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De Portugal a Alemania: clientes y proveedores de tecnología sanitaria en el año del ‘crack’

Las exportaciones españolas de tecnología sanitaria se incrementaron un 2,6% en 2020 en comparación con 2019, hasta alcanzar 1.638,8 millones de euros.

A. E.

21 jul 2021 - 04:56

De Portugal a Alemania: clientes y proveedores de tecnología sanitaria en el año del ‘crack’

 

 


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Frente a la creación de nuevas empresas y rediseño de procesos para aumentar la producción en otras compañías y dar respuesta a la demanda de productos contra el Covid-19, el descenso de la actividad asistencial no urgente impactó de forma significativa en el sector español de la salud en 2020. Ese impacto fue notable sobre todo en aquellas otras empresas que suministran productos y terapias en ámbitos como cardiología, traumatología, oftalmología u hospitalario, dando como resultado un impacto desigual en la actividad global del sector de la tecnología sanitaria.

 

La contribución del sector de la tecnología sanitaria ha sido esencial en la lucha contra la pandemia desde su inicio en España. Entre sus acciones más destacadas figuran su puesta a disposición del Gobierno para ayudar en el proceso de compra ante la falta de stock inicial de muchos productos relacionados con la protección personal de profesionales sanitarios, además de otro tipo de personal esencial y de la población en general. Identificar proveedores para facilitar las compras de material y canalizar su llegada a través del Corredor Aéreo Sanitario, impulsado por Fenin en colaboración con Grupo Oesía e Iberia, realizando 36 vuelos desde Shanghái a Madrid y transportando más de 700 toneladas de material sanitario, son algunas de las acciones sin precedentes en el sector de tecnología sanitaria.

 

Desde el punto de vista económico, con anterioridad a la crisis sanitaria, el sector de tecnología sanitaria en España representaba un 0,64% del Producto Interior Bruto (PIB), con una contribución económica superior a 7.960 millones de euros. El sector está integrado por más de mil empresas, que generan más de 27.500 puestos de trabajo directos y en torno a 100.00 puestos indirectos. Por otro lado, la mitad de las empresas del sector en España son fabricantes. ¿Cómo respondieron estas empresas en el mercado exterior durante el año de la pandemia? ¿Crecieron o disminuyeron las ventas a terceros? ¿Quiénes fueron los principales clientes de tecnología sanitaria made in España?

 

 

 

 

Las exportaciones españolas de tecnología sanitaria se incrementaron un 2,6% en 2020 y en comparación con 2019, hasta alcanzar 1.638,8 millones de euros. Este aumento contrasta con la caída de las exportaciones totales, que se anotaron una caída del 10,2%, hasta 261.175 millones de euros. Las exportaciones españolas retrocedieron a dos dígitos en el año del estallido de la pandemia en España, tras anotarse un alza del 2% en 2019 y de un 3,3% en 2018, según datos de Icex España Exportación e Inversiones.

 

El primer cliente de España en materia de tecnología sanitaria es Portugal. España exportó este tipo de productos al país vecino por valor de 287,8 millones de euros en 2020. A pesar de ello, el dato es un 3,1% inferior al registrado en 2019, cuando las exportaciones alcanzaron 297 millones de euros. Durante los últimos años, en el país luso se han desarrollado, implementado y actualizado diversos sistemas de información. El objetivo es mejorar la calidad de la prestación y gestión de atención de salud. En ese sentido, en 2017 se aprobó la Estrategia Nacional para el Ecosistema de Información de Salud 2020, que busca el aumento del uso personal, autónomo y participado de los ciudadanos en la gestión de los servicios sanitarios.

 

Por debajo de Portugal se encuentra Alemania. España exportó al gigante teutón equipamiento y tecnología sanitaria por valor de 212 millones de euros en 2020, lo que se traduce en un aumento del 26,3% en comparación con 2019. Alemania es uno de los principales exponentes en salud digital en Europa y cuenta con grandes multinacionales que trabajan para esta industria. El ejemplo más significativo es Fresenius, cuyos orígenes se remontan a una farmacia fundada en Frankfurt/Main en 1462 y es hoy en día uno de los mayores grupos sanitarios alemanes. La empresa es a la vez operadora de clínicas (Fresenius Helios) y fabricante de tecnología médica y proveedora de servicios de salud. La tecnología médica es proporcionada por las filiales Fresenius Medical y Fresenius Kabi. Fresenius Kabi produce, entre otras cosas, tecnología de aplicación y sistemas de aplicación para terapias de infusión y nutrición clínica. Las dos filiales emplean a más de 150.000 personas.

 

 

 

 

Otra de las grandes compañías alemanas es Siemens Healthineers, filial de Grupo Siemens. Nació en 2015 a partir de una unidad de negocio previamente dependiente legalmente y se convirtió en una sociedad anónima en 2017 en un proceso de salida a bolsa. Esta filial emplea a alrededor de 50.000 personas en más de setenta países del mundo. Siemens Healthineers representa una amplia gama de productos de tecnología médica, incluyendo equipos de diagnóstico, sistemas de radiación y terapia de partículas y equipos de informática médica.

 

También destaca B Braun. Un farmacéutico de Melsungen (municipio situado en el distrito de Schwalm-Eder, en el estado federado de Hesse) puso la primera piedra de esta compañía en 1867. La empresa suministra tecnología médica, productos farmacéuticos y servicios para diversos sectores. Uno de ellos se centra en las soluciones técnicas para la cirugía, así como en las ofertas para diversas formas de terapia, para la higiene y la gestión de las heridas y para la atención médica. La multinacional emplea a más de 60.000 personas en más de sesenta países de todo el mundo.

 

Cerrando el top tres de clientes de tecnología sanitaria se encuentra Francia. España exportó equipamiento de este tipo al país galo por valor de 163,4 millones de euros en 2020, un 5,2% más que en 2019. En Francia, el mercado de la salud conectada está integrado mayoritariamente por microempresas, también conocidas en Francia como Très Petitie Entreprises (TPE), de reciente creación. El Estado destina en torno al 11,5% del Producto Interior Bruto (PIB) a sanidad, un 2,5% más que España. De ese total, Francia emplea entre 2.000 millones de euros y 3.000 millones de euros en el desarrollo de la e-Salud, es decir, cerca del 1% del gasto total en sanidad. Dentro de esta área, se destinan entre 80 millones de euros y 140 millones de euros al desarrollo de la telemedicina, según información facilitada por Icex en su informe El mercado de la salud digital en Francia en 2021. Asimismo, actualmente en Francia existen más de 600 pymes dedicadas a la e-salud.

 

Algunos ejemplos de empresas emergentes en salud digital en Francia son Kapcode, que ofrece soluciones en el ámbito de las enfermedades respiratorias y monitorea el estado de salud de pacientes a través de las redes sociales; Qynapse, que proporciona una tecnología innovadora para medir la eficacia de medicamentos y predecir las consecuencias de las enfermedades en el campo neuronal, y Rythm , que ha desarrollado el casco Dreem, que registra la actividad cerebral durante la noche y ayuda a reducir las alteraciones del sueño.

 

 

 

 

Por debajo de Francia se encuentran otros países como Bélgica y Estados Unidos. España exportó tecnología sanitaria a Bélgica por valor de 157 millones de euros en 2020, un 8% más interanual. A Estados Unidos, el país ibérico le vendió equipamiento sanitario por 96 millones de euros, un 2% menos.

Por otro lado, el primer trimestre de 2021 también ha sido bueno para el mercado español de la tecnología sanitaria. En el acumulado entre enero y marzo, España exportó tecnología médica por valor de 422,5 millones de euros, frente a 407,5 millones de euros del mismo periodo del año anterior, según Icex.

 

Las importaciones españolas de tecnología sanitaria se incrementaron un 11,1% en 2020 y en comparación con 2019, hasta alcanzar 5.170,6 millones de euros. Esta cifra, al igual que sucede con las exportaciones, dista de la caída de las importaciones totales, que se anotaron un descenso del 14,8%, hasta 274.598 millones de euros. Las importaciones retrocedieron tras registrar un incremento del 0,9% en 2019 y del 5,7% en 2018, según el Icex.

 

El primer proveedor de España es Alemania, país que también se cuela entre los principales clientes. España importó este tipo de productos del estado germano por valor de 841,5 millones de euros en 2020, lo que se traduce en un incremento del 3,9% en comparación con los datos de 2019.

 

 

 

 

El mercado alemán de equipamiento médico es el más grande dentro de la Unión Europea (UE), que en 2019 alcanzó más de 30.000 millones de euros. Alemania es uno de los líderes mundiales de este sector gracias a su amplio y consolidado tejido empresarial, compuesto tanto de empresas grandes como pymes con una gran capacidad de innovación. Una de las principales características de la industria alemana es la alta capacidad de innovación y la rápida transferencia de conocimiento en los grupos de investigación tecnológica. En cuanto al registro de nuevas patentes, el sector de la tecnología sanitaria registró en 2018 el mayor número de patentes en Europa, con 13.795, un 5% más en comparación con 2017.

 

La industria de tecnología sanitaria alemana consta aproximadamente de 12.350 compañías, las cuales emplean a 200.000 trabajadores, con una estructura mayoritariamente de pequeñas y medianas empresas con fuerte orientación a la exportación. Del número total de compañías, alrededor del 11% cuenta con más de veinte empleados y da trabajo a 140.000 personas. Asimismo, sólo el 7% de las empresas totales cuentan con más de 250 trabajadores. Las pequeñas empresas y sociedades comerciales dan empleo a alrededor de 60.000 personas.

 

El precio de la tecnología sanitaria en Alemania es libre, no está regulado. Sin embargo, existen dos factores que presionan a la baja el precio de una gran parte de estos productos. Por un lado, las centrales de compra (de hospitales o de distribuidores) aglutinan a una parte muy notable de la demanda. Los grandes volúmenes con los que trabajan hacen que tengan un gran poder de negociación con los proveedores, que se ven obligados a reducir sus márgenes. Por otra parte, al igual que en España, el Sistema de Salud es, en última instancia, quien paga (mediante reembolso) una gran parte de estos productos y tiene diversos mecanismos para controlar su precio, lo que resulta en un menor margen para los proveedores.

 

Más allá de Alemania, el segundo mayor proveedor de tecnología sanitaria para España es Estados Unidos. España importó estos productos del gigante norteamericano por valor de 743 millones de euros en 2019. No obstante, el dato es un 8,6% inferior al registrado en 2019, cuando se contabilizaron 813,4 millones de euros. Estados Unidos es el país referente en materia de innovación y grandes tecnológicas, tanto del sector de la salud como de otros sectores de actividad, pero que tienen conexión con esta industria.

 

 

 

 

Más allá de los gigantes tecnológicos como Amazon, Apple o IBM, entre muchas otras grandes multinacionales, Estados Unidos goza de una robusta industria medtech, empresas que comercializan sus productos en hospitales y centros sanitarios de todo el mundo. Un ejemplo es Medtronic, grupo con sede en Minneapolis, que nació en 1949 de la mano de Earl Bakken  y  Palmer Hermundslie como una tienda de reparación de equipos médicos.

 

La primera terapia de la empresa, un marcapasos con batería portátil, fue la base de muchas más terapias de Medtronic, que utiliza la estimulación eléctrica para sus soluciones. A lo largo de los años Medtronic ha desarrollado otras tecnologías fundamentales, que incluyen dispositivos médicos implantables, bombas de infusión e instrumental eléctrico avanzado para cirugía. Hoy en día, sus tecnologías se utilizan para tratar cerca de 40 patologías diferentes.

 

En España la tecnología de Medtronic está en diferentes centros compuesta por una estación de trabajo y un brazo robotizado que permite planificar la operación y guiarla mientras se realiza. Otro gran ejemplo es Johnson&Johnson: este grupo es propietario de otras compañías dedicadas a tecnología sanitaria como Biosense Webster, Cerenovus, DePuy Synthes, Ethicon y Mentor.

 

Cierra el top tres de proveedores China. España importó del gigante asiático equipamiento y tecnología sanitaria por valor de 585,4 millones de euros en 2020, frente a los 259,6 millones de euros de 2019, lo que se traduce en un incremento del 125%. La crisis del Covid-19 en España dejó al país, por lo menos durante los primeros meses y también los más duros, en una posición debilitada frente al exterior. Ante la escasez de material, el Estado tuvo que recurrir a otras economías como la china.

 

 

 

 

De hecho, en abril de 2020 China se convirtió en el gran beneficiado de la venta de respiradores a España. Sólo durante ese mes, España compró respiradores al país asiático por valor de catorce millones de euros, frente a los 70.000 euros registrados en el mismo mes de 2019, unos datos que evidenciaron la gran dependencia del país asiático. Entre las grandes empresas tecnológicas chinas que trabajan en el campo de la salud destaca Alibaba, que durante la primera ola del Covid-19 envió respiradores y otros materiales para frenar al Covid-19 a diferentes países de Europa.

 

Fuera del podio se encuentra Países Bajos. España importó tecnología sanitaria del país de los tulipanes por valor de 562,6 millones de euros en 2020, frente a los 559 millones de euros de 2019.

El exponente neerlandés en el ámbito de la salud es Philips. La compañía está enfocada principalmente en los sectores de la electrónica y la asistencia sanitaria. Sus oficinas principales se encuentran en Ámsterdam. Philips registró unas ventas de 19.500 millones de euros en 2020 y emplea a aproximadamente 82.000 empleados, con operaciones comerciales y servicios en más de cien países.

 

En España la presencia de Philips se observa en los hospitales, en equipos de imagen y diagnóstico, terapia guiada por imagen, monitorización e informática de la salud, así como en salud del consumidor y cuidado en el hogar. Recientemente, Philips ha participado en la remodelación de la sala de hemodinámica infantil del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. La compañía holandesa de tecnología médica suscribió el pasado enero un acuerdo para la adquisición de Capsule Technologies por 635 millones de dólares (530 millones de euros). La empresa estadounidense es actualmente uno de los principales proveedores mundiales de integración de dispositivos médicos, vigilancia clínica y supervisión de pacientes para hospitales y centros de salud. Capsule Technologies se integra en la división de cuidados conectados. Fundada en 1997, este grupo norteamericano cuenta con alrededor de 300 empleados y presta servicio a aproximadamente 2.800 hospitales.