Empresa

El nuevo liderazgo de Bayer da alas a los partidarios de un cambio de estrategia

El nombramiento de Bill Andersen como consejero delegado de la compañía alemana ha avivado los deseos de los inversores de ver una ruptura entre su ala de cultivos y farmacéutica, pero el ex de Roche ha defendido las sinergias del conglomerado.

M. Tamayo

9 mar 2023 - 04:56

El nuevo liderazgo de Bayer da alas a los partidarios de un cambio de estrategia

 

 

Nuevo director, ¿nueva estrategia? Bayer consumará en junio un traspaso de poder ansiado por sus inversores y recomendado por los analistas: Werner Baumann, con 35 años de recorrido en la compañía alemana, cederá el testigo al exdirector de fármacos de Roche Bill Anderson. El refuerzo foráneo con un marcado perfil farmacéutico fue bien recibido, aunque está por ver si el nuevo consejero delegado tendrá un perfil continuista dando alas al conglomerado u optará por la escisión como reclaman de su negocio farmacéutico y agrícola.

 

Por el momento, el fichaje suena bien entre los inversores. La compañía anotó un repunte del 7% en bolsa el día en que se anunció la llegada de Anderson a la cúpula de la empresa y la entidad financiera Credit Suisse ha señalado en su último informe que su experiencia en farma lo convierte en un fichaje “valioso”. Sin embargo, la compañía hacía un llamamiento a la produciendo, alegando que “esperamos oír su opinión sobre las sinergias que deben mantener las divisiones de cultivos y la farmacéutica de la compañía”.

 

La empresa alemana se ha visto arroyada los últimos años por la adquisición de la estadounidense Monstanto. La decisión, anunciada por el propio Bauman en 2018, dos años después de hacerse con la dirección de la compañía, trajo a Bayer una ola litigios en Estados Unidos que le costó miles de millones de dólares y una rebaja de la valoración de la compañía. Monstanto, comprado por Bayer por 63 millones de dólares, fue acusado de fabricar herbicidas que causaran cáncer. La estrategia de Baumann fue criticada por los inversores, que acusaron al máximo responsable de la compañía de subestimar los riesgos legales que asumía el grupo.

 

 

 

A mediados de 2022, desde Bayer ya informaron a los accionistas que buscaban talento fuera de la compañía para dirigir el grupo. “Damos la bienvenida al cambio oportuno en la dirección de Bayer y esperamos que la nueva perspectiva de un externo nos dé un nuevo impulso a la estrategia”, se congratularon desde Deka, fondo de inversión con participación en el grupo, un alivio al que se sumó Union Investment, uno de los diez mayores accionistas de Bayer.

 

Entre los accionistas de la farmacéutica también se ha barajado la posibilidad de una escisión del negocio de Bayer, separando el negocio de farma del de cultivos. Desde Credit Suisse, aseguran que los inversore quieren ver “una ruptura”, pero, por el momento, la compañía no ha dado señales de que vaya a dar el salto. Aunque el fichaje de un experto en farma ha sido visto como un refuerzo a la división, el mismo Andersen declaró en una entrevista al medio alemán Manager Magazine su ánimo de “defender el estatus de conglomerado a largo plazo”.

 

Por ahora, la compañía se encuentra en medio de una “reorganización” para ahorrar costes. La empresa anunció que recortaría 55 puestos de trabajo de su planta de Berkeley (California), una acción que se enmarca en la “transformación” que están llevando a cabo en su área de biotech. La empresa alemana no ha sido la única en recortar su plantilla en biotech, también lo ha hecho Johnson&Johnson, que está realizando una “revisión global” de su negocio, aunque no han hecho público como se concretará la medida.

 

 

Para este ejercicio, Credite Suise anticipa un repunte de las ventas de farma del 1% empujado por los nuevos medicamentos, que apenas compensarán la erosión en los estrechos márgenes de productos más antiguos, mientras que las ventas globales se incrementarán un 3%, en línea con las previsiones presentadas por el conglomerado alemán.

 

Credit Suisse estima una cifra de negocio de 25.219 millones de euros en la división de cultivo, mientras que la de productos farmacéuticos anotará una cifra de negocio de 19.948 millones de euros y de 6.099 millones de euros en consumer health, con lo que cerrarán el año con ventas globales de 50.011 millones de euros. Una de las principales amenazas a la que se enfrenta la compañía es la de la caída del precio del gilfostato, un herbicida que comercializa la compañía en su área de cultivos. Sin embargo, parece que se adentra en la fase final de su periplo judicial y ya hecho frente a tres de cada cuatro casos presentados en su contra.

 

El pasado ejercicio, los ingresos de la multinacional teutona se situaron en 50.739 millones de euros y representan un incremento del 15,1% comparados con el volumen de negocio de 44.081 millones de euros de un año atrás. Por su parte, el beneficio se disparó multiplicándose por cuatro, hasta 4.150 millones de euros.