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María José García (Satse): “Las condiciones de trabajo han empeorado con la pandemia”

La secretaria general técnica del sindicato de enfermería resalta que la mayoría de profesionales han visto empeoradas sus condiciones laborales.

A. Escobar

30 abr 2021 - 04:56

M. J. García (Satse): “Las condiciones de trabajo han empeorado con la pandemia”

 

María José García es la secretaria general técnica de Satse. Diplomada por la Escuela de Enfermería de Ciudad Real, dependiente de la Universidad Complutense de Madrid, la responsable de la organización sindical enfermera ha trabajado en servicios de atención primaria y especializada de Pozoblanco (Córdoba) y Herencia (Ciudad Real), entre otros. García opina que es “inexplicable” que con la necesidad de acelerar el programa de vacunación “haya más de 3.000 enfermeros en paro” y demanda mayor implicación de las administraciones.

 

Pregunta: ¿Las condiciones laborales de los profesionales del sector de la salud han mejorado tras la pandemia?

Respuesta: Las condiciones de trabajo han empeorado. De hecho, acabamos de realizar una encuesta entre profesionales, que señala que 89 de cada cien enfermeras han visto empeorada su situación. 85 de cada cien personas también creen que la atención que se presta en sus centros es hoy peor. En España, uno de cada tres profesionales del sector encadena contratos laborales, no tiene estabilidad.

 

P.: Mejorar la sanidad y hacerla más competitiva ¿va a provocar que mejoren también las condiciones de los trabajadores?

R.: Hay que partir de esa premisa. Hay una olla a presión, o reducimos el estrés que sufren los enfermeros o al final las consecuencias van a ser graves para aquellos que tienen que cuidar al resto de la población.

 

P.: Sobre el plan de vacunación, ustedes han pedido ampliar los horarios sin tener en cuenta los festivos o fines de semana, pero ¿hay personal suficiente?

R.: Hay una gran cantidad de enfermeros que se han ofrecido a vacunar fuera de su horario de trabajo. Estamos agotados, pero es la única forma de frenar la incidencia y la ocupación hospitalaria. Es inexplicable que con la necesidad de acelerar el programa de vacunación, haya más de 3.000 enfermeros en paro. Necesitamos más implicación de las administraciones.

 

 

 

 

P.: ¿Cree que está bien valorado el papel del sanitario en la sociedad?

R.: La sociedad está siendo más consciente, pero se desgana la fuerza en el apoyo social, el reconocimiento se va olvidando.

 

P.: ¿Ha mejorado la relación entre la sanidad pública y privada durante el último año?

R.: No tiene que haber problemas. España tiene que tener una sanidad pública potente, que sea capaz de ofrecer todas y las mejores soluciones que el ciudadano necesita. La sanidad privada también, quien la quiera, pero no porque haya carencias en la pública.

 

Pregunta: Tras el estallido de la pandemia, ¿España continúa teniendo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo?

Respuesta: Lo matizo. España tiene los mejores profesionales sanitarios del mundo porque a pesar de la circunstancias, de la falta de protección o de la desinformación, si se está saliendo adelante es gracias al buen hacer de estos. Si al sistema sanitario se le dota del número adecuado de profesionales y de recursos, entonces nos salimos.

 

 

 

 

P.: Pero ese buen hacer o esfuerzo es el mismo en todos los países, ¿no?

R.: No es la misma situación, ni mucho menos. No es la misma situación la que se puede plantear en países donde tienen 16 enfermeras por cada mil habitantes con la de España, con poco más de cinco enfermeras por cada mil habitantes. Europa tiene, de media, nueve enfermeras por cada mil personas. Cuando España se enfrenta a una pandemia con un sistema que ya venía más que tensado, sucede que saltan las costuras de este modelo y se pone de manifiesto la carencia en enfermería, en atención primaria.

 

P.: ¿El personal sanitario en España está agotado? ¿Lo está porque falla el actual sistema nacional de salud?

R.: El problema del actual sistema sanitario se produce porque existe una visión cortoplacista. El modelo tiene muchas carencias en cuanto a prevención de la salud y rara es la persona mayor de 65 años que no tiene al menos una patología crónica. Esa comorbilidad genera grandes costes sanitarios; tenemos que basar y centrar el sistema en el ciudadano porque tendremos gente sana y evitaremos costes sociales a posteriori. La primaria tiene que ser un foco principal dentro de los recursos sanitarios, si no satura tendremos unos hospitales fuertes.

 

P.: ¿Qué conviene cambiar?

R.: Hay que reforzar la atención primaria porque es la puerta de entrada del ciudadano al sistema y su papel es fundamental en la prevención, en la creación de hábitos de vida saludable. No pueden existir los déficits de plantilla que hay hoy día en el sector.

 

P.: ¿Qué lecciones dejará la pandemia?

R.: Vamos a intentar conseguir las mejores condiciones laborales y de conciliación para los profesionales sanitarios, pero hay que tener en cuenta que la capacidad negociadora por parte del Ministerio está limitada, porque existen 17 sistemas de trabajo distintos.