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Sergi Jiménez (UPF-Cres): “Ahora la gente vive más y tenemos que buscar nuevos recursos”

El investigador del Centre de Recerca en Economía y Salud (Cres) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) cree que el alargamiento de la vida laboral está justificado por motivos sanitarios, aunque también se deben encontrar otras vías de financiación.

J.Vera

11 nov 2021 - 04:55

Sergi Jiménez (UPF-Cres): “Ahora la gente vive más y tenemos que buscar nuevos recursos”

 

La duración de la vida laboral debe ser directamente proporcional al tiempo de vida. Así piensa Sergi Jiménez, profesor titular del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) e investigador principal del Centro de Investigación en Economía y Salud (Cres). Además, Jiménez desconfía del papel de España respecto al uso de las ayudas de recuperación post Covid-19.

 

Pregunta: Si España sigue con esta dinámica demográfica: poca natalidad, envejecimiento de la población, ¿será sostenible un sistema sanitario como el actual?


Respuesta: No tenemos un gran problema en este sentido. En este país se invierte mucho dinero en sanidad pública y el sistema aguantará el escenario que nos anticipa la demografía. Además, también debemos contar con el papel de la sanidad privada, que cubre las necesidades sanitarias de una parte importante de la población.

 

P.: Aun así, ¿alargar la vida laboral es la única solución que pueden adoptar los países desarrollados a medida que sus condiciones de vida se incrementen?


R.: Es una solución muy válida, ya que la gente se encuentra mejor hoy a los sesenta años que tres décadas antes. El problema ahora es que la vida no laboral se alarga, porque la gente vive más.

 

P.: Entonces, ¿los gobiernos no se han equivocado al alargar la vida laboral?

R.: No, en este aspecto, estos países lo están haciendo relativamente bien. La idea más correcta es dejar decidir que la gente se jubile cuando quiera. Es decir, ajustar los gastos a la sostenibilidad. La idea central sería pasar del sistema actual de prestación definida, a un sistema de contribución definida.

 

 

 

 

P.: ¿España debe seguir el ejemplo de algún otro estado, o debe hacer su propio camino debido a sus características demográficas?


R.: Casi todas las reformes sensatas van en la línea de generar un sistema de contribución definida. En España, lo que se debe mejorar es la forma de gestionar los recursos públicos y la capacidad económica, porque ahora la gente vive más y tenemos que buscar nuevos recursos.

 

P.: Hemos visto como la vacuna ha permitido la reactivación prácticamente total de la economía en muchos países: ¿los nuevos tratamientos, como la aparición de pastillas contra el Covid-19, qué impacto van a tener?


R.: Siempre que se compruebe que son efectivos, los nuevos tratamientos nos darán el impulso definitivo para superar la pandemia. Aun así, el golpe de gracia para acabar con el coronavirus debería ser la vacunación mundial. Por otra parte, la economía volverá a niveles anteriores al Covid-19 antes del fin de la pandemia, ya que la mayoría de los países desarrollades estarán en una situación similar.

 

P.: ¿Está funcionando el mecanismo Covax, el fondo de acceso global a las vacunas?

 

R.: Está funcionando, pero de forma irregular, ya que no hay suficientes recursos. Para hacer llegar a la vacuna a los países con menos recursos, los países deberían intervenir sobre los precios de las vacunas, aunque lo mejor sería que ellos mismos pudieran producir dosis y así reducir precios. 

 

 

 

 

P.: Ahora que España atraviesa una situación de bonanza pandémica, ¿hay peligro que se genere una burbuja de consumo?


R.: Hay más peligro que se consolide una fuerte inflación el próximo año, aunque tampoco está asegurado. Si los salarios se incrementan a inicios de 2022, puede generarse un proceso inflacionario dentro de la economía española.

 

P.: Hablando de la economía de España, ¿los fondos de la Unión Europea (UE) son pan para hoy y hambre para mañana?


R.: España no tiene una fuerte tradición de hacer las cosas bien con las ayudas que recibe. Los fondos han ayudado a amortiguar el golpe y superar pasar el estado de shock en el que se sumió el país, pero a largo plazo se tendrá que ver que utilidad les damos. Es responsabilidad de todos, y no sólo del Gobierno, cómo se suele decir. Por desgracia, España no tiene la idiosincrasia necesaria para funcionar bien.

 

P: ¿En qué países deberíamos fijarnos, según usted?


R.: En principio las cosas se hacen bien en los países de la Europa occidental y del norte de Europa, ellos son el ejemplo. Evidentemente, tampoco son perfectos, pero generalmente funcionan mucho mejor que los países del arco mediterráneo.