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M.J. Ribal: (Serrate y Ribal): “La toxicidad financiera en medicina viene de la tecnología y la ‘farma’”

María José Ribal, jefa de servicio del Instituto de Urología Serrate y Ribal, afirma que en la actualidad existe un “un mayor número de plazas que urólogos” en el Sistema Nacional de Salud español y opina que la tecnología debe de continuar implementándose en la industria.

A.Escobar

1 mar 2018 - 04:55

M.J. Ribal: (Serrate y Ribal): “La toxicidad financiera en medicina viene de la tecnología y la ‘farma’”

 

María José Ribal es licenciada en Medicina, especialista en cirugía mayor urológica-oncológica, cirugía laparoscópica urológica y trasplante renal, así como en investigación genética de los tumores urológicos. Ribal es la jefa de servicio, junto a Serrate, del Instituto de Urología Serrate y Ribal de Barcelona. Ribal, quien también dirige la unidad multidisciplinar de Uro-Oncología del Hospital Clínic de Barcelona, opina que el envejecimiento de la población provocará un mayor número de intervenciones en el ámbito de la urología.

 

Pregunta: ¿España es un país avanzado en investigación en urología? ¿Con qué países se puede comparar?

Respuesta: La sanidad en España es pionera y muy competitiva. La formación sanitaria española es una de las mejor valoradas dentro de Europa porque tiene un sistema MIR que garantiza una formación homogénea de los especialistas. Respecto a la educación académica en urología, cumple exactamente lo que se cumple en el resto de áreas médicas. Los big five de la urología en Europa son Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido.

 

P.: ¿Dispone España de suficientes profesionales dedicados a esta industria? ¿Qué consideración tienen?

R.: Hay un hándicap, ya que de los países citados anteriormente España es el que menos paga a sus profesionales sanitarios que trabajan para el sistema público. Esta situación repercutirá en que muchos profesionales decidan trabajar en la sanidad privada y abandonen la pública. Ahora mismo España tiene un mayor número de plazas que urólogos en el Sistema Nacional de Salud.

 

 

 

 

P.: ¿Percibe el sector el denominado turismo sanitario? ¿Hay pacientes que vienen de otros países a tratarse en España?

R.: Sí se percibe el turismo sanitario, y la mayoría de pacientes extranjeros proceden de países del este y de los países árabes.

 

P.: ¿El sector de la urología en España es una industria avanzada tecnológicamente? ¿Se necesita una mayor penetración de técnicas y sistemas de robotización en intervenciones quirúrgicas?

R.: La tecnología es muy importante en urología. Es una especialidad pionera, porque cuando nadie operaba a través de orificios naturales, los urólogos fueron los primeros que entraron a través de la uretra y operaron la próstata y tumores de vejiga. Es una especialidad que per se es pionera, puesto que hace más de 125 años de la primera resección transuretral (RTU). El 90% de la cirugía robótica es urológica; la única cirugía que durante mucho tiempo ha estado haciendo el robot Da Vinci ha sido la del cáncer de próstata. Esta tecnología debe de seguir implementándose, y ahora observamos cómo otras especialidades van a rebufo de la urología en este sentido.

 

P.: ¿El sector privado es importante en este sector? ¿Y el sector público? ¿Cuáles son las principales diferencias entre los dos?

R.: En España predomina la sanidad pública. El sector privado depende de tecnología; necesitamos laparoscopias e instrumentos flexibles, por ejemplo. Uno de los ámbitos en los que la sanidad privada puede crecer más es en especialidades como la urología, donde las listas de espera no son tan largas como puede ocurrir en la sanidad pública.

 

 

 

 

P.: ¿Cómo va a afectar el cambio demográfico al sector en España?

R.: Habrá un mayor número de intervenciones. Para 2050 se prevé que la población mayor de cien años aumente en un 300%, mientras que la población mayor de 85 años aumentará en un 150%. Hay mucha patología urológica ligada a la edad, como el cáncer de próstata o la incontinencia urinaria. A medida que más envejece la población, aumenta la demanda para solucionar este tipo de patologías.

 

P.: ¿Es una industria cara? ¿Cuánto puede costar de media una intervención en España y en otros países?

R.: Depende porque hay distintos análisis de coste-efectividad. Una radioterapia es mucho más cara que una cirugía en urología. Hoy en día se habla de toxicidad financiera en la medicina y viene por dos vías: la tecnológica y la farma, que encarece la sanidad. Una cistoscopia en la sanidad pública puede representar un coste de 250 euros, y una cirugía por robot unos 20.000 euros. En el ámbito privado, una cirugía robótica puede representar un coste de 30.000 euros.

 

P.: ¿Cómo ha evolucionado el mercado en España en los últimos años? ¿Se ha reducido el número de tratamientos médicos?

R.: Es un sector bastante anticíclico. Cuando llega la crisis y quizá la sanidad pública se ralentiza mínimamente, la manera de compensarlo es con un incremento de la sanidad privada.

 

P.: ¿Hay interés por parte de fondos de inversión para invertir en esta industria?

R.: En el ámbito de la urología no porque es un sector más enfocado en el especialista. Es difícil que el sector pueda tener economías de escala.