Grifols consigue la autorización de Estados Unidos para dar entrada a GIC

Grifols y GIC, último empujón para cerrar su acuerdo. El fondo soberano de Singapur y la farmacéutica catalana han recibido todas las autorizaciones regulatorias necesarias, entre las que destaca la aprobación del Comité para el Control de las Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (Cfius, por sus siglas en inglés), para formalizar de oficio su acuerdo anunciado el pasado junio, según ha informado la empresa en un comunicado.

Como resultado, GIC realizará una inversión de 990 millones de dólares en Biomat, filial estadounidense de Grifols, centrada en la producción de hemoderivados y que opera 300 centros de plasma en Estados Unidos.

El fondo soberano de Singapur se ha hecho con una participación minoritaria de Biomat, a través de la adquisición de acciones preferentes sin derecho a voto de nueva emisión. En junio, Grifols y el fondo soberano de Singapur anunciaron un acuerdo por el que GIC invertiría 840 millones de dólares en Biomat, con el objetivo de aplacar su deuda.

Como contraprestación, GIC recibirá diez acciones ordinarias clase B de la filial de Grifols y nueve acciones ordinarias clase B de una sociedad subholding de nueva creación. Estas participaciones representan el 23,8% del capital social de Biomat.

Grifols seguirá controlando todos los aspectos relacionados con la gestión de su filial y la operativa de los 300 centros

Aun así, Grifols seguirá controlando todos los aspectos relacionados con la gestión de su filial y la operativa de los 300 centros de obtención de plasma que conforman su red. Por lo tanto, todo el plasma recogido continuará siendo suministrado a Grifols para la producción de medicamentos plasmáticos mediante un contrato a largo plazo.

Alfredo Arroyo, director financiero de Grifols, ha subrayado la satisfacción “de haber superado todos los requisitos regulatorios necesarios para poder cerrar esta transacción estratégica, que pone de manifiesto la confianza de un fondo tan solvente como GIC en el modelo de negocio de Grifols”.

En esta operación, la farmacéutica catalana ha contado con el asesoramiento legal de Osborne Clarke y Proskauer Rose. Además, también se ha asesorado financieramente con Nomura Securities International. Por su parte, como asesor legal, GIC ha contado con Dechert.