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Jaume Padrós (Comb): “El sistema sanitario privado debería permitir que el público trabajase de forma más amortiguada”

El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona cree que el Estado debería dotar de recursos económicos a las comunidades autónomas para compensar las medidas que están tomando para gestionar la pandemia.

D. Punzano

22 oct 2020 - 04:58

Jaume Padrós (Comb): “El sistema sanitario privado debería permitir que el público trabajase de forma más amortiguada”

 

Jaume Padrós analiza la situación provocada por la segunda oleada del coronavirus que está golpeando a Europa y las medidas que se han tomado para hacer frente a la pandemia en España y Cataluña. El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (Comb) asegura que “el Estado debe proveer de los recursos económicos que permitan que las medidas tomadas por las comunidades sean equilibradas”.

 

Pregunta: ¿Quién o quiénes son los culpables de la segunda oleada de la pandemia?

Respuesta: No hay culpables. Estamos en una pandemia y justo ahora una segunda oleada azota toda Europa. Hay países que han tomado decisiones más acertadas, pero no hay ninguno que lo haya hecho perfecto. Algunos países ricos como Francia han podido decretar el toque de queda y han destinado mucho dinero para compensar los sectores afectados. Aquí se están tomando las medidas que tocan, pero no hay tanto dinero. Sin economía no hay salud, por lo que se debe buscar el equilibrio, aunque no es fácil. En España, la disputa política ha empeorado la situación en Madrid y ha sido un condicionante en todo el país. Los elementos políticos son nefastos para salvar vidas en la gestión de una pandemia.

 

P.: ¿Se deberían tomar medidas más restrictivas para combatir el avance del coronavirus?

R.: Las medidas que se han implantado en Cataluña son las correctas, pero deberían ir acompañadas de medidas económicas para compensar los sectores afectados. La varita mágica no existe. Si no hay compensaciones económicas, las medidas son difícilmente comprensibles. El objetivo también es proteger al sistema sanitario, que ha estado muy abandonado en materia de inversiones y que necesita transformaciones. Es un sistema de éxito para las décadas de los 80 y 90, pero el Covid-19 ha puesto de manifiesto que necesitamos dotarlo de recursos y transformar los modelos de organización y gestión. Todas las fuerzas políticas deben consensuar estas medidas porque necesita una mirada amplia.

 

P.: ¿Es eficiente una gestión de la pandemia con 17 políticas sanitarias diferentes? ¿Cómo se puede contrarrestar?

R.: No hay un modelo de gestión ideal. El mejor país que ha gestionado la pandemia es Alemania, que es un país federal. Ha tenido la capacidad de poder intervenir de forma eficaz. Aquí el problema es no tener los recursos para poder hacerlo y que se pueda coordinar entre comunidades y los países de Europa. No tenemos las fronteras cerradas y hemos echado de menos al inicio de la pandemia el entendimiento entre diferentes países europeos. Si se les da la capacidad de gestión a las comunidades, el Estado debe dotarlas de recursos económicos. Cataluña ha tomado una decisión muy drástica con la que estoy de acuerdo, pero está siendo contrastada por los sectores afectados. El estado debería proveer de los recursos económicos que permitan que estas medidas sean equilibradas.

 

 

 

P.: ¿Cómo se puede garantizar el stock de equipos de protección individual? ¿Incentivar la industria nacional?

R.: Se debe crear un stock e impulsar las empresas quilómetro cero. Es una paradoja que Europa, España o Cataluña no tuvieran una reserva de equipos de protección individual (Epis) suficiente. Debe haber una estrategia de gobierno sobre empresas clave para asegurarse el suministro de este material y dejar de ser dependientes de otros países. Quiero pensar que esta decisión ya se ha tomado.

 

P.: ¿Se hizo bien la intervención en el estado de alarma? ¿Se debe hacer un plan de intervención de los recursos sanitarios privados?

R.: Los estados de alarma dependen de la información y tener un buen sistema de datos y contar con expertos. Las decisiones dependen de muchos factores. Unos han puesto más el acento sobre la economía. Sin economía no hay salud, pero sin salud tampoco hay economía. En este contexto se hace imprescindible que las medidas que se tomen sean lo más sensatas posible para que los políticos tomen la mejor decisión. Que no haya elementos como en Madrid para que las decisiones dejen de ser técnicas.

 

P.: ¿Qué papel juega la sanidad privada en la lucha contra la pandemia?

R.: La sanidad privada tuvo un papel fundamental en la primera oleada. Demostró una colaboración estrecha por el descongestionamiento y apoyo de las situaciones críticas en hospitales de Cataluña y, especialmente, en Barcelona. La gestión es buena y sólo se debe auditar bien para que sea clara y transparente. En una situación como la actual de gran tensión de demanda un país debe aprovechar todos los recursos para dar respuesta asistencial. La necesidad ahora no precisa del estado de alarma para una utilización tan directa, pero el sistema privado debería permitir que el sistema público trabaje de una forma más amortiguada.

 

 

 

P.: ¿Cómo evalúa y cómo se puede mejorar la relación público-privada en la sanidad? ¿Cuál es el modelo más eficiente?

R.: Hay muchos estudios y propuestas. A un país como el nuestro, en el que existen dos sectores muy fuertes, deben respetar sus ámbitos. Desde la colaboración transparente, que no haya perversión de un lado hacia al otro y que sea colaborativa. La sanidad pública en Cataluña hasta ahora ha estado en marcadores de excelencia. Necesitamos el 50% de recursos más de los que tenemos ahora para dar respuesta a la necesidad de la población catalana y extrapolarlo a España. Un sector sanitario que también ha innovado y de forma complementaria con el sistema público, es un tema que necesita ser reconocido.

 

P.: La crisis ha puesto a prueba la tecnología aplicada en el sector médico ¿Cómo evalúa el desarrollo de las tecnologías en el sector? ¿Ha faltado inversión, gestión política o talento?

R.: El sistema sanitario en nuestro país se ha desarrollado con mucha tecnología. Hay mucho campo que recorrer y estamos en una situación privilegiada desde Cataluña para ser pioneros y desarrollar tecnologías de la comunicación. Herramientas que acompañen las visitas presenciales. Su uso ha permitido paliar el aislamiento de muchos pacientes durante el confinamiento. No hablamos de cosas muy avanzadas, sino el hecho de asegurarnos la comunicación. La implantación del 5G puede ser una herramienta para situar al sector sanitario al frente de estas tecnologías.

 

P.: ¿Es lógico que los bares estén cerrados y el deporte continúe?

R.: La actividad deportiva aislada no se ve afectada. Respecto a bares y restaurantes, la medida se debe a la socialización de gente en espacios que favorece los contactos y la transmisión del virus. Las medidas deben ir acompañadas de recursos para compensar este sector. El Govern tiene que negociar con el Estado una partida económica para compensar a estos sectores. El deporte de competición también tiene una actividad económica importante. Llevan a cabo pruebas diagnósticas a menudo. La logística actual no permite llevar gente a los campos en la actualidad, pero cuando se planteó la opción sí era posible.