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De Johnson&Johnson a Curevac: una carrera milmillonaria para hacerse con la vacuna del Covid-19

La multinacional estadounidense trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus y ha anunciado una inversión de mil millones de dólares. Otras como CanSinoBio, Curevac y Research Group Netherlands también aceleran para dar con la cura.

A. Escobar

6 abr 2020 - 05:00

De Johnson&Johnson a Curevac: una carrera milmillonaria para hacerse con la vacuna del Covid-19

 

El pistoletazo de salida hace ya semanas que se produjo y en la carrera para atajar al coronavirus Covid-19 los carriles parecen distinguir entre farmacéuticas, instituciones privadas, públicas y otros organismos y entidades gubernamentales. En la cabeza de la carrera se encuentran Estados Unidos y China, primeros países en anunciar que ya cuentan con una vacuna en fase de ensayos clínicos. Aunque no está todavía en esa fase, el listón lo ha puesto, y alto, la estadounidense Johnson&Johnsonn (J&J), que recientemente ha anunciado una inversión de más de mil millones de dólares (917,6 millones de euros) para cofinanciar la investigación y desarrollo de la vacuna. No está sola, ya que compitiendo con ella se encuentran CanSino Bio, Shenzen Geno-Immune Medical Institute, Heat Biologics, GSK, Sanofi y CureVac, entre otras.

 

“Llamamos a esto carrera muy acertadamente, pues el recorrido de un medicamento o vacuna desde el día 1 de investigación hasta su lanzamiento al mercado suele ser de entre siete y veinte años, dependiendo del lugar y tipo de tratamiento”, señala Jaime del Barrio, del área de healthcare de EY a PlantaDoce. Desde la consultora comenta que, sin embargo, “estamos expectantes o más bien exigiendo tener una vacuna disponible como tarde en 2021, siendo conscientes de que la epidemia no fue confirmada en China hasta el 13 de Enero aproximadamente, acortando la carrera a un año escaso”.

 

Y en esa lucha la puja más pretenciosa es la de J&J. Concretamente, la multinacional estadounidense ha comunicado que ha seleccionado una posible vacuna para prevenir el Covid-19 entre diferentes candidatos en los que ha estado trabajando desde enero.

 

La farma también ha anunciado la ampliación de la colaboración existente entre Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson&Johnson y la Autoridad para la Investigación y el Desarrollo Biomédico Avanzado (Barda) de Estados Unidos y que va a incrementar su capacidad de producción para poder suministrar más de mil millones de dosis de la vacuna a escala mundial. La compañía prevé iniciar los estudios clínicos en seres humanos con la vacuna para prevenir el Covid-19 en septiembre de 2020 como muy tarde y espera que los primeros lotes de la vacuna estén disponibles para su uso en situaciones de emergencia a principios de 2021.

 

 

 

 

Más allá de J&J, Curevac es otra de las farmas que trabajan en dar con la tecla del Covid-19. La Comisión Europea (CE)  le ha ofrecido a la compañía alemana ochenta millones de euros, según aseguraba la misma presidenta de la CE, Ursula von der Leyen. La empresa es propiedad del magnate propietario del equipo de fútbol alemán Hoffenheim, Dietmar Hopp.


En China, lugar donde se originó la epidemia, CanSinoBio es la compañía que lleva la delantera (también está en fase de ensayos). La Phl estuvo incialmente diseñada para el SARs, lo que la posiciona en un lugar de ventaja, y podría reducir su tiempo de lanzamiento al mercado hasta tres años. Lo cierto es que actualmente hay cinco candidatos en estudios con humanos y 41 candidatos en estado preclínico (antes de comenzar los estudios en humanos). Las vacunas son de distinta naturaleza, según el mecanismo utilizado para desarrollarla: tres vacunas que usan ADN, una con virus inactivado, siete con virus atenuado, cinco con vectores no replicativos, quince con subunidades proteínicas, tres con vector viral replicativo, siete con ARN y cinco que desconocemos.

 

Las cinco empresas que están ya en fase de ensayos clínicos son Moderna, cuyo primer paciente ya ha recibido la vacuna en Estados Unidos; CanSinoBio, Shenzen Geno-Immune Medical Institute (PhI/II ya está siendo probada en humanos), Research group netherlands (Ph II/III es un rediseño de una vacuna diseñada para tuberculosis originalmente. Mil individuos van a ser objeto de estudio en ocho hospitales pronto) y Murdoch Childrens Research institute (Ph II/III será probada en más de 4.000 miembros del personal médico de Australia). En las fases más prontas, preclínicas hay otras entidades trabajando como GSK, Sanofi o Codagenix.

 

Trámites y manera de afrontar el reto

Los tiempos son muy importantes y más en el desarrollo de una vacuna que debe erradicar una pandemia que ya afecta a más de un millón de personas en todo el mundo y que suma más de 55.000 muertos. “Lo razonable es pensar que una vez que esté la vacuna disponible, hay que garantizar su eficacia y un tiempo de seis meses o un año para poder ser administrada”, declara a esta publicación Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología.

 

“El proceso medio de génesis de una vacuna puede durar hasta diez años, pero con esta vacuna ya había fases previas por la familia de coronavirus y a lo mejor hay ciertos estándares que no se van a pedir, siempre y cuando se esté garantizando en todo momento la seguridad”, añade García Rojas.

 

Una opinión similar a la de EY. Del Barrio cree que “el hecho de que el virus del Covid-19 tuviera primo-hermanos como son el Sars y el Mers, ha ayudado de alguna manera la colaboración de investigadores por todo el mundo”.

 

Por otra parte, para del Barrio la compañía farmacéutica que dé con la vacuna “tiene una oportunidad única de brillar y tener la atención de la población mundial, de marcar un hito en la historia”, pero el reto debe afrontarlo de manera ética. “Cuando llegue el momento, el precio será negociado con las agencias de medicamentos correspondientes, y deberán ajustarse a los estándares correspondientes de cada geografía. Las farmacéuticas podrán lucrarse siempre dentro del marco de cualquier otro medicamento introducido fuera de una situación de pandemia”, concluye el responsable de EY.