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Qida lanza su propio ‘marketplace’ para alcanzar directamente al ‘senior’

La compañía catalana, especializada en la prestación de servicios sociosanitarios, confía en cerrar el ejercicio 2019 con una facturación de tres millones de euros.

A. Escobar

15 oct 2019 - 05:00

 

Qida lanza su propio marketplace para llegar directamente al senior

 

Qida centra sus esfuerzos en el canal online. La compañía española de servicios sociosanitarios ha puesto en marcha recientemente su app para que los pacientes puedan ponerse en contacto con sus cuidadores. Ahora, la start up, que se dirige a mayores, los residentes y aquellas personas en situación de dependencia, está dispuesta a dar un nuevo salto en la Red, con el lanzamiento de su marketplace. La puesta en marcha de este servicio se llevará a cabo a principios de 2020, según ha adelantado Oriol Fuertes, fundador y consejero delegado de Qida, a PlantaDoce.

 

Aunque no se ha desvelado la inversión requerida para el lanzamiento de la plataforma, Fuertes comenta que “la compañía destina cerca de 300.000 euros al año en procesos de digitalización”. Por el momento, el cuidador puede actualizar el estado de salud del cliente a través de la app y emitir posteriormente un informe diario a los familiares del residente.

 

Mediante la aplicación, ya hay disponibles servicios de consulta con fisioterapeutas, logopedas u odontólogos, entre otros profesionales. “De momento puedes mostrar interés, chatear con el referente social y en el futuro integraremos el modelo de pago a través de Qida”, explica Fuertes. Este modelo de suscripción permitirá al cliente acceder a los servicios compartidos que ofrece la compañía, fruto de los acuerdos que tiene con otros agentes del sector.

 

Entre estos acuerdos se encuentra el de entrada a geriátricos con Fiatc Residencias, prestaciones de odontología residencial con Dental Residency, analítica de sangre a domicilio con Synlab o fisioterapia también a domicilio con Fisio React. Qida comparte con los clientes de estas empresas sus servicios.

 

 

 

 

La compañía cambió el pasado verano de oficinas y trasladó a todo su equipo al centro de Sabadell (Barcelona), en un espacio que suma aproximadamente 400 metros cuadrados. Hasta entonces, Qida ocupaba un espacio de 125 metros cuadrados en el número 9 de la calle Sentmenat de esta localidad barcelonesa. 

 

Qida ya realiza más de 30.000 horas al mes en cuidados y prestaciones a mayores y atiende a más de 300 familias. Su objetivo es expandir la actividad a otras comunidades autónomas y dar el salto al extranjero en 2020. Según explica el fundador de la compañía, actualmente genera una facturación bruta mensual de 400.000 euros y el objetivo para 2019 es alcanzar tres millones de euros para todo el ejercicio. Qida incluye en la facturación bruta el importe que paga la familia del residente, el sueldo del cuidador y las cuotas mensuales que cobra.

 

Qida cerró, hace prácticamente un año, una ronda de inversión de 1,2 millones de euros. La operación estuvo liderada por la iniciativa de emprendimiento del Banco Sabadell, BStartup, aunque también contó con el respaldo de la Fundación Ship2B, tal y como adelantó PlantaDoce. Preguntado por nuevas rondas, el fundador de esta empresa catalana señala que “por ahora no estamos en fundraising”.

 

 

 

 

Otro de los aspectos destacados en Qida está relacionado con la promoción interna de su equipo, que ya alcanza las treinta personas. Ariadna Puig, ex consultora en Deloitte, se ha convertido en nueva directora de crecimiento de demanda, mientras que Antoine Ballu ocupa el cargo de responsable de operaciones y de crecimiento de Qidera (que engloba a cuidadores y a la comunidad de Qida).

 

Por su parte, Ferran Garcia se ha convertido en el nuevo director de tecnología, un cargo antes ocupado por Fernando Villar, ex director de tecnología de Waynabox y anteriormente programador en Atrápalo.

 

El equipo de Qida está formado en un 50% de trabajadoras sociales que acompañan a las familias y a los cuidadores. Entre todos, tienen experiencia asesorando a más de siete gobiernos sobre su estrategia sanitaria, creando productos digitales para enfermos crónicos, trabajando para grandes farmacéuticas y cuidando a gente con dependencia.