Entorno

La economía rusa surfea las sanciones en el primer año de guerra en Ucrania

Las empresas españolas han ido reduciendo su actividad en Rusia, a la vez que se van reduciendo las exportaciones al país, sin embargo, las importaciones se han duplicado de febrero a noviembre al mayor país del mundo. 

M. Tamayo

16 feb 2023 - 04:56

La economía rusa surfea las sanciones en el primer año de guerra en Ucrania

 

Rusia reescribe Crimen y Castigo. El inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022 dio el pistoletazo de salida a un torrente de sanciones al país más extenso del mundo. Las empresas occidentales han ido abandonando un país de 145,3 millones de personas y un consumo de hogares de 890.000 millones de dólares anual, según los últimos datos del Banco Mundial en 2021.

 

Las sanciones han lastrado la economía rusa en los primeros doce meses de la guerra, aunque el país se ha mantenido en superávit comercial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía rusa se contraiga en 2023, recortando su Producto Interior Bruto (PIB) un 2,3%, después de una caída más pronunciada en 2022, de hasta un 3,4%. A pesar de la incertidumbre que rodea el desempeño de Rusia los próximos años, el organismo estima que en 2024 la economía repuntará creciendo un 2,5%.

 

En España, el valor de las importaciones rusas se ha duplicado entre febrero y noviembre de 2022, pero para las empresas cada vez es más arriesgado operar. “Las compañías han de hacer un análisis previo riguroso antes de entrar en el país y contratar a bufetes especializados”, asegura Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores de España, que augura un año más complicado que el anterior para las empresas que quieran seguir operando en el país.  

 

“Las sanciones no van a irse de la noche a la mañana, así que hay que integrar esta relación con rusia en la estrategia a largo plazo de la compañía”, afirma Bonet. Coincidiendo con el primer año de la guerra, la Unión Europea prepara un nuevo paquete de sanciones, el décimo, en el que figuran nuevas prohibiciones a exportar por valor 11.000 millones de euros.

 

 

 

La Unión Europea (UE), a pesar de que no han frenado las importaciones en el país, sí que lo han hecho las exportaciones. De hecho, entre febrero y noviembre, las importaciones rusas al conjunto de los veintisiete aumentaron un 50%, mientras que las exportaciones descendieron un 39%, según datos recogidos por Politico. Antes de la guerra, las importaciones energéticas de los UE ascendían a 99.000 millones de euros anuales, un 62% de las importaciones del país euroasiáticos. “La estrategia energética de la UE es de secuenciación: primero satisfacer sus propias necesidades energéticas y después sancionar”, aclaran desde el think tank especializado en economía política con sede en Bruselas Bruegel.

 

La progresiva retirada de sus principales socios se ha visto amortiguada, además de por el repunte de las relaciones con China, con la gestión financiera del Banco de Rusia, aunque esto no libra al país de un efecto a medio y largo plazo. “La salida voluntaria de un gran número de empresas occidentales, la eventual disociación energética de la UE y la incapacidad de Rusia para encontrar clientes igual de buenos en otros lugares causarán graves daños a la economía rusa”, asegura Bruegel.

 

El castigo, que llegó a Rusia en forma de sanción financieras, hacia individuos o a exportaciones o importaciones y desde distintas partes del globo como la Unión Europea, Estados Unidos o Japón, ha tenido un efecto retardado. Las exportaciones del país no se han frenado y el superávit de enero a septiembre ha aumentado respecto al año anterior. A pesar las buenas señales inesperadas de la economía rusa, los expertos alertan que las restricciones tendrán un efecto más estructural que inmediato y que un país dependiente de la venta de materias primas es altamente vulnerable a las perturbaciones.

 

Detrás del superávit ruso hasta noviembre, que asciende a 198.400 millones de dólares, se encuentran el precio por las nubes de las principales exportaciones rusas y las menores importaciones desde el inicio de la guerra, según apuntan desde el think tank. Este incremento se debe a la subida de precios de materias como el gas natural, el carbón o el petróleo, que en el último año han compensado con creces el impacto de las sanciones.

 

Para comprobar la evolución de las importaciones rusas, el camino es más complicado. El país euroasiático no permite en sus portales oficiales retroceder más de febrero de 2022. Para hacerse una idea de la caída de las compras y el impacto de las sanciones, Bruegel propone el análisis de las exportaciones de sus principales socios, y señala que en marzo las importaciones rusas disminuyeron entre 8.000 millones de dólares y 9.000 millones de dólares en el primer semestre del año.