La Saleta Care sale de compras para crecer un 67% y superar los 100 millones de facturación

La Saleta Care confía en que 2019 suponga un punto de inflexión para el futuro de su negocio. El grupo valenciano de geriátricos tiene previsto cerrar el año con una facturación de 95,7 millones de euros, un 66,7% más respecto al ejercicio anterior, según ha podido saber PlantaDoce. Si finalmente se cumplen sus previsiones, la empresa registraría el mayor crecimiento interanual de los últimos doce años.

La compañía tiene previsto alcanzar un beneficio antes de impuestos de diez millones de euros, más del doble en comparación con los 4,7 millones de euros registrados en 2018. “El principal objetivo del grupo es consolidarse como operador global, tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de las comunidades autónomas”, señala la empresa en las últimas cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, a las que ha tenido acceso este diario.

La Saleta Care apunta que este proceso de expansión pasa por “la compra de sociedades con centros en funcionamiento y en la construcción de nuevos proyectos”. Asimismo, la dirección tiene previsto lograr la adjudicación de nuevos contratos administrativos e incrementar la ocupación y los precios medios en los centros de titularidad privada.

La Saleta Care apunta que su proceso de expansión pasa por “la compra de sociedades y la construcción de nuevos proyectos”

Esta estrategia ya se manifestó en 2018, año en el que La Saleta Care invirtió 53,2 millones de euros en la compra de residencias de la tercera edad. La operación más destacada del pasado ejercicio fue la adquisición de la sociedad Empresa Salmantina de Gestión de Residencias de Ancianos. En el proceso, la compañía valenciana desembolsó 25,7 millones de euros.

En 2018, La Saleta Care también peinó los mercados de Asturias y Castilla y León, donde desembolsó 20,1 millones de euros para hacerse con el 100% de Baugestión, un grupo que gestionaba tres residencias en Burgos, Gijón y Valladolid. Además, el grupo residencial invirtió 7,4 millones de euros en la compra de los centros Vergel Senior y Albertia Etxea, situados en Alicante y Álava, respectivamente. 

Esta política expansiva se ha traducido en un fuerte aumento de la deuda a largo plazo, que en 2018 se multiplicó por seis y alcanzó 103,1 millones de euros. Según el consejo de administración, “el incremento de los pasivos financieros se debe a la formalización de nuevos préstamos con empresas del grupo”. En este sentido, la compañía ostenta una deuda de 29,7 millones de euros con el grupo belga Armonea, una accionista de La Saleta Care desde 2016.

El grupo valenciano tiene una deuda de 29,7 millones de euros con la belga Armonea, su único accionista desde 2016

En 2018, la firma española incrementó sus ingresos un 5,1% interanual, hasta 57,4 millones de euros. No obstante, el beneficio neto en el ejercicio experimentó una caída del 28%, hasta 3,6 millones de euros. La compañía atribuye el incremento en las ventas “al efecto neto producido por la gestión de dos nuevos centros privados en Alicante y Burgos, a la pérdida de gestiones públicas en tres centros y a la mejora de ocupaciones y previos medios en los centros privados”.

A cierre del ejercicio, La Saleta Care gestionaba 5.635 plazas, un 60% más respecto a 2017. De estas, 1.613 son de titularidad pública, mientras que las 4.022 restantes son de régimen privado. Debido a la incorporación de nuevos centros, la plantilla media del grupo también se incrementó, pasando de 1.673 empleados en 2017 a 1.821 trabajadores en 2018.