La pandemia obliga a cancelar más de 14.000 ciclos de reproducción asistida

La pandemia detiene los nacimientos. El Covid-19 obligó a cancelar más de 14.000 ciclos de reproducción asistida, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Durante marzo y abril las clínicas de reproducción asistida estuvieron cerradas, lo que supuso un descenso de 3.500 nacimientos anuales menos.

Se calcula que cada año un 9% de los bebés nacidos lo hace gracias a una técnica de reproducción asistida. A pesar del cierre, Fertilab Barcelona registró en el curso 2019-2020 una tasa de parto o de niño sano en casa que duplica la media de las clínicas españolas, según el último informe publicado de la SEF en 2018.

El indicador más importante para medir los resultados es el que indica la tasa de parto por ciclo en detrimento de los indicadores de beta positiva o el de gestación evolutiva mediante ecografía.

Fertilab registró una tasa de parto del 85,5% por ciclo

“Nosotros nos centramos en lo importante, que es que la paciente salga de la clínica con la seguridad de que el embarazo dará lugar a un bebé sano y que este sueño lo va a conseguir lo antes posible”, ha explicado Federica Moffa, directora médica de Fertilab Barcelona.

Fertilab Barcelona alcanzó una tasa de parto del 85,5% por ciclo, lo que significa que más de ocho de cada diez mujeres consiguieron ser madres tras un solo ciclo de fecundación in vitro con donación de óvulos. La tasa de éxito media de parto por ciclo de las clínicas españolas fue del 41,4%.

Respecto a los tratamientos de fecundación in vitro con óvulos propios durante el pasado ejercicio, Fertilab Barcelona estuvo cerca de multiplicar por tres los resultados de la media nacional. Según la SEF, la media nacional de tasa de parto por ciclo se situó en un 15,3%, mientras que los resultados de la clínica barcelonesa señalan que un 40,2% de sus pacientes dan a luz a un bebé tras un solo ciclo de este procedimiento.

Por otra parte, Fertilab apuntó el pasado noviembre a un crecimiento del 18% en 2020, hasta 5,1 millones de euros. La compañía barcelonesa cuenta con más de veinte años de experiencia y es propiedad de Jaume Martí y la bióloga Marta Antich. La empresa también ultimaba el contrato para mudarse y ocupar un nuevo espacio con más de mil metros cuadrados.