Entorno

2023: la lucha por el paciente post-Covid

2023, hospitales vs seguros: la lucha por el paciente post Covid

Ante la saturación del sistema sanitario público español, tanto el sector hospitalario privado nacional como las compañías aseguradoras copan un mayor peso y tienen un creciente protagonismo para los pacientes post Covid-19.

2023, hospitales vs seguros: la lucha por el paciente post Covid
2023, hospitales vs seguros: la lucha por el paciente post Covid
Año tras año, el número de personas aseguradas en España se incrementa, al tiempo que se produce una mayor oferta por parte de los agentes hospitalarios de carácter privado.

PlantaDoce

21 dic 2023 - 05:00

Más informado, más concienciado y con menos resistencias a la hora de rascarse el bolsillo y recurrir a la sanidad privada o a un seguro mutualista para acudir al médico. De esta manera se está transformando el paciente post Covid-19, que ve en un seguro de salud una solución para ser atendido con mayor celeridad, contar con una segunda opinión profesional por parte de un facultativo o simplemente porque observa que el sector público sufre una mayor saturación.

 

Año tras año, el número de personas aseguradas en España se incrementa, al tiempo que se produce una mayor oferta por parte de los players hospitalarios de carácter privado, que anuncian nuevos planes de apertura, con los que aumentan su actividad y, por ende, su cuenta de resultados. No obstante, el deterioro de ciertos servicios y la proliferación de pólizas low cost emprendida por algunas mutuas para ganar cuota de mercado ha levantado ciertas ampollas en el sector, que incluso ha llevado a la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe) a manifestarse en contra de esta práctica cada vez más habitual.

 

 

 

 

El gasto sanitario privado per cápita se divide en gasto de bolsillo y en aseguramiento, que en 2022 supusieron 497 euros y 174 euros, respectivamente, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad y recogidos por la Fundación Idis (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad) en su informe Sanidad privada, aportando valor 2023. En términos comparables, en 2021, el gasto de bolsillo fue de 479 euros, mientras que el de aseguramiento fue de 166 euros.

 

Si se atiende al número de asegurados, en 2022 en España se registraron un total de doce millones de personas con cobertura médica privada, cifra que ha ido incrementándose año tras año. En 2020, año del estallido de la pandemia, la cifra se situó en once millones de personas. Antes del Sars-Cov-2, en 2018 y 2019, el número de asegurados era de 10,2 millones de personas y 10,5 millones de individuos, respectivamente.

 

La población con seguro privado contribuye en gran medida a descargar el sistema sanitario público, pues al contar con doble aseguramiento (público y privado) estos no consumen, o lo hacen sólo en parte, recursos del sistema público. Esta contribución del aseguramiento privado al Sistema Nacional de Salud (SNS) depende del uso que el asegurado realice del sistema público: si es un modelo mixto o el que únicamente utiliza el modelo privado. El asegurado que únicamente utiliza el sistema privado genera un ahorro potencial a la parte pública de 1.674 euros anuales.

 

 

En la actualidad, los trece principales grupos hospitalarios en España aglutinan el 44,3% de los hospitales del sector privado, entre los que destacan Quirónsalud (10,2% de hospitales y 11,9% de camas), Orden Hospitalaria San Juan de Dios (6,5% de hospitales y 12% de camas) y Vithas (4,2% de hospitales y 4,3% de camas). El resto del sector hospitalario privado representa el 55,7% de las camas y el 45,8% de los hospitales.

 

Los diez principales grupos privados por facturación, según datos correspondientes a 2022, son Quirónsalud, Vithas, Ribera, Grupo Hospitalario HLA, HM Hospitales, Hospitales Católicos de Madrid, Hospiten, Sanitas, Clínica Universitaria de Navarra (CUN) e Imed Hospitales. Los ingresos agregados de estos players alcanzaron en 2022 un total de 8.470 millones de euros, cifra que contrasta con los 7.520 millones de euros de 2021.

 

El principal operador es Quirónsalud, cuya facturación en 2022 fue de 4.440 millones de euros, frente a los 4.000 millones de euros de 2021. Por detrás le sigue Vithas, con ventas de 661 millones de euros en 2022, en comparación con los 625 millones de euros de doce meses atrás. Cierra el podio Ribera, con 585 millones de euros en 2022, frente a los 420 millones de euros de 2021.

 

En el caso de las aseguradoras, estas también han visto como ha aumentado el volumen de primas. SegurCaixa Adeslas, Sanitas, Asisa, DKV y Mapfre son las cinco principales compañías del ránking, cuyo volumen agregado de primas fue de 7.579 millones de euros en 2022, frente a los 7.036 millones de euros de 2021. Sólo SegurCaixa Adeslas concentra una cuota de mercado del 28,9%, mientras que Sanitas y Asisa tienen el 15,4% y 13,3%, respectivamente.

 

 

Los datos avalan que el sector privado avanza a buen ritmo, tanto desde el punto de vista de los hospitales como de las mutualidades. Cada vez más, el paciente es dueño de su propia salud y, desde el estallido del Covid-19, la preocupación por la salud individual ha ido in crescendo. El enfoque está cambiando y la salud camina hacia un “modelo más orientado a la prevención, donde los hábitos de vida saludable ganan terreno”, según apunta Santiago de Torres, presidente de Atrys Health, a PlantaDoce.

 

 

hospital quiron el pilar 980

 

Tanto los hospitales como las aseguradoras han ido ampliando progresivamente sus servicios orientados al paciente y cada vez es más frecuente ver programas orientados al diagnóstico y análisis genético, salud mental, telemedicina o nutrición, y todo ello apoyado por la tecnología. Para Jaime del Barrio, senior advisor del sector salud en EY España, “el paciente ha pasado de ser un agente pasivo a ser agente activo y quiere tener protagonismo en el cuidado de la salud”. La tecnología ha cobrado tanta importancia que grupos hospitalarios y aseguradoras han buscado aliados para hacer llegar la telemedicina a sus clientes y esa situación ha hecho que la oferta de compañías que ofrecen nuevas pólizas aumente, con precios más bajos, lo que redunda en que la calidad del servicio que reciben los pacientes se vea mermada.

 

La guerra de precios ha llegado incluso a ser tema de debate dentro de la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), que rechaza contundentemente el abaratamiento de las pólizas. Según Carlos Rus, presidente de Aspe, “se observa una gran cantidad de acceso ilimitado a consultas a precios muy bajos y esto no es beneficioso para el sector” porque, según el representante de la patronal de la sanidad privada española, “si los pacientes nos eligen es precisamente por una cuestión de calidad y accesibilidad”.

 

 

En los últimos meses, la sanidad privada ha protagonizado un encontronazo entre los grupos hospitalarios y clínicas y las aseguradoras. El enfado se produce después de que Sanitas y Generali hayan firmado un acuerdo para compartir servicios y los centros de titularidad privada no hayan sido incluidos en las negociaciones. Estos últimos incluso denuncian un deterioro en los servicios dirigidos a los pacientes ante una estrategia cada vez más low cost.

 

Aspe ha decidido llevar el acuerdo a los tribunales por vulnerar la Ley de Competencia Desleal y la Ley de Defensa de la Competencia. La declaración ha sido sucedida por el Consejo de Médicos de Cataluña y Madrid, que se suman a la amenaza denunciado “la precarización” que sufren los profesionales del sector debido a la “proliferación de las pólizas, a menudo indignas”.

 

La denuncia de Aspe es el último paso de una guerra que se juega en los despachos de la Comisión Nacional Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc). Competencia ha abierto una consulta para analizar la concentración en la oferta de seguros.