La conectividad 5G irrumpirá en la mejora de la asistencia sanitaria

La quinta generación de teléfonos móviles ya está en el laboratorio. Tal y como ocurrió antes con la conectividad 3G, la 4G será sustituida progresivamente por la 5G y la eSalud será uno de los sectores que podrán obtener mayor rédito de este avance tecnológico.

De acuerdo con la compañía farmacéutica Sanofi, la conectividad 5G permitirá optimizar las videoconferencias formativas o las iniciativas de telemedicina y asistencia remota, al mejorar la conexión y la resolución de la imagen. 

El 5G también ayudará a los robots especializados en intervenciones quirúrgicas, que responderán más rápido a las instrucciones que se le transmitan. Otro ámbito que acelerará su desarrollo gracias a la transmisión de datos en 5G serán los denominados fármacos inteligentes, camino abierto hace tan sólo dos meses con la primera pastilla digital, comercializada en Estados Unidos bajo el nombre de Abilify MyCite.

La previsión es que los primeros despliegues comerciales de la conectividad 5G se inicien en 2020. El motivo de este retraso es común en los países de la Unión Europea: los 28 tienen pendiente fijar el estándar común a que se acogerán todos los operadores, así como definir la banda del espectro radioeléctrico que ocuparán los servicios.