Bristol-Myers Squibb cuadruplica su beneficio antes de la integración de Celgene

Bristol-Myers Squibb sigue consolidándose como un gigante de la industria farmacéutica. La multinacional estadounidense ha registrado un beneficio neto atribuido de 4.952 millones de dólares (4.535 millones de euros) en 2018, cifra que cuadruplica los números del ejercicio anterior.

La mejora de los resultados se debe al impacto de la reforma fiscal que se aplicó en 2017 en Estados Unidos. Según la compañía, la medida de la Administración Trump supuso un gasto extraordinario en impuestos por valor de 4.156 millones de dólares (3.675 millones de euros). Por otra parte, la cifra de negocio de la multinacional se incrementó un 8,6% respecto al año anterior, hasta situarse en 22.561 millones de dólares (19.956 millones de euros).

Los resultados correspondientes a 2018 todavía no tiene en cuenta el impacto que ha tenido la compra de Celgene, una operación que se cerró a principios  de enero valorada en 74.000 millones de dólares (65.000 millones de euros).

Giovanni Caforio, presidente y consejero delegado de Bristol-Myers, señaló que la adquisición de Celgene permitirá crear “una compañía farmacéutica líder, con oportunidades a corto plazo significativas” y que 2019 empieza “con un buen impulso”.