, pero sin olvidar al paciente"

El consejero delegado de MiWEndo Solutions considera que iniciativas públicas como Acció y BCN Activa “pueden ser un gran partner en apoyo técnico” en el ámbito de la salud.

Albert Cadanet

17 oct 2019 - 04:56

"En la sanidad moderna es natural tener en cuenta hasta el último céntimo, pero sin olvidar al paciente"

 

Ignasi Belda es el director general de MiWEnedo Solutions, una spin off de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona especializada en el desarrollo de un dispositivo que utiliza la tecnología de microondas (ondas electromagnéticas) para detectar tumores en el colon de forma más eficaz. Licenciado en Ingeniería Informática por la Universitat Ramon Llull de Barcelona y doctor en Inteligencia Artificial y Ciencias de la Salud por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Belda fue director del Parc Científic de Barcelona entre 2016 y 2018. Desde principios de 2019 es el responsable del área de salud de Diplolicy, una agencia competitiva fundada por los exdiputados de Convergència i Unió (CiU) Roger Montañola y Xavier Cima. Para Belda, los sistemas sanitarios deberían dar más importancia en “la mejora de la calidad de los pacientes”.

 

Pregunta: ¿El futuro de la salud pasa por la aplicación de tecnologías procedentes de la ingeniería?

Respuesta: En muchas líneas, la ciencia y la tecnología avanzan en paralelo. Durante los próximos años veremos grandes avances biomédicos gracias a la ingeniería, pero no me atrevería a decir que el futuro sólo pasa por este camino.

 

P.: ¿Qué papel juega la ingeniería en el desarrollo de la nueva medicina?

R.: La inteligencia artificial tiene muchas aplicaciones en medicina. A través del análisis de grandes volúmenes de datos, podemos diseñar dispositivos para identificar patrones y realizar diagnósticos precoces en oncología o en enfermedades neurodegenerativas. Por otra parte, las nuevas tecnologías también permitirán diseñar fármacos que sean más efectivos que los actuales.

 

P.: ¿Estas mejoras se traducen en un mayor ahorro económico?

R.: Es otro de los impactos positivos. Sin embargo, hay aspectos como la mejora de la calidad de los pacientes que muchas veces no se ponen en valor. En los sistemas sanitarios modernos es natural que tengamos en cuenta hasta el último céntimo, pero no podemos poner el foco solamente en el que paga y olvidar al paciente.

 

 

P.: ¿Mejorar la calidad del paciente es sinónimo de mayores costes?

R.: A corto plazo, es probable que sí, pero a largo plazo los costes son cada vez menores. Pongamos un ejemplo: si ahora invierto grandes recursos en que la gente deje de fumar, a largo plazo el número de cánceres de pulmón probablemente habrá disminuido y, en consecuencia, los costes derivados de estas intervenciones.

 

P.: ¿La tecnología aplicada a la sanidad avanza a buen ritmo?

R.: Se está avanzando muchísimo y Cataluña es, sin exagerar, una potencia mundial en este campo. En estos últimos cinco años han surgido muchas empresas que han desarrollado iniciativas muy interesantes.

 

P.: ¿Infravaloramos nuestro ecosistema de salud?

R.: Si nos comparamos con países como Francia o Italia, somos muy diferentes. Estamos al otro extremo del chovinismo francés. En la calle, la gente no sabe que somos una referencia en el desarrollo de dispositivos médicos. Nos falta un poco de autobombo y aprender a valorarnos.

 

 

P.: ¿Ofrece el sector público suficientes oportunidades a las pequeñas empresas para crecer?

R.: Creo que sí. En Cataluña hay instituciones como BCN Activa o Acció que pueden ser un gran partner en apoyo técnico. Hay gente que dice que crear una empresa es muy difícil y por eso no decide emprender, pero es sólo una excusa. En España puedes llegar a crear tu propia compañía en sólo 48 horas.

 

P.: ¿Por qué existe esta queja generalizada de que todavía falta financiación?

R.: Durante los últimos diez años los reguladores han hecho lo necesario para solucionar este problema, pero no se ha hecho la publicidad necesaria para darlo a conocer. En otros países como Alemania no hay ayudas económicas a los emprendedores. Cataluña, por ejemplo, ha decidido apostar por la salud, y creo que se está haciendo un trabajo correcto.

 

P.: ¿Cuál es el gran activo del ecosistema español en materia de salud?

R.: Posiblemente el fruto que hemos obtenido de aplicar una política científica consistente y bien diseñada desde el principio. Tenemos grandes universidades que son referencia a escala global en ciencias de la vida y una infraestructura muy completa.

 

 

P.: ¿Y el gran lastre?

R.: Muchas universidades todavía no se han puesto las pilas en tech transfer. A pesar de que las iniciativas que surgen de los centros son muy buenas, hay universidades que lo están haciendo muy mal. Esto es demérito de los gestores de las universidades, ya sea por falta de interés, incentivos, u otros factores.

 

P.: ¿Cuál debería ser la mayor prioridad del sector salud estos próximos años?

R.: La principal prioridad pasa por saber explotar la tecnología para ofrecer un valor al paciente. Cada día aparecen innovaciones y debemos aprovecharlas para que la calidad de vida de los pacientes cambie de forma significativa.