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Los Esteve, de una farmacia del siglo XVIII a pilotar un imperio del ‘farma’

La familia poseedora de Esteve Healthcare cuenta con un legado de siete generaciones desde que en 1787 abrieran un primer establecimiento de venta de medicamentos en la Plana de l’Om (Barcelona).

Albert Martínez

19 abr 2023 - 04:58

Los Esteve, de una farmacia del siglo XVIII a pilotar un imperio del ‘farma’

 

Los Esteve, desde la Plana de l’Om al farma mundial. Como en una novela de García Márquez, donde el tiempo y el espacio se diluyen y se estiran, la familia Esteve ha construido durante siete generaciones uno de los mayores grupos del sector, pasando de disponer de una farmacia en un pueblo cercano a Manresa en el Siglo XVIII a alcanzar una facturación milmillonaria.

 

El Laboratorio de la familia Esteve nació en 1929, cuando el doctor Antoni Esteve i Subirana inició en el piso superior de su farmacia, su actividad comercializadora de las primeras especialidades vitamínicas, preparadas en el propio establecimiento.

 

Sin embargo, el camino de Esteve en la industria farmacéutica se remonta a mucho antes. En 1787, cuando en España aún gobernaba Carlos III, un campesino de la Cerdanya llamado Tomás Esteve Gabanyach se hizo cargo de la farmacia del Hospital Sant Andreu de Manresa. Su hijo, Tomàs Esteve i Florensa, con gran interés en la medicina, abrió una farmacia en la Plana de l’Om, establecimiento que aún sigue abierto y regentado por la familia.

 

 

Josep Esteve, nieto de Tomás, modernizó la farmacia y comenzó a fabricar productos propios, como pastillas pectorales, polvos Vicky Esteve, remedios para el dolor de cabeza o estomacales. El hijo de Josep, Antoni Esteve, se convirtió en una de las personalidades científicas más relevantes de la Cataluña del Siglo XX y en 1929 fundó lo que hoy se conoce como Esteve Healthcare en el local donde alojaba la farmacia.

 

Los convulsos tiempos políticos de la época, motivados por el alzamiento militar contra el Gobierno republicano, provocaron que Antoni Esteve se trasladara hasta Barcelona en 1942 por su mala relación con las autoridades locales. En la capital catalana comenzó una de las épocas más gloriosas para Esteve, en las que se comercializaron diversos productos y hasta recibió la visita de Alexander Fleming.

 

En 1965, Antoni Esteve puso al frente del negocio familiar a su hijo Josep, así como a sus otros dos hijos Monsterrat y Joan, en calidad de administradores. A lo largo de esta etapa, Esteve comenzó su expansión internacional y construyó diversas plantas químicas en Cataluña y México.

 

En la década de los 70, Esteve decididió entrar en dermofarmacia con la creación junto a la familia Puig del laboratorio Isdin, dedicado a la dermoprotección solar y, en los noventa, recuperó el liderazgo en el sector farmacéutico estatal, con ventas anuales de 25.000 millones de pesetas, empujadas por sus tratamientos somníferos y antiinflamatorios.

 

 

Antoni Esteve, hijo de Josep, conforma la séptima generación de Esteve. El doctor, actualmente consejero del grupo, tuvo que capear alguno de los momentos más complicados de la compañía, que entre 2010 y 2012 entró en pérdidas por primera vez en su historia.

 

Para remediar la situación, en 2012 Joan Esteve se puso al frente del grupo, que se encomendó al directivo para alcanzar la recuperación económica. Su primera medida fue un ERE de 185 trabajadores, que acabó con un regreso a beneficios en 2016 e ingresos cercanos a mil millones de euros.

 

En 2017, Albert Esteve Cruella sustituyó a Joan Esteve al frente del consejo de sdministración de la familia dejó, por primera vez en la historia, la dirección general del grupo a un externo: el sueco Staffan Schüberg.

 

Según sus últimos resultados publicados, Esteve cerró 2021 con unos ingresos de 550 millones de euros, un 21% más que el año del Covid-19. El 67% de las ventas de la compañía procede del mercado internacional, mientras que en la local factura 181 millones de euros. El año pasado, Esteve integró sus filiales de Alemania, Francia y Reino Unido.

 

La compañía, que cuenta con 1.576 empleados, busca ahora consolidar su cartera con la licencia de un medicamento para el Parkinson y la entrada en el campo de la oncología. En el ejercicio 2022, Esteve preveía duplicar sus ingresos, hasta mil millones. Los Esteve poseen el 83% del capital, mientras que el 17% restante está en manos de Joaquín, Eulàlia y Francisco Pagès.