Entorno

Ocho puntos en Letonia y tres décimas en Francia: mapa del impacto del IPC en la desigualdad

El Banco Mundial insta a los Gobiernos de los países de Europa y Asia a desarrollar ayudas específicas para aplacar los golpes de la inflación considerando las diferencias entre los hogares con rentas altas y los hogares con rentas bajas.

A. Martínez

11 abr 2023 - 04:56

Ocho puntos en Letonia y tres décimas en Francia: mapa del impacto del IPC en la desigualdad.

 

La inflación acentúa la diferencia de clases. Entre junio de 2021 y final de 2022, los hogares con rentas bajas redujeron sus ingresos reales dos puntos más que los hogares con rentas altas en Europa y Asia Central. Sin embargo, las diferencias entre países fueron notables: mientras en Letonia las rentas bajas redujeron en ocho puntos sus ingresos respecto a las altas, en Francia y Alemania lo hicieron tres décimas, según el informe Weak Growth, High Inflation, and a Cost-of-Living Crisis, elaborado por el Banco Mundial.

 

En la media de los países de la Unión Europea (UE) la diferencia se redujo hasta 1,6 puntos de distancia entre hogares con rentas altas y hogares con rentas bajas. Noruega y España nadaron a contracorriente, y las rentas más altas anotaron un impacto 0,3 puntos mayor que las bajas, mientras que en Grecia anotaron el mismo descenso.

 

Junto a Letonia, los países que anotaron una mayor diferencia entre rentas altas y bajas fueron Montenegro, Macedonia del Norte, Moldavia y Lituania, con una distancia entre las rentas bajas y las altas de cinco puntos. Les siguió Irlanda, con una diferencia de cinco puntos.

 

 

El efecto de la subida de precios, especialmente en artículos de primera necesidad, está erosionando la renta disponible en todos los hogares del continente europeo y asiático, “pero la situación es especialmente grave en los hogares vulnerables”, tal y como señala la institución.

 

Para el Banco Mundial, dicho socavamiento de los ingresos reales se observa en el precio de los alimentos, la energía, el encarecimiento de las hipotecas y los alquileres o la subida de los precios de los servicios. En 2023, el 93% de los europeos identifica la inflación como su mayor preocupación.

 

Para combatir el alza en los precios, diversos países han desarrollado ayudas a los hogares. En concreto, países como Croacia o Polonia proporcionaron subvenciones a la energía, Moldavia, Rumanía o Macedonia incrementaron los complementos salariales a los hogares más pobres, Azerbaiyán y Bosnia aumentaron los sueldos del sector público y Francia, Alemania o Italia pagaron parte de los costes de los hogares en materia energética.

 

 

En España, el Gobierno ha aprobado una ayuda de 200 euros anuales para paliar la inflación en los hogares con rentas más bajas, ha rebajado el IVA de los productos de primera necesidad y ha reducido los impuestos de electricidad y gas, además de ejecutar una revalorización de las pensiones del 8,5%.

 

Sin embargo, el Banco Mundial insta en su informe a que los diferentes Gobiernos de los países desarrollen una ayuda específica para combatir la inflación, centrada en aplacar las diferencias entre los hogares de mayores rentas y los de menores rentas.

 

 

El organismo señala que los programas de los Gobiernos para paliar la inflación no han capturado con precisión los cambios en el coste de vida de los diferentes segmentos de población y asegura que “el uso de indicadores de inflación que reflejen el coste de la vida real e las rentas más bajas es esencial para diseñar políticas que alivien la pobreza en la región”.

 

Para 2023, la institución prevé que la crisis del coste de vida siga imparable en la región. En concreto, el aumento en los precios de la energía, los alimentos y otros bienes básicos aumentará la tasa de pobreza hasta el 10,8% en Europa y Asia. Además, los países deberán combatir la escasez de mano de obra, que está afectando a la producción y la competitividad de la industria frente a otras regiones.

 

El organismo también señala que el crecimiento económico en Europa y Asia Central será del 1,4%, dos décimas más que en 2022, aupado por una menor contracción económica de Rusia y la moderación de la caída en la producción de Ucrania.