Cataluña repetirá el concurso de terapias respiratorias domiciliarias, valorado en 50 millones anuales

La Generalitat de Catalunya volverá a probar suerte. El Ejecutivo autonómico repetirá el concurso de terapias respiratorias domiciliarias (TRD), un concurso que se ha quedado en stand by durante las dos últimas legislaturas en la comunidad. Se trata de la mayor licitación para la sanidad catalana, con un presupuesto anual de 50 millones de euros que tiene previsto atender a 130.000 pacientes.

Según fuentes empresarias del sector de la oxigenoterapia consultadas por Economía Digital, el Servicio Catalán de Salud (CatSalut) les ha anunciado que convocarán un nuevo concurso antes de septiembre de este año.

La licitación ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza durante los últimos años para el departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya. En 2015, bajo el mandato de Boi Ruiz como consejero, el Gobierno autonómico convocó el concurso, que fue adjudicado provisionalmente en verano de 2016, con Toni Comín al frente de la consejería.

El grupo alemán Linde y la italiana Vivisol se adjudicaron 17 de los 18 lotes en la última licitación que cerró el Ejecutivo catalán

Al siguiente año, en verano de 2017, Comín decidió anular la adjudicación por deficiencias en los pliegos de condiciones. Tras este anuncio, la Generalitat aseguró que repetiría el concurso al cabo de tres meses, pero la destitución del Gobierno catalán y la aplicación del artículo 155 aplazaron su celebración.

El concurso lanzado en 2015 estaba dividido en 18 lotes, 12 de los cuales fueron adjudicados al grupo alemán Linde y cinco a la italiana Vivisol. El lote restante, correspondiente a la demarcación del Pirineo, fue encomendado a Oxigen Salud.

Una vez se conocieron los resultados, las empresas que hasta la fecha se encargaron del suministro de TRD alzaron su voz. Esteve, Air Liquide, Oxigen Salut y Oximesa señalaron que era “imposible” presentar rebajas en el precio de la licitación de hasta un 38% sin que se resintiera la calidad del servicio.

Tras estas quejas, la Generalitat de Cataluña decidió anular el concurso. Ante estos hechos, Linde y Vivisol interpusieron una demanda al Gobierno autonómico que todavía sigue pendiente de resolución.