Entorno

Trump vs Biden: el último ‘ensayo’ para liderar la gran potencia anti Covid-19

El actual presidente de Estados Unidos, así como el candidato demócrata ultiman sus opciones para presidir la Casa Blanca, mientras farmacéuticas como Moderna y Pfizer sacan pecho en la carrera por la vacuna contra el coronavirus.

D. Punzano

30 oct 2020 - 04:58

Trump vs Biden: el último ‘ensayo’ para liderar la gran potencia anti Covid-19

 

Donald Trump y Joe Biden ultiman sus opciones para presidir Estados Unidos. El actual presidente y el demócrata Joe Biden buscan la gran potencia anti Covid-19, mientras farmacéuticas como Moderna y Pfizer sacan pecho en la carrera por desarrollar la vacuna contra el coronavirus.

 

El presidente de Estados Unidos ha tenido que lidiar con la gestión del coronavirus en su último año de mandato. Trump, a pesar de presidir el país que acumula más contagios del Covid-19 en el mundo, ha conseguido frenar la caída del Producto Interior Bruto (PIB) y situarse como la segunda gran economía que mejor soportará el golpe de la pandemia tras China.

 

Las restricciones impuestas en Estados Unidos, sin llegar a un cierre total como ocurrió en la mayoría de países europeos, y los paquetes de estímulos de Trump mejoraron ligeramente las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, el PIB del país registró una caída récord del 9% en el segundo trimestre frente al mismo periodo del año anterior.

 

El FMI también indicó que la previsión de la mayor economía del mundo es que se contraiga un 4,3% en 2020 y que se recupere un 3,1% en 2021. De todas formas, la estimación del PIB de Estados Unidos para el próximo año es mejor incluso que la registrada en 2019, que supuso una variación anual positiva del 2,2%.

 

 

 

El coronavirus también puso fin al mayor periodo de crecimiento económico de Estados Unidos. Según informó la Oficina Nacional de Investigación Económica (Nber, por sus siglas en inglés), el país entró en recesión el pasado febrero y dio por terminada una racha de 128 meses consecutivos de expansión, un periodo que comenzó en junio de 2009.

 

Para contrarrestar el impacto del Covid-19, Estados Unidos aprobó un paquete de medidas de estímulo de 2,2 billones de dólares. El mayor plan de estímulos de la historia del país representó el presupuesto de alrededor del 10% del PIB de Estados Unidos y fue más del doble que el aprobado en la recesión de 2008.

 

El acuerdo incluyó ayudas directas a las familias, fondos para mejorar y ampliar la cobertura del desempleo, así como cientos de miles de millones de dólares en forma de préstamos blandos a empresas y fondos para ayudar a los estados y ciudades a afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria.

 

Trump, negacionista de la pandemia y que se resistió a utilizar la mascarilla hasta que Estados Unidos se convirtió en el país más afectado del planeta, también se contagió de coronavirus. El presidente del país contrajo la enfermedad a principios de octubre y una semana después se recuperó.

 

 

 

“Creo que fue una bendición divina que pillara el coronavirus”, afirmó Trump, que tuvo que ser hospitalizado y pidió que le administraran el medicamento Regeneron, un fármaco definido como un cóctel de anticuerpos en fase experimental. Trump es uno de los 8,8 millones de casos confirmados de Covid-19 de Estados Unidos, que también acumula más de 227.000 muertos desde el inicio de la pandemia, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

 

Trump intentó por todos los medios llegar a las elecciones con una autorización de emergencia de alguna de las vacunas candidatas contra el coronavirus. El presidente de los Estados Unidos incluso amenazó con vetar las duras normas de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés).

 

Tanto Moderna como Pfizer son las dos compañías más avanzadas en el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19. La biofarmacéutica señaló que esperaba tener los primeros resultados de su fármaco en noviembre, aunque no especificó si antes de las elecciones y que esperaba que Estados Unidos autorizase el uso de emergencia del fármaco en diciembre.

 

Por su parte, Pfizer afirmó a mediados de octubre que su vacuna estaría lista en noviembre. La farmacéutica estadounidense estaba preparada para solicitar la autorización de uso de emergencia del fármaco siempre y cuando los últimos ensayos demostraran su seguridad.

 

 

 

Estados Unidos adquirió en julio más de 500.000 dosis de remdesivir, el medicamento antiviral para el tratamiento de pacientes hospitalizados con coronavirus. Gilead consiguió la aprobación de la FDA para su fármaco recientemente, mientras que la Comisión Europea también autorizó su venta el pasado julio, tras la luz verde de la Agencia Europa del Medicamento.

 

El Gobierno de Estados Unidos también aprobó en julio el pago de 1.600 millones de dólares a Novavax para la vacuna del Covid-19. El acuerdo incluía la realización de pruebas, la comercialización y la fabricación con el objetivo de garantizarse el suministro de cien millones de dosis en 2021.