Entorno

A por un negocio más ‘eco’: la sostenibilidad llega a la industria sanitaria

Cada año mueren prematuramente casi nueve millones de personas por la contaminación mientras el sector sanitario es el responsable del 4,4% de las emisiones contaminantes del planeta.

Juan Carlos Meneses

11 feb 2020 - 04:58

A por un negocio más ‘eco’: la sostenibilidad llega a la industria sanitaria

 

Las temperaturas suben, los polos se derriten y las grandes ciudades viven bajo nubes de contaminación. El cambio climático es una realidad respaldada por la comunidad científica que además supone una amenaza a largo plazo para el futuro de la economía mundial. La contaminación provoca la muerte prematura de 8,8 millones de personas cada año, según un estudio de European Heart Journal, y se da la paradoja de que, la industria sanitaria, responsable de cuidar la salud de la población, es responsable del 4,4% de las emisiones.

 

En las economías más avanzadas, el sector de la salud es responsable del 5% de las emisiones contaminantes, según un estudio publicado por Enviornmental Research Letters, un equipo dirigido por científicos del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático.

 

Para dar servicio a la población, la industria necesita del uso intensivo de recursos energéticos, materias primas y agua, “que a su vez supone la emisión a la atmósfera degases de efecto invernadero y otros contaminantes, vertidos contaminantes de efluentes y la generación de cantidades significativas de recursos”, asegura la Junta de Andalucía en el Manual de buenas prácticas para la sostenibilidad en el sector sanitario.

 

 

 

 

Según el manual publicado por el ente autonómico, la industria sanitaria puede mejorar en sostenibilidad teniendo en cuenta cuatro factores: la eficiencia energética y la calidad del aire; la calidad y disponibilidad del agua; el uso de recursos y la generación de residuos, y la calidad de vida y el entorno de las personas.

 

La eficiencia energética para reducir el consumo y, por tanto, las emisiones, es común en todas las industrias, pero la sanitaria tiene ciertos indicadores para medirla. En el sector hospitalario, el consumo eléctrico, de gas natural o gasoil se suele medir por el consumo de kilowatios por hora o litros en relación con el número de camas o pacientes tratados.

 

Para reducir estos indicadores, el organismo autonómico recomienda acciones como campañas de concienciación para fomentar el ahorro, la instalación de lámparas de bajo consumo, la sustitución de tubos fluorescentes de 38 y 26 milímetros por los de 16 milímetros, utilizar los equipos de lavandería a carga completa o configurar los equipos informáticos en modo de ahorro de energía, entre otros.

 

Pero la industria busca soluciones más complejas para reducir el consumo energético, como la construcción de edificios que aprovechen mejor la luz y los recursos naturales para no depender tanto del consumo eléctrico.  

 

 

 

 

Un sistema sanitario ambientalmente sostenible es aquel que “mejora, mantiene o restaura la salud, al tiempo que minimiza los impactos negativos sobre el medio ambiente y aprovecha las oportunidades para restaurarlo y mejorarlo, en beneficio de la salud y el bienestar de los ciudadanos y de las generaciones futuras”, según apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sector, igual que en los demás, ser sostenible es utilizar los recursos de la forma más eficiente posible.

 

No puede haber salud sin un desarrollo sostenible. El estado físico de los ciudadanos “depende directamente de la posibilidad de acceder a fuentes de agua limpias, de contar con sistemas de evaluación de aguas residuales, de ambientes libres de contaminación, del control de enfermedades y epidemias, y de la posibilidad de acceso a los servicios sanitarios”, según señala Ministerio de Sanidad.