Ferrer desinvierte en el área de complementos alimenticios

Ferrer suelta lastre. La farmacéutica catalana ha llegado a un acuerdo para vender Noventure, su división de complementos alimenticios, a Austell Pharmaceuticals, un grupo sudafricano, según La Vanguardia. Esta venta es coherente con otras desinversiones de la compañía, que quiere centrarse en trastornos neurológicos y enfermedades pulmonares vasculares e intersticiales. No ha trascendido el importe de la operación.

Deloitte ha participado en forma de asesor en la venta de Noventure, parte de Ferrer desde 2015, cuando la farmacéutica apostó por diversificar su negocio. En el último ejercicio fiscal, la facturación de la empresa ascendió a ocho millones de euros, y su plantilla a unas veinte personas. Los complementos que fabrica esta división actúan sobre las áreas gastroenterológicas, uroginecológicas, dermatológicas, de proctología y pediatría y se venden en unos 45 países.

El comprador, Austell, es un grupo fundado en 2005 en Johannesburgo que comercializa productos antihipertensivos, psicotrópicos, tratamientos para la diabetes, antibióticos, antifúngicos, analgésicos, antiinflamatorios o antihistamínicos.

Ferrer opera en más de cien países de todo el mundo y emplea a 1.800 personas

La compañía farmacéutica catalana llegó a un acuerdo a finales de mayo con United Therapeutics Corporation, propietaria del medicamento (llamado Tyvaso) que podría tratar a pacientes con fibrosis pulmonar idiopática (FPI) y fibrosis pulmonar progresiva (FPP). El acuerdo concedió a Ferrer el derecho de distribución de la solución para inhalación de treprostinilo en todo el mundo, excepto en Estados Unidos, Canadá, Japón, China e Israel.

Las dos empresas ya tenían un acuerdo, que ahora han renovado para incluir el medicamento. Ferrer ha compartido en un comunicado que “en estos momentos, se está evaluando la seguridad y eficacia de este tratamiento para las dos nuevas indicaciones terapéuticas en tres ensayos controlados y aleatorios de fase III, con un total de más de 1.700 pacientes”.

La FPI y la FPP son dos enfermedades raras, responsables de la formación de cicatrices en los pulmones que provocan dificultad para respirar, empeoramiento de la calidad de vida y, en ocasiones, fallecimiento. Tal y como explica Ferrer, “los tratamientos disponibles hoy en día para la FPI y la FPP solo han demostrado retrasar la progresión de la enfermedad, mientras que la solución para inhalación de treprostinilo podría representar una nueva opción terapéutica para los pacientes”.

Ferrer es una empresa creada en Barcelona en 1959, que a día de hoy está presente en más de un centenar de países de todo el mundo y emplea a más de 1.800 personas. En 2022, último año con datos públicos disponibles de la compañía, disparó su beneficio un 82%.