ADN

J. Baena (Breca Health Care): “Si en LinkedIn escribes bioimpresión el 60% de los resultados son de EEUU”

Baena cree que el sector de la bioimpresión tiene más recorrido fuera de España que dentro de ella debido a que el mercado actualmente más maduro es el de investigación y en otros países se invierte mucho más. El consejero delegado de Breca Health Care y Regemat 3D opina que la filantropía o la inversión privada en investigación sanitaria está “mucho más desarrollada” en otros países debido al mayor número de recursos que se dedican. 

A. Escobar

5 abr 2018 - 04:55

J. Baena (Breca Healthcare): “Si en LinkedIn escribes bioimpresión el 60% de los resultados son de EEUU”

 

 

José Manuel Baena es el consejero delegado de Breca Health Care desde 2011, una empresa granadina que se dedica a hacer impresión 3D de medical devices y de Regemat 3D desde 2015, empresa que se dedica a la impresión 3D en medicina regenerativa o bioimpresión de tejidos. El directivo opina que hay muchos fondos de inversión que invierten en capital semilla que empezaron en la industria farmacéutica, pero que se han pasado al sector de los dispositivos médicos y biotech debido al menor periodo de retorno. 

 

Pregunta: ¿El mercado de la bioimpresión es un sector reducido en España? ¿Cuántas empresas o profesionales lo conforman? ¿Qué diferencia presenta España respecto a otros países?

Respuesta: En Regemat 3D somos la primera empresa española dedicada a la impresión 3D para medicina regenerativa y tenemos sistemas instalados ya en más de 15 países. A nivel nacional existen distintos grupos de investigación, pero a nivel empresarial hay muy pocas compañías que se dediquen a esta industria, realmente no identificamos más de cinco en España. Los sectores que son muy a futuro, como es el de la bioimpresión para aplicación clínica, tienen mayores posibilidades en Estados Unidos que no en España, porque allí puedes acceder a financiación sin apenas vender y aquí te van a evaluar mucho por tus resultados y por tus ventas. Si escribes bioprinting en LinkedIn, el 60% de los resultados corresponden al mercado estadounidense principalmente porque se invierte más en investigación sanitaria.

 

P.: ¿Tiene entonces recorrido este mercado? ¿Cómo de escalable es este sector?

R.: Si vendes bioimpresoras para investigación, para equipar a laboratorios con esta tecnología, la escalabilidad se encuentra en el número de grupos de investigación que quieran usar la tecnología. Es un sector en crecimiento. Además a medio y largo plazo aparecerán aplicaciones específicas (como ha sucedido con la impresión 3D) y es aquí donde el número de usuarios puede aumentar mucho.

 

P.: ¿Esta industria es cara?

R.: Tener una bioimpresora no es algo que no se pueda permitir un grupo de investigación. En Regemat 3D vimos que los sistemas comerciales valían sobre 200.000 euros y sacamos un sistema que, aparte de personalizarse, lo puedes adquirir a partir de 18.000 euros. Más que la venta del sistema nos interesan los resultados. Hacer investigación celular sí que es un poco más caro por el coste de los materiales y fungibles, pero cada vez es más asequible y gran parte de las pruebas se pueden externalizar.

 

 

 

 

 

P.: ¿Hay competencia en este mercado?

R.: La competencia a corto plazo está en el mercado de dispositivos para investigación, el de los modelos in vitro para el desarrollo de fármacos o la industria de fabricación de productos biodegradables que puedan utilizarse como medical devices. Hay unas 25 empresas de bioimpresión a nivel mundial. Cada una con su tecnología y modelo. Nosotros nos hemos situado como líderes en la personalización para el mercado de la investigación, si quieres publicar algo novedoso, necesitas un sistema adaptado a tus necesidades y en las aplicaciones más cercanas a la práctica clínica ya que venimos del sector implantes.

 

P.: ¿De dónde encuentra recursos una empresa que se dedica a la bioimpresión en 3D? ¿Hay interés o atractivo por parte de inversores privados?

R.: Un empresa como la nuestra en España se empieza nutriendo de fondos de Investigación y desarrollo e innovación (I+D+i). De hecho, están surgiendo fondos especializados en biotecnología, muchos de ellos empezaron con la parte farma y se han dado cuenta de que es un mercado muy a largo plazo y es mejor invertir en sectores como el de dispositivos médicos o biotecnología. Nosotros cada año vamos multiplicando ventas y cada vez vemos más interés por parte de inversores privados.

 

P.: De acuerdo con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en España se realizaron más de 4.000 trasplantes de órganos en 2016. ¿Qué afectación puede tener en la impresión 3D en el campo de la medicina?

R.: Si a través de la bioimpresión somos capaces de hacer órganos funcionales el impacto va a ser muy alto porque España es uno de los países donde más trasplantes se realizan. No sólo se reducirán las listas de espera quirúrgicas, sino que se plantearán soluciones médicas a día de hoy inexistentes. Si bien para hacer órganos completos funcionales, a excepción de la piel, estamos todavía lejos. Hay que pensar en las aplicaciones más a corto, hay muchísimas.

 

P.: ¿Existen suficientes subvenciones o ayudas por parte de la Administración que faciliten la labor de los profesionales de la bioimpresión?

R.: Hacer ciencia es muy importante para un país y no hay tantos recursos de la Administración como los que serían necesarios. No obstante, tampoco hay que olvidarse de la aportación que puede hacer el sector privado, ya que la filantropía o la donación está mucho más desarrollada en otros países.

 

P.: ¿Cuál es el futuro de esta industria?

R.: En el futuro creemos que se hablará menos de bioimpresión y más del beneficio de la tecnología en aplicaciones específicas, por ello creemos que el futuro está en las aplicaciones específicas en las que la tecnología aporte más valor.