Las farmacias denuncian “estancamiento” en el precio de los medicamentos
En 2023, el Sistema Nacional de Salud gastó 12.712 millones de euros en recetas, una cifra que no se veía desde 2009. Sin embargo, se han necesitado un 20% más de recetas para lograrlo: el precio de los fármacos está estancado.
14 may 2024 - 05:00
Desde 2009, la inflación en España ha crecido un 34,2%. Sin embargo, la facturación de las farmacias en la venta de fármacos sólo ha aumentado un discreto 1,65%. ¿A qué se debe este fenómeno? “Es un dato patético”, dispara Enrique Granda, director del Observatorio de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe), en uno de sus informes mensuales. En 2023, el Sistema Nacional de Salud (SNS) gastó 12.712,8 millones de euros en recetas, la cifra más alta registrada nunca en España, superando los 12.506 millones facturados en 2009. Aun así, la fotografía actual dista mucho de la que había hace catorce años. A pesar de que las farmacias han movido una cantidad similar de dinero, han necesitado casi un 20% de recetas más para conseguirlo, según cálculos de PlantaDoce a partir de datos del Ministerio de Sanidad.
Durante los últimos años, si bien el número de recetas ha aumentado, no lo ha hecho su importe. De media, las recetas de ahora comportan casi tres euros menos de gasto que en 2009, según cifras de la administración: de 13,39 euros por receta a 11,36 euros. “Poco podemos celebrar”, resume crítico el director del Observatorio de la Fefe. El precio de venta de los fármacos está casi estancado, pero los costes de producción de los laboratorios han aumentado. Esto, según Granda, repercute en negativo al problema de desabastecimiento de algunos fármacos que reconoce la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
“Para solucionar la falta de medicamentos, una medida principal podría ser la revisión de sus precios, especialmente de los más antiguos”, apunta. De esta forma, el director cree que las farmacéuticas podrían mitigar el aumento del coste de las materias primas y del material. Sin embargo, la última vez que España realizó una revisión general al alza de los precios de referencia de los medicamentos fue hace 41 años, en 1983, cuando los subió un 8% de media.
Desde entonces, los retoques del gobierno han sido a la baja, a pesar de las advertencias del sector. El último cambio fue en octubre de 2023 y siguió la misma línea. “La nueva Orden de Precios de Referencia producirá un ahorro estimado de 217,54 millones de euros: 160,41 millones en medicamentos hospitalarios y 57,13 millones en medicamentos dispensados en oficinas de farmacia”, anunció el gobierno en una nota de prensa. El precio mínimo para un fármaco está fijado desde hace años alrededor de los 1,60 euros, pero el sector critica que no es suficiente para hacer frente al incremento de costes de su producción y distribución.
¿Quién decide los precios y cómo lo hace?
En España, el organismo responsable de fijar los precios de los medicamentos es el Gobierno, a través de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos. “Se trata de un mercado intervenido”, aclara Granda. En esta comisión, intervienen representantes de tres ministerios: los de Industria, Comercio y Turismo; Hacienda y Economía y Empresa. También se les da voz a los representantes autonómicos, que participan en ella de forma rotatoria. Pero, ¿cómo deciden a qué precio se debe dispensar un medicamento en las farmacias?
“La compañía titular del medicamento, una vez aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos o por la agencia española, presenta una solicitud de precio”, describe en un informe la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria). Una vez la administración tiene sobre la mesa la propuesta del laboratorio, la analiza y emite un estudio para que la comisión pueda dictaminar el precio, teniendo en cuenta varios criterios, fijados en la Ley de Garantías. Entre ellos están la gravedad de las patologías a las que va dirigido el fármaco, el beneficio clínico, terapéutico y social que produce y la existencia de otros medicamentos parecidos.
La comisión también tiene en cuenta el grado de innovación del medicamento. Además, el precio que propone el laboratorio ya tiene en cuenta factores como la inversión en tiempo y dinero que ha necesitado para investigarlo, desarrollarlo y producirlo. De hecho, en España, si bien el coste de los medicamentos no ha subido, sí que, a nivel mundial, lo ha hecho el coste medio que invierten las farmacéuticas en innovación y desarrollo para crear un fármaco. En la última década, casi se ha duplicado: de los 1.296 millones de dólares en 2013 a los 2.284 millones en 2023, tal y como refleja un estudio reciente de Deloitte.
El sistema de fijación de precios intenta tenerlo en cuenta. “En el caso de los medicamentos innovadores de eficacia probada, el precio debe garantizar un adecuado retorno de la inversión a la compañía farmacéutica que lo investiga, desarrolla y produce, ya que, como es lógico en cualquier empresa, la rentabilidad es clave para garantizar su viabilidad y continuidad”, especifica Farmaindustria. “En el caso del sector farmacéutico es un requisito indispensable para que el laboratorio pueda seguir desarrollando su actividad e investigar y desarrollar nuevos fármacos en el futuro”, añade.