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El sector residencial, ante la reinvención post Covid-19: demanda sostenida y aumento de personal superior al 15%

Grupos como DomusVi, Ballesol, Onada o Sanitas Mayores han trazado ya planes de contingencia y seguridad e incrementarán sus plantillas de cara a los próximos meses.

A. Escobar

1 jun 2020 - 05:00

El sector residencial, ante la reinvención post Covid-19: demanda sostenida y  aumento de personal superior al 15%

 

España continúa avanzando en la desescalada y a partir de este lunes el 70% del país se encuentra ya en fase 2, mientras que las islas menos pobladas de los dos archipiélagos estrenan la fase 3. No obstante, desde el sector de la salud, y en especial desde el residencial, se advierte de que no hay lugar a la relajación. Tras estar en el centro de la crisis, el sector de las residencias para mayores se prepara para afrontar su futuro.

 

La posibilidad de que surja un rebrote vírico amenaza a una industria que avanza hacia centros más pequeños, con mayor presencia de unidades de convivencia; con más efectivos humanos, con alzas de hasta el 15%; y sin temor a que decaiga la demanda. Es la opinión en la que coinciden grandes grupos como DomusVi, Ballesol, Sanitas Mayores u Onada Serveis, así como varios inversores vinculados a este mercado y la propia patronal, la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste).

 

La presidenta de la Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (Acra) y gerente del grupo Onada Serveis, Cinta Pascual, explica a PlantaDoce que el sector vira hacia “centros donde imperen cada vez más las unidades de convivencia” y “tendremos que jugar con espacios más reducidos”. En opinión de la ejecutiva, la crisis del Covid-19 obligará a una reformulación de la industria, en la que “los operadores con pocas plazas lo tendrán complicado para subsistir”, señala.

 

Pascual, además, cree que la demanda de personas mayores que ingresarán en centros geriátricos no se verá alterada, ya que, según sus palabras, “hemos estado tres meses sin nueva actividad y la lista de espera es muy larga”. La presidenta de Acra sostiene que la crisis sanitaria y la posibilidad de un repunte tras el verano ha obligado a los distintos grupos a reforzar sus plantillas y que, en general, la contratación se ha visto incrementada “hasta un 15%”, apostilla.

 

 

 

 

Por su parte, desde el gigante DomusVi, fuentes de la compañía señalan que ante la posibilidad de un rebrote en otoño “estamos creando espacios más seguros y modificando las dinámicas residenciales, además de hacer habituales algunas de las medidas consignadas por el Gobierno, como es el control de la temperatura (a residentes, trabajadores y proveedores y, en el futuro, a familiares) y la implantación de las conocidas medidas de distanciamiento social”.

 

El operador de origen francés trabaja en la implementación de un doble circuito asistencial, que tendrá como finalidad contener la propagación del virus en las instalaciones donde se produzca eventualmente algún caso. Este incluye, entre otras medidas, la sectorización por cohortes de los centros (para separar a los residentes en función de su situación epidemiológica), asignación de personal a cada sector único, desinfecciones periódicas, procedimientos especiales de limpieza y lavandería, el incremento de las valoraciones clínicas y en los casos que sea necesario la estancia en las habitaciones.

 

Además, la compañía presidida por Sylvain Rabuel elaborará lo que ha denominado Planes de Contingencia Covid-19 en cada centro. Al hilo de este plan, ha habilitado ya un almacén central para evitar el desabastecimiento del material de protección, en especial mascarillas, guantes y equipos de protección individual (EPIs).

 

En el área laboral, la empresa confirma que se producirán cambios. DomusVi está diseñando un nuevo programa de formación adaptado a las exigencias del Covid-19, trabaja en la elaboración de un catálogo de buenas prácticas asistenciales y que se va a certificar externamente (con Aenor o con una universidad). Y no sólo eso, sino que “llevaremos a cabo programas de formación en aula con ponentes en sesión virtual, se van a potenciar los programas individualizados de formación y se van a implementar programas de gestión emocional, resiliencia, trabajo en equipo y liderazgo”, declaran desde la empresa.

 

 

 

 

Preguntados por la demanda, desde DomusVi confían en que incluso se va a ver incrementada porque recuerdan que “el ratio recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de cinco plazas por cada cien ciudadanos, y sin embargo en España este ratio es inferior, del 4,21”. Aunque desde la compañía no han ofrecido cifras exactas sobre el número de empleados incorporados, explican que “desde el principio de la crisis se habilitó una bolsa de trabajo específica para cubrir las bajas por enfermedad; este ha sido un proyecto estratégico de DomusVi y contamos con una amplia red de fuentes de reclutamiento que nos permite dar respuesta de manera inmediata a las vacantes que surgen en nuestros centros y servicios”.

 

Por otro lado, desde Ballesol comentan que las reinvención de las residencias deberá erigirse desde una “respuesta transversal, sociosanitaria”. Aunque desde el grupo creen que “la confianza se pueda ver afectada en un inicio, tenemos garantías que en tiempos de incertidumbre avalan nuestro trabajo”, matizan.

 

Por otro lado, desde Ballesol no se contempla el aumento en los precios por estancia, según comentan desde la compañía. “Asumimos la dificultad que muchas familias pueden tener para hacer frente a estos costes, y más en una situación tan compleja como la actual”, remarcan. Aun así, desde el operador residencial dejan claro que “es cierto también que muchas decisiones están supeditadas a conciertos y convenios con las diferentes comunidades”.

 

 

 


Más allá de los grupos residenciales per se, desde el ramo asegurador también comparten muchas de las medidas y visiones desgranadas hasta ahora. Es el caso de Sanitas Mayores, que recalca que sus centros cuentan “desde hace tiempo” con “servicios médicos y de enfermería de carácter ambulatorio, no hospitalario”.

 

En línea con lo esgrimido por Pacual, de Onada Serveis, Sanitas Mayores está elaborando un proyecto de nuevo modelo de residencias que pasa por “adaptar la forma de trabajar para hacerla más efectiva y segura, formando grupos de actividades más reducidos, que garanticen la distancia social”, explican desde la aseguradora del grupo Bupa.

 

Sanitas ha contratado en lo que llevamos de crisis a más de mil personas, entre ellas personal sanitario, para reforzar la atención a los mayores debido tanto a las exigencias del cuidado durante el confinamiento y dada la sectorización de los centros, como a la necesidad de cubrir las bajas de empleados afectados por el Covid-19. Además, ha reforzado la labor de los equipos de limpieza contratando compañías para hacer desinfecciones extraordinarias.

 

 

 

 

En paralelo, desde la patronal del sector, Aeste, su presidente, Jesús Cubero, comenta que “necesitamos adaptar los centros residenciales y los servicios que ofrecemos a las necesidades que tienen las personas mayores hoy en día”. Por ello, Cubero defiende que “está claro que además de la atención social necesitan un mayor apoyo de enfermería, de médico, y modificar las ratios de asistencia en función de sus necesidades”.

 

Por lo que respecta a la demanda, el responsable de Aeste opina que seguirá su curso natural, “con una tasa de reposición cercana al 2% mensual”. Para Cubero, las residencias son un servicio de “primera necesidad” para las personas mayores que se encuentran en una grave situación de dependencia. “Puedes elegir el centro en el que quieres residir, pero cuando llega una determinada situación, la mejor opción para atender a esa persona mayor como es debido, es la residencia”, defiende.

 

También desde la parte de los inversores y gestores privados, argumentan que “se va a producir una reconversión del sector ”. “No van a poder existir los pequeños operadores de residencias de 25/40 camas, ya que es imposible dar un mínimo de calidad”, apuntan fuentes de un grupo de inversión. Asimismo, estas mismas fuentes sostiene que “las administraciones debieran reaccionar haciendo cumplir la normativa en cuanto arquitectura (todavía hay habitaciones triples y cuádruples con baño común) y en cuanto a personal necesario”. Ello conllevará que algunas residencias no podrán atender a residentes dependientes, concluyen.