La española Tigenix releva a su consejero delegado tras pasar a manos de Takeda

Cabio de líder en Tigenix. La biofarmacéutica hispanobelga, especializada en la explotación de las propiedades antiinflamatorias de células madre, ha nombrado a Sebastian Wehle como nuevo consejero delegado, en sustitución de Eduardo Bravo, quien ha pilotado la compañía en los últimos trece años.

La operación se produce después de que el grupo japonés Takeda se haya hecho con el control de la compañía al haberse completado con éxito el primer periodo de aceptación de la oferta pública de adquisición (opa) lanzada sobre Tigenix.

Takeda, cuya oferta valora Tigenix en 520 millones de euros y que tenía el beneplácito de la empresa hispanobelga, ha colocado a uno de sus ejecutivos al frente de esta compañía. Según ha informado a través de un comunicado, Sebastian Wehle toma el cargo de consejero delegado y liderará la gestión junto a Claudia D’Augusta, vicepresidenta financiera de Tigenix. El objetivo de Takeda es “garantizar la integración de las operaciones de Tigenix en Takeda de forma fácil y fluida, según lo establecido por la ley”.

Wehle lidera actualmente las actividades de fabricación y suministro de Alofisel para Takeda. Tiene un doctorado en tecnología farmacéutica en el área de formulación de inhaladores con dosificadores. Se unió a Takeda en 2012 como director de producción, tras desarrollar su carrera profesional en compañías como Nycomed y Altana.

Tigenix tiene como origen a la antigua firma española Cellerix, fundada por la ex ministra Cristina Garmendia, que tras la integración con la belga Tigenix pasó a cotizar en Bruselas. No obstante, la investigación continúa desarrollándose en los laboratorios madrileños de Tres Cantos.