Entorno

‘Medtech’ y ‘biotech’: un matrimonio bien avenido con un gran camino por recorrer

Ambas industrias registran crecimientos similares y su complementariedad es indudable. Con todo, los expertos señalan que su potencial económico todavía no ha despertado.

Albert Cadanet

26 jun 2019 - 04:56

‘Medtech’ y ‘biotech’: un matrimonio bien avenido con un gran camino por recorrer

 

Los sectores medtech y biotech forman un matrimonio bien avenido. Cada industria tiene sus particularidades, aunque ambas se necesitan para seguir avanzando. Durante los últimos años, las dos actividades han exhibido su fortaleza y, para muchos inversores, son algunos de los sectores que pueden ofrecer una mayor rentabilidad.

 

Según el portal de estadísticas de mercado Statista, el crecimiento en la cifra de negocios de las industrias medtech y biotech superará ampliamente los dos dígitos durante los próximos seis años. En 2018, las empresas especializadas en medtech registraron una facturación de 433.700 millones de dólares (380.800 millones de euros), un valor que podría elevarse un 37,1% en 2024, hasta los 594.500 millones de dólares (522.000 millones de euros) en 2024.

 

El negocio en el campo de la biotecnología exhibe unas cifras similares. Según Statista, las diez mayores empresas del sector biotech alcanzaron unos ingresos de 177.500 millones de dólares (155.800 millones de euros) en 2018. Las previsiones para 2024 indican que esta cantidad experimentará un alza del 20,7% y superará los 214.000 millones de dólares (188.200 millones de euros).

 

 

Las similitudes entre ambos sectores no son casualidad. “En un entorno cada vez más tecnológico, las empresas buscan nuevas fórmulas para el descubrimiento de nuevos fármacos”, comenta a PlantaDoce Jordi Naval, director general de Biocat. El descubrimiento de fármacos solía realizarse mediante experimentos in vitro. “Ahora, las compañías cuentan con otra fórmula: los experimentos virtuales”, comenta Naval.

 

La industria medtech ha conseguido desarrollar plataformas capaces de simular la interacción de inhibidores con distintas moléculas para comprobar su efectividad. Este tipo de software se encuentra en las instalaciones de grandes empresas como Almirall, que cuenta con uno de los mayores centros de investigación farmacéutica a escala global.

 

Pero la relación entre medtech y biotech va más allá del laboratorio. “Existen compañías que quieren desarrollar kits de diagnóstico como complemento a las terapias; estos kits también disponen de elementos propios del medtech”, puntualiza el consejero delegado de Biocat. Pharma Mar es uno de los grupos que ha optado por esta fórmula. La compañía desarrolló una serie de dispositivos para facilitar el diagnóstico del papiloma humano en colaboración con la china HuaSin para comercializar este producto en el gigante asiático.

 

 

Aun así, los acuerdos de colaboración entre los dos sectores todavía no han despertado todo su potencial. Para Naval, de hecho, el camino que recorren juntos “no ha hecho más que empezar”. En este sentido, el directivo destaca que el mayor reto para las dos industrias consiste en trasladar todos estos conocimientos a gran escala, es decir, al conjunto de los sistemas sanitarios.

 

En este entorno, la compra pública innovadora se presenta como una de las fórmulas más efectivas para que estas tecnologías den el salto definitivo hacia otros campos. Aunque la presencia de estos métodos de licitación todavía es incipiente, distintas comunidades ya han empezado a desarrollar proyectos con el objetivo de optimizar al máximo todos los recursos disponibles.