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David Medina, (Spaincares): “En el binomio turismo-salud, no estamos en el ‘top’ del ránking”

David Medina es el presidente de la patronal de turismo sanitario Spaincares, una sociedad que nació hace sólo cuatro años para incentivar la llegada de turistas para este ámbito en España. Medina compagina su labor en Spaincares con el cargo de gerente de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza.

I.Vera

13 sep 2018 - 04:55

 David Medina, (Spaincares): “En el binomio turismo-salud, no estamos en el ‘top’ del ránking”

 

David Medina es el presidente de la patronal de turismo sanitario Spaincares desde 2017, una organización que reúne a más de 14.000 establecimientos turísticos y 600 entidades sanitarias, entre otras empresas. Medina compagina este trabajo con el de gerente de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza. Además, es director financiero del grupo que gestiona este centro privado. Para el directivo, en cuanto a turismo sanitario low cost “no podemos competir en precio, pero sí que tenemos mucho que decir y mucho que aportar, especialmente en patologías complejas”.

 

Pregunta: ¿Es España un referente en turismo de salud?

Respuesta: El turismo de salud crece, de 2010 a 2014 se incrementó aproximadamente un 10%. Sigue creciendo, pero, en términos absolutos, lo hace menos que el turismo general en España. Precisamente por eso nace Spaincares: porque España es referente en turismo y en salud, pero todavía no lo es en turismo de salud.

 

P.: Es decir, ¿vamos por el buen camino?

R.: Vamos por buen camino. Pero vamos por el principio del camino, muy al principio.

 

P.: ¿Quiénes son los referentes internacionales?

R.: Por continentes, en América los referentes son Estados Unidos, México y Puerto Rico. En Europa, República Checa, Francia o Turquía son los países más punteros. En Asia, Tailandia y Malasia. En Oriente Medio destacaría Dubái, que ahora capta parte del flujo de pacientes que tradicionalmente iban a Estados Unidos. También es cierto que en turismo de salud hay dos divisiones: la low cost, que no es mala, pero que compite en precio; y luego están otros países, entre los que está España, que tiene unos niveles de calidad, acreditaciones o tecnología superiores. Por tanto, no podemos competir en precio, pero sí que tenemos mucho que decir y mucho que aportar, especialmente en patologías complejas.

 

P.: ¿Quién es el competidor directo de España para el turismo sanitario?

R.: Turquía es uno de nuestros principales competidores en algunas especialidades. Destacan en tratamientos estéticos y son líderes mundiales. El Estado turco, si es eres un hospital o una entidad dedicada al turismo de salud, te devuelve el 100% del gasto dedicado a la promoción internacional de tratamientos de salud. Es decir, el apoyo institucional en otros países es mucho mayor del que hay ahora mismo en España. Hace poco tuvimos una reunión con la Secretaria de Estado de Turismo para asentar las bases para una mayor colaboración, no sólo económica, sino a la promoción del turismo de salud.

 

 

 

 

 

P.: ¿Cuándo se originó el turismo de salud en España?

R.: En turismo sanitario partimos de 2010 como fecha de base, porque antes no hay datos. Hasta ese año prácticamente no hay estudios, y este es uno de los hándicaps a los que nos enfrentamos en España porque no tenemos número propios sobre turismo de salud. Así, tenemos que recurrir a fuentes externas que a veces son muy difíciles de comparar. Una de nuestras propuestas para la Secretaría de Estado de Turismo ha sido la necesidad de contar con estadísticas oficiales, que contemplen aspectos relacionados con el turismo de salud en las encuestas que ya hace el ministerio. Así tendríamos datos de España y se podrían segregar los turistas generales de los que vienen a realizar un tratamiento. 

 

P.: ¿Cómo repercute el turismo sanitario en el conjunto del turismo?

R.: En 2017, España superó los 80 millones de turistas, aproximadamente este monto de turistas supuso para el país el 11,2% del PIB, mientras que el turismo de salud sólo supuso el 0,5% del PIB nacional. La proporción todavía es muy pequeña. Sí que es verdad que el turismo de salud tiene ventajas respecto al turismo en general, pues contribuye a desestacionalizar. El turista de salud, por lo general, no suele buscar las temporadas altas, sino todo lo contrario. Además, este turista gasta más de media que el turista en general. Son dos aspectos que demuestran que hay que apostar por este tipo de turismo. Por si fuera poco, el turista de salud suele venir acompañado como mínimo de una persona, y en muchas ocasiones de las familias, otro dato a tener en cuenta.  

 

P.: ¿Qué tarea realiza exactamente Spaincares?

R.: Spaincares es un clúster de turismo español que está formado por tres asociaciones fundadoras: Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), formado por los hospitales privados del sector sanitario, Asociación Nacional de Balnearios y la Confederación Nacional de Hoteles y Alojamientos Turísticos. También hay tres iniciativas territoriales en Tenerife, Valencia y Baleares. Contamos con el apoyo fundamental del Gobierno de España a través de la Secretaria de Estado de Turismo. Somos el representante de la marca España en todo lo relacionado con el turismo de salud y nuestros objetivos son posicionar al país como un referente en el mercado de salud mundial, así como captar flujo de turistas de salud. Nuestro clúster apuesta por la sanidad, turismo, hoteles, balnearios y hospitales españoles como receptores de turismo de salud. Pero cuando el flujo de turistas sanitarios llega a España, es el turista el que elige libremente. Así se genera una competencia entre los miembros de nuestro clúster, pero sana y nunca enfrentada.

 

 

 


P.: ¿Por qué nació la organización?

R.: Spaincares nace para promocionar el turismo de salud. Por ejemplo, a través de acciones como Tursalud, que desde 2014 es un espacio de turismo sanitario dentro de Fitur, una de las ferias de turismo más importantes del mundo. Fuimos pioneros en introducir un espacio de salud en una feria internacional de turismo, algo que ya están imitando Moscú, Londres y Berlín. Uno de nuestros objetivos para 2019 es abrir el espacio de Fitur para expositores internacionales. Lo cual, por un lado, es hacernos la competencia a nosotros mismos, pero creemos que es muy positivo para que Fitur siga llevando la iniciativa en cuanto a las ferias de turismo internacional de salud. También promocionamos a España como destino de turismo de salud en el resto de las ferias internacionales de turismo.

 

P.: En alguna otra ocasión ha comentado que el turismo sanitario está por explotar, ¿a qué se refiere?

R.: La sanidad privada en España representa, más o menos, el 3,5% del PIB, con cerca de 452.000 hospitales, que son 52.000 camas y que en cuanto a tecnología, personal e investigación son punteros. En la sanidad privada tenemos más de diez millones de usuarios y en turismo somos el segundo país mundial en recepción de turistas. Sin embargo, cuando hacemos el binomio turismo-salud, no estamos en el top de los ránkings. Por eso siempre digo que el turismo sanitario está por explotar y creo que tenemos la conciencia de que esto es un trabajo común a realizar con el Gobierno, del que necesitamos ayuda para temas promocionales.

 

P.: ¿Qué servicios o tratamientos son los más demandados en España?

R.: Los más demandados o promocionados son oftalmología, fecundación in vitro, todo lo relacionado con la cirugía plástica y estética, así como la oncología y temas relacionados con la traumatología y cardiología. Pero España es un país capacitado para ofrecer cualquier tipo de tratamiento, precisamente por la calidad de sus hospitales.

 

 

 

 

P.: ¿Qué ciudades atraen más al turista sanitario?

R.: No tenemos un ránking, pero destacaría Madrid y Barcelona porque concentran un gran número de hospitales. También la Costa del Sol, Levante y Baleares. En Galicia también hay flujo de turistas interesantes, que llegan de Portugal.

 

P.: ¿Qué área de la salud despuntará en un corto periodo de tiempo? ¿En qué basa su respuesta?

R.: No creo que cambien mucho la situación, las comentadas son las más demandas y el cambio dependerá de la propia demanda.

 

P.: ¿El turismo sanitario es una tendencia al alza, se estancará, cómo evolucionará?

R.: Evidentemente tendrá un recorrido. Si nosotros acertamos en las herramientas y en las teclas que tenemos que pulsar, el crecimiento está asegurado y está por explotar. Además, aunque no crezca el mercado internacional, tenemos un margen de crecimiento muy amplio y podríamos coger cuota de mercado. Si se hacen las cosas bien, pasará como con el turismo en general.

 

P.: ¿Qué perfil de turista viene a España para tener un tratamiento sanitario?

R.: Por nacionalidades recibimos personas de Francia, Inglaterra, Alemania e Italia. Otros vienen de países del este, repúblicas bálticas y Rusia. Además, hay otro flujo de turistas que viene del Magreb y de Oriente Medio, que son de los más destacados. Los turistas de salud, salvo excepción, tienen un nivel de renta superior a la media y suelen estar más tiempo que el turista general y realizan más gasto. Son de una clase social media-alta, pero algunos países hacen bloques de pacientes que los envían a otro país para tratarse y no son del estándar explicado. Sin duda, es un turismo más rentable en términos económicos

 

P.: ¿Qué media gasta un turista sanitario? ¿En qué meses vienen?

R.: Depende del tratamiento, de media gasta más. Seguramente más de 2.000 euros y entre un 10% y 15% más que un turista general. Además viene en temporada baja, de octubre a mayo.

 

P.: ¿Qué es mayor, el turismo sanitario o los turistas que vienen a España y caen enfermos y son atendido gratuitamente?

R.: Hay más pacientes que caen enfermos y se tratan en España, que pacientes que vienen a España para tratarse. Los turistas que vienen a España y caen enfermos cada vez son más y suponen una carga del sistema público. Por otro lado, los pacientes que tiene un seguro son un porcentaje importante para los hospitales privados y hay que cuidar a estos turistas mucho, pero no son turistas de salud porque su motivación es venir de vacaciones, no tratarse.