ADN

John Collins (Cimit): “Es muy difícil para un emprendedor cambiar de ecosistema”

El director de implementación tecnológica en el Cimit de Boston sostiene que el sector sanitario exige unas condiciones muy concretas para favorecer la figura del emprendedor, dificultando el nacimiento y el desarrollo de nuevas empresas.

Albert Berrocal

21 sep 2023 - 04:57

John Collins (Cimit): “Es muy difícil para un emprendedor cambiar de ecosistema”

 

 

 

John Collins es el director de operaciones y de implementación tecnológica del Center for Integration of Medicine and Innovative Technology (Cimit) de Boston. Collins, ingeniero mecánico por el MIT, es el titular de más de veinte patentes estadounidenses y ha impulsado más de 600 proyectos emergentes. Durante su trayectoria profesional, ha sido responsable de distintos negocios con base tecnológica y se ha centrado en el desarrollo y la comercialización de tecnologías, productos y servicios innovadores. En el entorno emprendedor de la salud, Collins señala particularidades como la complejidad a la hora de comprender un emprendedor, los largos tiempos de desarrollo y la inversión, además de la dificultad de cambiar de ecosistema. En este sentido, el experto defiende que Barcelona, donde está estos días de visita en el marco de su colaboración con el Centro para la Integración de la Medicina y las Tecnologías Innovadoras (Cimti), está bien posicionada, porque tiene ya buena reputación. 

 

 

Pregunta: ¿Qué valor tiene la visión internacional dentro del universo emprendedor?

 

 

Respuesta: Nosotros somos una organización de consorcio sin ánimo de lucro con origen en el sector hospitalario de Boston. Históricamente, hemos representado a una docena de instituciones de todo Boston, pero durante los últimos años hemos estado trabajando con otros grupos repartidos por todo el mundo. Todos ellos se han mostrado muy interesados en adaptar y adoptar el modelo que desarrollamos en nuestra ciudad natal para estimular la innovación y la atención sanitaria en sus países. Poder aprovechar geografías que son fuertes, como es el caso Barcelona, contando con centros académicos y clínicas sanitarias consolidadas dentro del sector internacional, es una gran oportunidad. Lo que buscan las empresas al salir fuera es desarrollar los porcentajes de innovación que ellos mismos son capaces de generar, conectando con otros ecosistemas para poder expandirse y crecer como compañía.

 

P.: ¿Qué papel juega Barcelona en este contexto?

 

R.: Dentro de este sector la reputación es muy importante. Es como un círculo: si un mercado tiene reputación, tendrá mucho más músculo empresarial porque otras empresas querrán venir. Barcelona todavía está en proceso de crecimiento, pero ya cuenta con esta reputación, actuando como reclamo para la posible instalación de futuras empresas.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué particularidad tiene el sector sanitario para los emprendedores?


R.: En un sentido general, un emprendedor necesita cultivar una práctica perseverante y, en muchos casos, irracional, que después deberá ser transformada y convertida en una tarea racional y con sentido. Ser emprendedor en cualquier industria es difícil, pero el empresario que forma parte de la industria de la salud tiene que hacer frente a muchos otros factores que dificultan su instauración. Al sector sanitario le afectan más circunstancias, como las que provocan el lugar o la cultura en las que se establece. La atención médica consiste en utilizar sólo productos que sean aprovechables, y las particularidades de cada región provocan que éstas cambien constantemente. Todos quieren innovar, pero nadie quiere correr riesgos, y esto convierte el sector en un auténtico desafío.

 

 

P.: ¿El trato con el cliente es diferente?

 

R: Es básico para los emprendedores del sector sanitario entender la figura del comprador. En la mayoría de las industrias el agente es el comprador económico. ¿Quieres un teléfono nuevo? Perfecto, lo compras porque para ti merece la pena: lo utilizarás directamente, sin intermediarios. Pero en la atención médica el sistema no funciona así. Cuando un comprador ve que le gusta un producto, primero tiene que pasar por el departamento de compras buscando la aprobación de A o B. Muchas veces, A es un médico, por ejemplo. Es muy difícil para los emprendedores tratar de entender quiénes son sus compradores. Además, muchos emprendedores son grandes profesionales en su ámbito, pero no tienen conocimientos en innovación o regulación. La brecha es muy grande.  

 

 

P.: ¿Esta situación entorpece el recorrido del producto?

 

R.: Totalmente. En salud, los plazos asociados con la innovación son mucho más largos y, como consecuencia, las sumas de dinero muchos más altas. Estamos hablando de decenas de millones de dólares. Se comercializa un dispositivo de tecnología médica en el que se pueden utilizar aplicaciones y muchos otros artefactos, y el tiempo es un factor clave para explicar toda esta construcción.

 

 

 

 

 

P.: ¿Qué problemas se encuentra, en materia de regulación, un emprendedor en Europa y América?

 

R.: Con los cambios constantes en las distintas regulaciones europeas, se están creando muchas más barreras para poder trabajar con la evidencia y la claridad que se necesita. Ahora todo tarda mucho más. Sí que es cierto que antes estaba todo mucho más simplificado en Europa que en Estados Unidos, pero la situación está dando un vuelco: la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, en sus siglas en inglés) está haciendo un gran esfuerzo para poder apoyar a los innovadores mediante retoques en el proceso regulatorio. Dentro del sector farmacéutico, es cierto que la eficacia siempre será más fácil en medicamentos en los que se pueden realizar ensayos clínicos, por ejemplo, que sean lo más claros posible. Pero el entorno regulatorio estadounidense, que solía ser muy impredecible, se está volviendo mucho más abierto y evidente. Sin embargo, aunque en Europa cada vez es más difícil invertir, lo ideal sería una combinación entre ambos espacios.

 

 

P.: ¿Qué impacto tiene la actual situación económica para el lanzamiento de nuevas start ups?

 

R.: La situación financiera presiona mucho más a las empresas que están por crecer. Los desafíos se mueven por dinero, y sin presupuesto es muy difícil avanzar. Sólo se puede realizar un número determinado de transacciones al año, y el dinero sólo se dirige a las operaciones más importantes. Pero es cierto que esta situación está impulsando la figura del business angel, que están firmando y llenando espacios vacíos. No sé hasta qué punto es mucho más difícil nacer ahora que hace unos años, pero algunas dinámicas están cambiando, y la importancia del padrino inversor es una de ellas.