Sala de espera
El corazón y la razón, más unidos
Los adultos entre los veinte y treinta años que hayan pasado algún tipo de trastorno mental tienen más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o ictus, según un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología.
¡A cuidar nuestra salud mental! Un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología (SCS) ha identificado que las personas con una edad menor a los cuarenta años que hayan sufrido algún tipo de trastorno mental tienen mayores probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o ictus.
El ensayo clínico fue realizado a más de seis millones de personas en toda Europa. Los datos arrojaron que uno de cada ocho participantes entre los veinte y 39 años padecía algún tipo de enfermedad mental como la depresión, insomnio o ansiedad. Todos estos problemas se complementaban con anomalías cardiovasculares como un infarto o ictus.
La conclusión del estudio es que estas personas deberían hacerse revisiones periódicas y medicarse para prevenir futuros ataques al corazón. Los participantes con algún trastorno mental tenían un 58% de probabilidades de sufrir ataques cardiovasculares y un 42% más de riesgo de poder sufrir un ictus que los no padecen ninguna patología mental.
La depresión, ansiedad y esquizofrenia se asocian a poder tener un mayor riesgo de infarto de miocardio, mientras que la depresión e insomnio tiene más relación a padecer ictus. Los pacientes con enfermedades mentales tienen la probabilidad de que su vida sea más corta que la población general, por problemas cardiovasculares que pueden presentarse.