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César Nombela (IMF): “Aprender de la pandemia significa legislar”

El director del área biomédica de IMF Smart Education considera, además, que en terapias curativas del Covid-19 estamos en una etapa muy inicial todavía.

A. Escobar

10 jun 2021 - 04:54

César Nombela (IMF): “Aprender de la pandemia significa legislar”

 

César Nombela es director del área biomédica de IMF Smart Education y catedrático en Microbiología. Además, ha sido presidente de la Sociedad Española de Microbiología y también ha liderado el Comité de Bioética de España. El experto considera que la agilidad que tuvo la Organización Mundial de la Salud (OMS) para actuar en el foco, en China, fue “tardía”.

 

Pregunta: ¿Se han resuelto los fallos de descoordinación que hubo en las primeras olas del Covid-19?

Respuesta: Se ha ido aprendiendo sobre la marcha, aunque los sistemas de prevención, tanto en España como a escala mundial, tienen todavía mucho que aprender todavía. La pandemia sorprendió de una forma inusitada, el Covid-19 es un agente especialmente difícil de manejar. En España a veces se duda de quién debe tomar iniciativas, quién debe ejercer las competencias y eso no tiene buena repercusión en la gestión sanitaria.

 

P.: ¿La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha estado y está a la altura de esta crisis sanitaria?

R.: La EMA ha producido dictámenes, que luego las administraciones tienen que aplicar, bastante acertados en lo que a vacunas se refiere. En cuanto a la aprobación de terapias, se ha tropezado con un éxito limitado. En terapias curativas del Covid-19 estamos en una etapa elemental, apenas hay un agente antivírico como el remdesivir aprobado para algunas indicaciones bastante limitadas.

 

P.: ¿Pesan más las decisiones que toma un Consejo Interterritorial que un organismo internacional como la EMA o la OMS?

R.: Vamos a encontrar muchas deficiencias. La OMS tiene a los coronavirus en su lista de potenciales patógenos emergentes, una lista que existe desde 2015 y que se va actualizando. La agilidad que tuvo la OMS para actuar en el foco, en China, fue tardía. La declaración de pandemia se produjo en marzo de 2020 cuando ya llevábamos meses con el virus. El Centro Europeo de Enfermedades Infecciosas de Estocolmo reconoció que la coordinación en la Unión Europea (UE) no había sido la adecuada.

 

 

 

 

P.: ¿Es necesaria una mayor cooperación internacional en la vacunación? ¿Por qué los ritmos son diferentes en cada país?

R.: En un problema tan global como el que nos ocupa, necesitamos lograr una inmunidad colectiva. Tener unas pautas homogéneas y casi idénticas por todos los países es poco realista que vaya a ocurrir. Se han desarrollado vacunas en tiempo récord y la demanda se ha ido multiplicando y ha podido incluso disparar precios en algunos lugares del mundo y facilitar la utilización de vacunas de las que no tenemos la certeza de la calidad de vacunas occidentales que sabemos cómo se evalúan y cómo se producen. Después hay iniciativas como Covax para hacer llegar las vacunas a todo el mundo.

 

P.: ¿Desde Europa se puede alardear del modelo de vacunación tras capítulos ocurridos con compañías como AstraZeneca?

R.: Las vacunas europeas u occidentales también tienen sus limitaciones, en algunos casos han producido algunas reacciones y problemas. El ejemplo de AstraZeneca es ilustrativo, pero por otro lado es explicable con un procedimiento de aprobación de emergencia. Con todas las limitaciones, me quedo con este último modelo donde se examinan los dossiers, las instalaciones se inspeccionan, el seguimiento de los procesos se efectúa y se puede publicar.

 

P.: ¿Sale más reforzado el sistema sanitario español o más débil y agotado?

R.: Saldría reforzado si aprendiera las lecciones, pero eso significa legislar adecuadamente para que una circunstancia de este tipo no nos coja tan desprevenidos, para reforzar la coordinación. Está por ver si tendremos una dinámica que nos permita afrontar un problema parecido o más graves con mayores garantías.

 

 

 

 

P.: ¿Se deben liberalizar las patentes de las vacunas?

R.: Ante situaciones de vida o muerte se deben aplicar procedimientos de emergencia y no exigir que se respeten derechos de patentes y el precio que los propietarios quieran aplicar. Ahora bien, desarrollar una vacuna necesita unas capacidades, una experiencia, una tecnología y no lo hace cualquiera. Más que hablar de derechos de patentes y de su supresión sin más, debemos hablar de medidas que realmente, desde el ámbito de la cooperación internacional, permitan poner esas capacidades que existen al servicio de todos.

 

P.: ¿El Covid-19 nos ha preparado para una nueva cepa o virus que pueda llegar en un futuro?

R.: No es el primer Sars que surge con caracteres epidémicos. El primero se remonta a 2002 y afectó por lo menos a treinta o cuarenta países y tenía una mayor letalidad, pero una menor capacidad de transmisión. Esto es una lección tremenda desde un punto de vista microbiológico.