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2017, el año en que Almirall reestructuró su directiva lastrada por los malos resultados

La compañía farmacéutica catalana anunció en verano el cese de Eduardo Sanchiz como consejero delegado en España y el nombramiento, en su lugar, de Peter Guenter. Almirall registró pérdidas por valor de 99,7 millones de euros hasta septiembre.

A. Escobar

26 dic 2017 - 05:00

2017, el año en que Almirall reestructuró su directiva lastrada por los malos resultados

 

El año 2017 no ha sido el mejor para Almirall. Los resultados económicos no le sonríen a la multinacional farmacéutica española, que no abandona los números rojos, según los resultados del primer semestre del año, así como los correspondientes al acumulado hasta septiembre. Para intentar apaciguar la situación, la cotizada decidió reorganizar su cúpula directiva en España, con el nombramiento de un nuevo consejero delegado.

 

Almirall cerró los primeros seis meses del año con unas pérdidas de 73,1 millones de euros, frente a las ganancias de 80,5 millones de euros del mismo periodo del año anterior. El grupo presentó una caída de los ingresos del 11,5%, hasta 379 millones de euros.

 

Las malas noticias hicieron reaccionar a la compañía y en aras de reconducir su evolución Almirall prescindió de Eduardo Sanchiz como consejero delegado y, en su lugar, nombró a Peter Guenter como primer ejecutivo del grupo presidido por Jorge Gallardo. Este cambio se hizo efectivo el 1 de octubre, según informó la multinacional a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv), y después de que Almirall aflorara pérdidas millonarias.

 

Guenter fichó por Almirall procedente del grupo farmacéutico Sanofi, donde ha trabajado durante los últimos 22 años. En Sanofi, Guenter desempeñó el cargo de vicepresidente de cardiología y diabetes, siendo miembro del comité de dirección global de la multinacional francesa.

 

 

 

 

La compañía se justificó entonces señalando que estos malos resultados se debieron, en parte, a la combinación de “acontecimientos inesperados” en el mercado de Estados Unidos. El negocio de dermatología de Almirall en el país norteamericano, operado por Aqua, se vio afectado de manera negativa debido a un reequilibrio de los inventarios en el canal de distribución, un nivel significativo de adjudicación inapropiada del programa de asistencia al paciente y el lanzamiento de un genérico de Acticlate en el mercado estadounidense.

 

Al igual que sucediera en España, Almirall, buscando soluciones para su negocio en Estados Unidos, nombró a Ron Menezes nuevo presidente y director general de Aqua Pharmaceuticals en sustitución de Ted White, que llevaba en el cargo desde 2016. 

 

Pero los malos resultados continuaron el siguiente trimestre. La farmacéutica registró pérdidas por valor de 99,7 millones de euros hasta septiembre, en comparación con los 103,5 millones de euros de ganancias que alcanzó Almirall en los nueve primeros meses de 2016.

 

Entre enero y septiembre, los ingresos totales de la empresa alcanzaron los 561,6 millones de euros, un 11,6% menos a los de un año antes, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 100,1 millones de euros, un 45,5% menos. Asimismo, Almirall fue la farmacéutica española cotizada peor parada en el mercado continuo en el tercer trimestre. Las acciones del grupo cayeron hasta los 8,61 euros por título, un 39,6% menos en comparación con el trimestre anterior.

 

 

 

 

Además, la compañía controlada por los hermanos Jorge y Antonio Gallardo anunció a finales de septiembre el cese en la investigación en Estados Unidos de dos fármacos en fase III. Los medicamentos estaban indicados para enfermedades relacionadas con las uñas.

 

La farmacéutica aprueba en I+D


Pese a las malas cifras de los primeros trimestres de 2017, Almirall continúa aferrándose a la investigación y desarrollo (I+D). En 2016, la compañía fue la que más aumentó la inversión en investigación, con una subida del 32,6%, hasta 98,3 millones de euros.

 

Por otra parte, hace unas semanas el estudio Global Innovation 1000, elaborado por la consultora PwC, situó a la farmacéutica entre las mil compañías cotizadas del mundo que más recursos han invertido en I+D en 2017.