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Raventós (ITA Salud Mental): “En España estamos en la ‘champions’ de los profesionales de salud mental”

Jaume Raventós, director general de ITA Salud Mental, cree que la industria de la salud mental “se parece mucho a como era el sector de la sanidad privada hace 30 años y seguramente seguirá un camino parecido”. 

I. Vera

28 sep 2018 - 04:58

Raventós (ITA Salud Mental): “En España estamos en la ‘champions’ de los profesionales de salud mental”

 

 

Jaume Raventós es el director general de ITA Salud Mental. El ejecutivo, que compagina su cargo impartiendo clases en el Institut de Formació Contínua IL3 - Universitat de Barcelona, considera que el campo privado de la salud mental seguirá los pasos de los grandes grupos sanitarios privados. Para Raventós el siguiente reto está en “crear más colaboraciones entre los distintos proveedores de salud mental y ser capaces de ofrecer servicios más integrados”.

 

Pregunta: ¿Hay suficiente tejido empresarial en España en el sector de la salud mental?

Respuesta: En el ámbito privado hay una fragmentación muy alta. Esto quiere decir que aunque el sector es emergente y la demanda está creciendo, existen muchas empresas pequeñas y muy distribuidas. Este ámbito se parece mucho a como era el sector de la sanidad privada hace 30 años y seguramente seguirá un camino parecido. Los grupos privados están empezando a fusionarse o a comprar.

 

P.: ¿Qué espacio ocupa la empresa privada y no cubre la Administración en el sector de la salud mental en España?

R.: La Administración tiene una cobertura casi general porque está ofreciendo toda la cartera de servicios, pero en el sector privado la accesibilidad es mayor y se cubren muy bien las urgencias.

 

P.: ¿El negocio de la salud mental crece por encima del sector farmacéutico?

R.: No se puede situar al nivel farmacéutico, pero vamos crecimiento. Por eso los grandes grupos sanitarios ahora ofrecen nuevos servicios de salud mental. Respecto a salud en general, sí que crece, porque la oferta de sanidad privada en salud mental está estabilizada.

 

 

 

 

 

P.: ¿Se trata de un mercado concentrado o hay lugar para distintos operadores?

R.: Todavía está todo abierto, porque aún no existen grandes grupos de salud mental. Esto es algo que se debe a la alta fragmentación. Está todo por hacer.

 

P.: ¿Cuáles son los puntos fuertes del sector en España?

R.: En España estamos en la champions de los profesionales de salud mental y de formación. Además, el sector tiene la capacidad de evolucionar de forma muy rápida y está abierto a la innovación, que es una característica que no se da en otras especialidades.

 

P.: ¿Cómo estamos en comparación con otros países?

R.: Las escuelas de Inglaterra marcan la pauta. Nos falta crear más colaboraciones entre los distintos proveedores de salud mental y ser capaces de ofrecer servicios más integrados. Hay pocos centros que ofrezcan una oferta global. Quienes mejor trabajan de forma global son las órdenes religiosas, porque tienen una gran experiencia. Este es el reto que tenemos por delante: ofrecer plataformas de servicios más integrados.  

 


 

P.: ¿Hay suficientes profesionales que se dediquen a este área?

R.: En España hay un déficit de psiquiatras. Es una de las especialidades que más cuesta de cubrir tanto en la sanidad pública como en la privada, y la oferta de formación se ha mantenido igual desde hace muchos años. Además, se jubilan muchos médicos y no hay relevo. El psiquiatra es un bien muy preciado.

 

P.: ¿Es un sector que percibe el denominado turismo sanitario?

R.: Hoy por hoy no. Estoy absolutamente convencido de que en el futuro sí lo percibirá. Suiza y Alemania son referentes en turismo sanitario en salud mental. En el nicho de adicciones tenemos mucho que ofrecer.

 

P.: ¿Los tratamientos en salud mental privados son caros?

R.: El proceso agudo está absolutamente cubierto por la sanidad pública, de forma regulada y fácil. Otra cosa son los tratamientos de psicoterapia que la pública no cubre. Hay un desembolso importante, pero no es porque sean caros, es que no es una visita única sino sostenida en el tiempo.