Entorno

Los tambores de recesión anticipan una reforma en el sistema sanitario estadounidense

Astrazeneca, Novartis y GSK son las compañías farmacéuticas del Viejo Continente más expuestas a los cambios de regulación que puedan realizarse en Estados Unidos, mientras que Roche o Sanodi cuentan con un negocio más reducido en el país.

M. Tamayo

20 oct 2022 - 04:54

Los tambores de recesión anticipan una reforma en el sistema sanitario estadounidense

 

 

 

Tiempo de crisis, tiempo de cambios, al menos por lo que respecta al sistema sanitario estadounidense. Las últimas veces que el país norteamericano ha registrado recesiones económicas y el gasto sanitario ha aumentado a mayor velocidad que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se han producido reformas integrales del sistema sanitario, según el artículo The uncertain future of US healthcare realizado por McKinsey. La incertidumbre también alcanza al farma europeo.

 

Por ahora, con la subida de precios histórica en el país, el Ejecutivo ha impulsado la Ley de Reducción de la Inflación que altera el terreno de juego para las farmacéuticas, con un Estado más presente en el sistema. La medida señala que el Gobierno federal podrá negociar los precios de los medicamentos con los fabricantes, productos de los que se beneficiaran los usuarios del programa social Medicare en 2026. Además, estos mismos usuarios sólo podrán gastar hasta 2.000 dólares (2.030 euros) en medicamentos recetados.

 

Este no tiene por qué ser el único cambio en el sistema estadounidense. Ante los tambores de recesión de la primera potencia del mundo, que ya encadena dos trimestres de crecimiento negativo, “el potencial cambio del sistema sanitario aumenta”, según McKinsey. Ya se llevaron a cabo reformas tras la crisis del petróleo en 1973 y 1974 y se volvieron a producir en 1990. La última vez que los estadounidenses sacaron adelante una reforma de gran magnitud en el sector sanitario fue en 2010, tras el inicio de la Gran Recesión.

 

Con las medidas de la Ley de Reducción de la inflación, la británica Astrazenaca, la suiza Novartis o la británica GSK son tres las compañías europeas del sector más expuestas a un cambio de fiscalidad de la primera economía del mundo, según datos de Credit Suisse.

 

 

 

 

Astrazeneca será la que registre una caída mayor de sus beneficios tras las negociaciones con el Estado para fijar el precio de compra de los medicamentos, según Credit Suisse, mientras que Novartis puede verse fuertemente perjudicada por el precio tope de los medicamentos. Por su parte, de entre las grandes farmacéuticas europeas, GSK es la que concentra un mayor volumen de ventas en Estados Unidos.

 

Por el contrario, la francesa Sanofi, la suiza Roche y la alemana Bayer son las que menos tienen que perder con la nueva medida estrella de la Casa Blanca. Apenas se verán influenciadas por el resultado de las negociaciones con el Estado y Bayer es la farma europea con menor exposición al mercado estadounidense.

 

La consultora estadounidense calcula que, en 2027, los costes de la asistencia sanitaria en Estados Unidos pueden incrementarse en 590.000 millones de dólares (599.057 millones de euros) más que el proyectado antes de la pandemia, de 5,8 billones de dólares, debido al auge de la inflación y a la escasez de personal clínico.

 

En total, se estima que empleadores, consumidores y gobierno pueden poner un riesgo 450.000 millones de dólares (456.908 millones de euros) en Ebitda, más de la mitad del total de beneficios previstos para 2027. Aun así, la consultora señala que existe una oportunidad de aumentar sus beneficios en un billón de dólares si se invierte la transformación de la atención sanitaria, productividad clínica, tecnología y simplificación administrativa.