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¿España, sede de producción de vacunas?: mayor inversión y transferencia tecnológica

Los expertos apuntan que se ha demostrado la importancia de disponer en territorio nacional de capacidad productiva, por lo que hay que elevar la inversión en ciencia hasta el 2% del PIB.

D. P. / A. E.

26 abr 2021 - 04:58

¿España, sede de producción de vacunas?: mayor inversión y transferencia tecnológica

 

España, central de producción de vacunas contra el Covid-19. Más de un año después del estallido de la pandemia en el país, ya son cinco las compañías españolas que han anunciado acuerdos con algunas de las empresas que han desarrollado vacunas contra el Covid-19 para producirlas en territorio nacional.

 

Rovi fue una de las primeras. La farmacéutica madrileña alcanzó un acuerdo con Moderna, que desarrolló la segunda vacuna contra el coronavirus aprobada en la Unión Europea (UE) tras la de Pfizer y BioNTech. Rovi se encarga de la formulación, el llenado aséptico, la inspección visual automática y el etiquetado. Por su parte, Reig Jofre también se dedicará al llenado de viales con el activo de la vacuna de Janssen, filial en Bélgica de la estadounidense Johnson&Johnson.

 

La farmacéutica catalana dedicará el 80% de su capacidad a la fabricación de este producto, con estimaciones de producir 300 millones de viales al año a partir de junio. Insud Pharma se encarga del llenado y empaquetado de la vacuna de AstraZeneca, mientras que Zendal produce mil litros de antígeno a la semana de la vacuna de Novavax. Por último, Hipra anunció que fabricará 400 millones de dosis de su vacuna contra el Covid-19 en 2022.

 

Ante estos acuerdos provocados por una situación excepcional como una pandemia, los expertos abogan por un cambio para promover el tejido industrial farmacéutico español. Para ello, consideran que se debe aumentar la inversión en ciencia del 1,24% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020 hasta el 2%, aprovechar de forma eficiente los fondos europeos y desarrollar la transferencia tecnológica.

 

 

Más farmas para producir

Además de los laboratorios de Madrid, Barcelona, Guadalajara y Pontevedra que participan en distintas fases de la fabricación de los productos de Janssen, Moderna, AstraZeneca y Novavax, puede que se sumen más próximamente. Ángel Fernández, expresidente y director general de MSD en España, asegura que “España está muy involucrada en la producción de vacunas del Covid-19, es un gran ejemplo y referencia en el mundo”.

 

En la misma línea, Cristian Castillo, profesor de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en logística, apunta que casos como el de Hipra son “un claro ejemplo de la capacidad productiva y de talento que tenemos en el territorio nacional para hacer frente a la fabricación de vacunas”.

 

 

 

 

 

Sin embargo, esta situación asombra más a Cristina Leube, experta en la gestión y dirección de compras y servicios, logística y almacenes en hospitales públicos y privados, que considera “sorprendente que en España, un país con poca inversión en investigación y fabricación de vacunas para humanos, existen varias vacunas en fase de investigación avanzada”.

 

Leube asegura que hasta ahora “las vacunas eran la cenicienta de la industria farmacéutica y no eran objetivo prioritario de inversión”. Por su parte, Juanjo Infante, consejero delegado de Vaxdyn, cree que para que haya un mayor número de acuerdos debe haber alianzas entre dos desarrolladores, la empresa biotech o institución que genera el principio activo y una farmacéutica con capacidad de distribución global.

 

 

¿Cómo aprovechar la pandemia?

La duda tras estos acuerdos está en si esta situación será extraordinaria para dar respuesta a la pandemia o podría mantenerse en el futuro. Para conseguir este objetivo, los expertos indican que España debería “alcanzar, como mínimo el 2% de inversión del PIB en ciencia, una medida que cumplen la mayoría de potencias de Europa”, afirma Castillo.

 

También coincide con la misma opinión Fernández, que cree que los fondos europeos se deben aprovechar para “garantizar el sostenimiento de la inversión a medio y largo plazo y eligiendo bien los proyectos de inversión. El expresidente de MSD en España añade que, en el ámbito de manufacturación, “España aspira a ser considerado como un hub de excelencia”.

 

Por su parte, Leube asegura que los fondos europeos son un “empujón gigante para desarrollar el tejido industrial español”. Rosa Orriols, asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que la situación en España “de inversión, desarrollo e innovación es tristísimo”, por lo que hay que diseñar un plan y dotar de más recursos al sistema.

 

 

 

 

 

Además de utilizar los fondos europeos, Infante apuesta por “mejorar todo el sistema de transferencia tecnológica en España” y desarrollar la capacidad de desarrollo íntegro de la industria farmacéutica local. El consejero delegado de Vaxdyn cree que esta medida promovería que “los inventos que se generen en instituciones españolas fueran desarrollados en sus primeras fases por empresas nacionales”.

 

Por último, Leube se decanta por aumentar nuestra soberanía local de fabricación de vacunas y medicamentos. La experta considera la pandemia, que ha mostrado las carencias y debilidades españolas en producción de vacunas, “puede ser la chispa que encienda la llama de una gran inversión industrial”. Por el contrario, para Fernández el reto es consolidar España como país de referencia en la producción.