Inmaculada Benito (Ceoe): “Hay que mantener el valor del turismo sin crecer en número”

El sector turístico español firmó por fin en 2023 otro ejercicio de récord tras años en mínimos por el Covid-19. Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe) defienden que los buenos resultados apalancados en empresas competitivas, un cambio de prioridades en los consumidores y la buena imagen de España pueden ser el impulso necesario para hacer transformar el sector turístico y aumentar “su valor añadido”. Así lo explica Inmaculada Benito, directora de Turismo, Cultura y Deporte de la Ceoe. “Hemos pasado ya por la coordinación y la colaboración, ahora es el turno del cohacer”, defiende la directiva.

Pregunta: ¿Qué se ha hecho bien este 2023 para anticipar récord de turistas en España?

Respuesta: En un encuentro que tuvimos con el ministro de Turismo, confirmó que hemos llegado a 84 millones de turistas, pero la cifra relevante es que el gasto ha aumentado un 20%. Las empresas españolas han mejorado su competitividad e impulsado este incremento. Venimos de un reposicionamiento general del sector, ya desde antes de la pandemia, pero en los últimos años ha habido un impulso en la reestructuración de procesos. También nos ha ayudado mucho la bueno de imagen de España, que ha continuado atrayendo al visitante extranjero: los turistas británicos han caído, pero han aumentado los de Francia. Sin menospreciar la demanda nacional, que ha tenido un comportamiento muy bueno y el embalsamiento de ahorro lo ha permitido. También nos hemos beneficiado del cambio de prioridades de los consumidores: antes de la pandemia los viajes no eran una prioridad, pero, este año, la población no ha renunciado a viajar a pesar de la inflación.

P.: El miércoles se reunieron con el nuevo ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para impulsar la transformación del sector. A pesar de los éxitos, ¿qué deberes tiene pendiente el sector para no perder competitividad?

R.: Estuvimos con el ministro y le planteamos que tenemos que aprovechar la oportunidad de estas tres fortalezas que están impulsando el sector para resolver los problemas estructurales del turismo en España. Uno de ellos está ligado a la reputación hacia el talento y su fidelización, por una reputación mejorable. Tenemos que comunicar más las bondades del sector y hacer más y mejor comunicación. Eso, ligado a un proceso de reinvención de las capacidades, para hacer frente a las innovaciones tecnológicas, gestión de residuos, eficiencia energética, etc. Otra demanda que hemos realizado es que el proceso de reindustrialización que está llevando a cabo España a partir de los fondos europeos se haga entorno al sector turístico. Se pueden constituir destinos especializados y también hay que medir el impacto que tienen todas las intervenciones en el turismo. En cuanto a los destinos turísticos, hay muchos maduros que requieren una actualización: las infraestructuras han de estar a la altura de las inversiones que ha llevado a cabo el sector privado los últimos años. El último punto está ligado a la promoción de España como destino turístico. Hay que reinventar Turespaña, estudiar el caso y trazar la estrategia para que pueda aunar esfuerzos con las embajadas y las oficinas de Icex para atraer un cliente de mayor nivel.

“Hay que reinventar Turespaña para que una esfuerzos con las embajadas y las oficinas de Icex”

P.: ¿Hay algún ejemplo de éxito en España que ya haya llevado cabo estas reformas?

R.:  Málaga y Madrid, están sobresaliendo, pero no sólo en el sector turístico. A un nivel más vacacional, hay mucha asignatura pendiente. No ha habido una planificación extensa y conjunta en los destinos maduros y todavía existe un reto para mostrar los destinos por descubrir. Todo ello va ligado a una estructura de movilidad que ha de responder a una estrategia común.

P.: ¿En que puntos concretos se han de renovar los destinos turísticos de España?

R.: Los más maduros requieren una actualización de las infraestructuras que no cumplen los niveles de eficiencia requeridos por retos ecológicos debido a la infrafinanciación. En destinos como Palma de Mallorca el hotelero y la restauración están haciendo un gran esfuerzo de actualización, pero las infraestructuras públicas tienen asignaturas pendientes.

P.: ¿Cómo se está trabaja para la desestacionalización del sector?

R.: Un efecto del cambio climático es que las temporadas se están alargando. Lo vemos como una oportunidad para generar una oferta turística que también se alargue más allá del verano. Además, tenemos turismo deportivo, cultural, gastronómico etc. los nichos están allí y hay que impulsarlos.

P.: ¿España lleva la delantera en alguno de estos nichos?

R.: Va por regiones. Por ejemplo, el golf en Andalucía está muy posicionado y el centro se enfoca más a un turismo cultural y gastronómico. La clave es que exista una estructura y una planificación. Al ser una competencia descentralizada y en manos de las comunidades autónomas falta una política holística para que todo sea eficiente. Un punto clave para conseguirlo es trazar alianzas con otros sectores como el sector agroalimentario o de la cultura que sean generadoras de experiencias.

“En algunos casos se han subido tarifas este año, pero no será sostenible en el tiempo”

P.: ¿Se ha descuidado la gestión turística en España?

R.: El turismo nació en España por generación espontánea y como es muy resiliente no ha preocupado su gestión y nos hemos quedado un poco fuera de foco. Sin embargo, creo que hay cambio de mindset por parte de agentes sociales, empresariales y Gobierno, algo que queremos que se acabe transformando en un pacto de estado o una gran estrategia consensuada a escala nacional. Hemos pasado ya por la coordinación y la colaboración, ahora es el turno del cohacer.

P.: En los últimos años se ha ido persiguiendo aumentar el valor añadido del sector. ¿Esta estrategia pasa exclusivamente por atraer un turismo de más capacidad de gasto?

R.: La cuestión es que el crecimiento en cantidad tiene techo y hay que trabajar en estrategias que consigan mantener el valor del sector o incluso incrementarlo sin tener que atraer más turistas. No sólo hay que fijarse sólo en el gasto que realiza el turista, sino que recursos consume.

P.: ¿Existe un turismo que realmente sea respetuoso con el medio ambiente?

R.: El turismo se ha construido sobre parámetros sobre los que ahora mismo no se construiría, pero se hizo de forma espontánea, sin una estrategia a largo plazo. Las empresas están haciendo un ejercicio de responsabilidad pues no tienen antecedentes para integrar esta actividad en la economía circular. Por ahora estamos realizando estrategias de mitigación, pero tenemos que anticiparnos y utilizar los fondos de la Unión Europea para actualizarnos.

P.: Para hacerlo un sector más responsable, una de las acciones que también plantean es la mejora de la calidad del empleo en el sector y ha acumulado críticas los últimos veranos. ¿Qué estrategia se impulsa desde la patronal?

P.: Hay mucho mantra y mucha falacia sobre las condiciones laborales en el sector. Los datos que manejamos son de empresarios serios que cumplen los convenios colectivos y el número de denuncias no avala lo que sale publicado. Queremos que el servicio sea excepcional y el trabajador este comprometido, por lo que hay que ofrecer las condiciones para ello. Las nuevas generaciones tienen comportamientos distintos de cara el empleo, algo que no sólo afecta el turismo, y quieren disponer de más horas libres. Hay que trabajar para ser más competitivos también en este sentido.  

P.: ¿Qué impacto tiene en el turismo español la crisis geopolítica?

R.: La principal consecuencia es que se han elevado los costes de suministros, por lo que los márgenes empresariales se han reducido. Algunos segmentos han podido subir las tarifas, pero depende mucho del destino en que estén ubicados.

P.: ¿Este año se continuarán subiendo las tarifas?

R.: La elasticidad de precio tiene un límite. En algunos casos se han subido tarifas este año, pero no será sostenible en el tiempo, con toda seguridad.