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Los Ferrer, setenta años de ‘grand slam’ en la industria farmacéutica

La historia de la creación del grupo farmacéutico español se remonta a la vocación por el mundo empresarial e inquietud por el ámbito institucional de su fundador, Carlos Ferrer-Salat, quien presidió la compañía durante más de treinta años.

A. E.

15 feb 2023 - 04:58

Los Ferrer, setenta años de ‘grand slam’ en la industria farmacéutica

 

La historia de Laboratorios Ferrer mezcla tradición familiar y empresarial a la par que disciplina y deporte. La semilla del proyecto de compañía farmacéutica internacional se implantó a inicios de la década de los años cincuenta en Barcelona, cuando Carlos Ferrer-Salat fundó el grupo. Hoy es su hijo Sergi Ferrer-Salat quien preside la empresa, que factura más de 550 millones de euros, siendo uno de los principales laboratorios de España especializado en enfermedades pulmonares vasculares e intersticiales y trastornos neurológicos.

 

El grupo farmacéutico se originó en 1953. Entonces, Carlos Ferrer-Salat estaba a punto de concluir la carrera de Ingeniero Químico y decidió fundar con su primo Jorge Ferrer Batlle Laboratorios Ferrer. Carlos Ferrer-Salat ocupó la presidencia de la farmacéutica hasta que falleció en 1998, mientras que Ferrer Batlle decidió retirarse de la compañía en la década de los setenta.

 

Carlos Ferrer-Salat se casó con Blanca Serra di Migni y Moulart y tuvieron otro hijo, en este caso Beatriz Ferrer-Salat, quien vive alejada del sector farmacéutico. La menor de los hermanos Ferrer-Salat Serra es amazona, compite en la modalidad de doma clásica, y ha participado en distintos Juegos Olímpicos como Atlanta 1996, Sídney 2000 o Tokio 2020. La deportista tiene un pequeño paquete de acciones del laboratorio, pero no forma parte del día a día de la empresa.

 

 

 

 

Carlos Ferrer-Salat nació en Barcelona el 22 de marzo de 1931. El empresario español realizó sus estudios universitarios en el Instituto Químico de Sarrià (IQS), en la capital catalana, y formó parte de la primera promoción de esta escuela, la de 1953, junto a otros destacados directivos como Joan Mas Cantí, presidente del Cercle d’Economia, y Carlos Güell de Sentmenat, ex consejero delegado de Asland y ex presidente del Círculo Ecuestre.

 

En 1964, Carlos Ferrer-Salat se licenció en Ciencias Económicas y, un año más tarde, en Filosofía y Letras. Hasta que su labor empresarial se lo “permitió”, el fundador de Laboratorios tuvo tiempo para dedicarse al deporte, concretamente al tenis.

 

Campeón de España junior en individual y dobles en 1947 y 1948, formó parte del equipo nacional para la Copa Galea (europeo de juniors) en 1948 y 1949. Posteriormente, consiguió el campeonato de España en 1953 y fue jugador del equipo español de Copa Davis en 1953 y 1954, equipo que capitaneó.

 

El ejecutivo comenzó su experiencia industrial tras haber trabajado en el negocio químico de su abuelo. En los años sesenta, Carlos Ferrer-Salat inició la expansión internacional de Ferrer, con adquisiciones en Alemania y el establecimiento de filiales en Latinoamérica. Entre 1976 y 1978, el empresario lideró la creación de nuevas divisiones para entrar en la fabricación y comercialización de química fina. También, en 1977, puso en marcha un nuevo centro de investigación y desarrollo (I+D) en Barcelona.

 

 

 

 

El legado del fundador de Ferrer se traduce en que, en la actualidad, la compañía tiene presencia directa en España, Centroamérica y Caribe, Centroeuropa, Chile, Perú, Portugal, México, Benelux y Alemania y comercializa sus productos en más de 120 países del mundo. La empresa realiza anualmente una inversión en investigación y desarrollo (I+D) de 43,5 millones de euros y emplea a más de 1.700 trabajadores.

 

Al margen de otros cargos, Carlos Ferrer-Salat fue una persona clave en la organización de la patronal española. Presidente de Fomento del Trabajo Nacional (FTN) y de la Confederación Empresarial de Cataluña, el empresario participó activamente en la creación, en 1977, de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe), patronal que presidió entre 1977 y 1984.

 

El ejecutivo accedió al comité ejecutivo de la Trilateral en noviembre de 1979, pero dimitió de ese cargo en abril de 1982. Alianza Popular lo tentó para la política en 1984, pero declinó la oferta. En junio de 1985, el empresario catalán accedió al Comité Olímpico Internacional (COI).

 

En 1986, Carlos Ferrer-Salat fue nombrado miembro del Comité Olímpico para la candidatura de Barcelona 92 y llevó la vicepresidencia del comité organizador de los juegos. El 27 de mayo de 1987 fue elegido presidente del Comité Olímpico Español (COE), cargo en el que sustituyó a Alfonso de Borbón. Desde este cargo impulsó el programa ADO, las publicaciones deportivas y la mejora de la preparación de los deportistas de élite.

 

 

Llega la segunda generación a la empresa

En 1998, tras la muerte de Carlos Ferrer-Salat, su hijo asumió la presidencia de los laboratorios y actualmente controla más del 90% del capital de la compañía. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de Barcelona (UB).

 

Más allá de su labor como empresario, el actual presidente de Laboratorios Ferrer desempeña tareas filantrópicas y de mecenazgo. Hace más de un año impulsó la apertura de la librería Finestres en el centro de Barcelona. Hasta la llegada de la pandemia, en ese mismo espacio estaba Monvínic, un espacio dedicado al vino con restaurante incluido, también impulsado por Sergi Ferrer-Salat y que estuvo abierto más de una década.

 

Entre las actividades también destaca la Fundació de Música Ferrer-Salat que, desde 1982, empodera a las personas, principalmente a aquellas en situación de riesgo de exclusión social, a través de la música. Sergi Ferrer-Salat también ha sido muy activo en obras de caridad durante muchos años a través de colaboraciones con ONGs como WWF, Greenpeace y Médicins Sans Frontières (Médicos sin Fronteras).

 

Igual que su padre, Sergi Ferrer-Salat también tiene afición por la raqueta. A finales de 2020 abandonó a la vicepresidencia deportiva del Real Club de Tenis Barcelona, del que era responsable de su escuela de formación, para poner en marcha el Tenis Empowerment Center Carles Ferrer Salat, una nueva escuela de alto rendimiento deportivo que tiene su sede en el Club de Tenis Sant Gervasi, de Sant Just Desvern (Barcelona).

 

Uno de los grandes logros del presidente de Ferrer en el ámbito empresarial es el de haber conseguido, en 2022, que la compañía se convirtiera el primer laboratorio farmacéutico español en entrar en la comunidad B Corp, la agrupación de empresas orientadas a construir una economía más inclusiva y sostenible.