Entorno

La UB y la UPM lideran la creación de ‘spin offs’ de salud en España

Desde la Universidad de Barcelona han surgido empresas cotizadas como Oryzon Genomics o compañías que han levantado grandes rondas como Minoryx Therapeutics.

Albert Cadanet

10 jun 2019 - 04:58

La UB y la UPM: las universidades que lideran la creación de ‘spin offs’ de salud en España

 

Barcelona y Madrid pelean por ser el principal catalizador de empresas en el sector de la salud en España. Su red de centros de investigación y hospitales han posicionado a las dos ciudades más pobladas del país como auténticos referentes dentro de la industria sanitaria nacional. A su vez, las universidades instaladas en ambas metrópolis han conseguido atraer un polo de talento que ha impulsado un amplio número de proyectos, algunos altamente reconocidos.

 

Los dos centros que lideran la creación de spin offs en salud son la Universitat de Barcelona (UB) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), de donde han surgido 22 y 23 proyectos, respectivamente. El caso de la UB es especialmente llamativo: sus aulas han visto nacer empresas que ahora cotizan en bolsa (Oryzon Genomics) o compañías que han levantado rondas que han superado los 20 millones de euros (Minoryx Therapeutics).

 

“En el caso de la UB, la Facultad de Biología se ha mantenido muy activa a lo largo de su historia en investigación relacionada con salud; esto ha generado un caldo de cultivo que ha dado sus frutos”, señala Jose Conde, jefe del área de Creación de Empreses de la Fundación Bosch i Gimpera (FBG), la oficina de transferencia de la UB. Con todo, existen otros territorios que pisan los talones a las dos universidades de referencia en el ámbito de la salud española.

 

 

Según datos facilitados por los propios centros, la Universidad de Compostela ocupa la tercera posición de este ránking, con un total de 17 start ups creadas en los últimos 20 años. La primera empresa que surgió de un departamento vinculado al centro gallego data de 1999 y recibe el nombre de Keramat. La compañía, todavía activa, se centra en el diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de biomateriales cerámicos para regeneración ósea.

 

Valencia y Andalucía son otras de las regiones que acogen a otras de las facultades con unos mayores niveles de transferencia en España. Desde la Universidad Miguel Hernández de Elche se han creado 12 spin offs, las mismas que han surgido en la Universidad de Málaga. En estas comunidades también se encuentran la Universidad de Sevilla (5 empresas) y la Universidad de Valencia (7 empresas).

 

Aunque nazcan empresas en todas las comunidades, Barcelona sigue siendo la meca del sector. “En la ciudad hay una gran concentración de fondos de inversión; la mayoría de proyectos pasan por aquí”, comenta Jose Conde. A excepción de Columbus Venture Partners, que ha cerrado operaciones en Navarra, los principales agentes se concentran en la capital catalana.

 

 

A pesar del ecosistema creado, el responsable de la Fundación Bosch i Gimpera opina que el número de iniciativas surgidas de las facultades podría ser mucho más elevado. “Estamos al frente de la investigación en Europa, pero todavía estamos lejos en lo que respecta a los niveles de trasferencia”, comenta el directivo.

 

Conde señala que las universidades deberían fomentar la creación de equipos dotados de un mayor grado de madurez e involucrar a más profesionales del sector. Además, considera un paso clave el reconocimiento de la figura del “investigador emprendedor”, un título que permitiría a los investigadores reducir su carga docente para centrarse en aquellos proyectos susceptibles de convertirse en empresa.

 

Pese a que los niveles de transferencia no hayan llegado a su máximo potencial, el futuro presenta signos para ser optimista. “En la medida que vayan apareciendo fondos de inversión, la creación de empresas va a recibir un fuerte estímulo”, señala Conde. En este sentido, sólo en 2019 han surgido tres fondos impulsados por Asabys, Columbus e Invivo con un capital total de 180 millones de euros.