El perfil del nuevo paciente

El futuro ya está aquí. Si algo parece haberse implantado en la sanidad, es el mayor número de herramientas que permitirán a los pacientes incrementar la búsqueda de información y el intercambio de esta con el equipo profesional sanitario. Además, la crisis sanitaria derivada del Covid-19 ha acelerado la implantación de cambios tecnológicos en la sanidad. Ahora, conceptos como presencialidad, telemedicina o 5G quieren marcar el ritmo durante los próximos años.

En este sentido, según el estudio La aceleración de la digitalización en salud: cinco predicciones sobre el sector salud para 2025 de la consultora Deloitte, en la España de prepandemia nueve de cada diez visitas al médico eran presenciales. En cambio, en septiembre de 2020, y con la movilidad parcialmente restablecida, sólo un tercio de los usuarios acudieron físicamente al médico.

Otra faceta que irá cambiando progresivamente es la frecuencia de visitas a las que se somete el paciente. Según Gerard Taboada, antiguo consultor asociado y jefe de innovación de Emea en Gallup, la aparición de la telemedicina y la generalización del uso de aplicaciones en red en la mayor parte de la población usuaria de la sanidad creará un paciente capaz de recibir e intercambiar información con los equipos médicos de forma mucho más frecuente.  

La atención al paciente será más ágil y repercutirá positivamente en el estado de salud del ciudadano

Esta circunstancia generará una flexibilidad en la noción actual del concepto de visita médica. Según asegura Taboada, las consultas adaptarán sus tempos y el canal de comunicación mutará dependiendo de las necesidades concretas de cada paciente, de sus patologías y del tratamiento a seguir. 

Además, esta interconexión garantizará el intercambio de datos en tiempo real con el equipo médico, con lo que la atención al paciente será más ágil. Todo esto acabará siendo positivo en el estado de salud general del ciudadano. 

Esta situación alterará los métodos de trabajo de los profesionales de la sanidad. Para Carme Carrión, doctora en Bioquímica y Biología Molecular, las innovaciones en el ámbito digital de la salud “generarán más trabajo a los profesionales de la sanidad y los obligará a ser más flexibles”. Otra circunstancia que Carrión añade es el hecho que los pacientes lleguen a estar más informados que un médico respecto a la enfermedad que el primero sufra. En el futuro, los profesionales estarán obligados a adaptarse a esta circunstancia.

En todo 2021 se producirán más de 400 millones de consultas médicas virtuales en todo el mundo

Todos estos cambios generarán unos cuidados más remotos, lo que disminuirá las barreras físicas y, con ello, reducirá la presencia media del paciente en los centros de salud. Además, se impulsarán las visitas con doctores, especialistas o equipos médicos en otros lugares de España e incluso en cualquier lugar del mundo.

 Deloitte prevé que en todo 2021 se producirán más de 400 millones de consultas médicas virtuales en todo el mundo.  A finales de 2020 y a pesar de estar todavía condicionados por el coronavirus, un 30% de la población usaba la telemedicina de manera exclusiva.