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Las farmacéuticas contra el Covid-19: los laboratorios aceleran para hallar el ‘santo grial’

Johnson&Johnson confía en poder suministrar más de mil millones de dosis de su vacuna a escala mundial. Por su parte, Sanofi trabaja conjuntamente con GSK dar con la cura en 2021.

A. Escobar

25 may 2020 - 04:57

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La carrera por la vacuna contra el Covid-19 ha empezado y los grandes laboratorios trabajan de forma acelerada para dar con la tecla del antídoto vírico cuanto antes. Los gigantes mundiales del farma, Johnson&Johnson (J&J), Pfizer, Roche y Sanofi, han estrechado colaboraciones con distintos organismos y otras empresas para buscar la cura a esta pandemia.

 

El gigante estadounidense J&J fue de las primeras compañía en anunciar que había tomado medidas para erradicar el virus. La multinacional anunció hace unos meses un posible candidato a la vacuna contra el Covid-19. Esta ha alcanzado un acuerdo de colaboración con la Autoridad para la Investigación y el Desarrollo Biomédico Avanzado (Barda) de Estados Unidos e incrementará su capacidad de producción para poder suministrar más de mil millones de dosis de la vacuna a escala mundial. 

 

La compañía prevé iniciar los estudios clínicos en seres humanos con la vacuna para prevenir el Covid-19 en septiembre de 2020 como muy tarde y espera que los primeros lotes de la vacuna estén disponibles para su uso en situaciones de emergencia a principios de 2021. De hecho, en la presentación de los resultados económicos del primer trimestre de 2020, J&J, a través de Alex Gorsky, su consejero delegado, afirmaba que “la compañía está bien posicionada a través de nuestra combinación de experiencia científica, escala operativa y fortaleza financiera para reunir nuestros recursos en colaboración con otros para acelerar la lucha contra esta pandemia”.

 

 

 

 

Otra de las compañías que trabaja a marchas forzadas para acabar con el Covid-19 es la estadounidense Pfizer. La compañía ha sellado un acuerdo con BioNtech para lanzar al mercado la vacuna BNT162, basada en los últimos avances de BioNTech, para prevenir la infección del coronavirus.

 

La empresa farmacéutica estadounidense y la alemana han anunciado en un documento su plan de trabajar juntos en el desarrollo y distribución de una posible vacuna del coronavirus, a excepción de China. Las compañías han ejecutado un pacto de transferencia de material y colaboración. De hecho, ambas empresas han confirmado ya que los primeros participantes han sido vacunados en Estados Unidos en el ensayo clínico de Fase 1/2 del programa vacunal BNT162. 

 

El estudio de Fase 1/2 está diseñado para determinar la seguridad, la inmunogenicidad y el nivel de dosis óptimo de cuatro candidatos vacunales de ARNm evaluadao en un único estudio continuo. La fase de escalado de dosis (etapa 1) del ensayo de Fase 1/2 en Estados Unidos incluye más de 350 individuos sanos en dos cohortes de edad (18-55 y 65-85 años).

 

Los primeros sujetos inmunizados en la etapa 1 del estudio son adultos sanos de 18 a 55 años. Los adultos mayores sólo serán inmunizados con un nivel de dosis dado de candidato vacunal, una vez que las pruebas de dicho candidato y el nivel de dosis en adultos más jóvenes hayan proporcionado una evidencia inicial de seguridad e inmunogenicidad.

 

Los centros que actualmente vacunan a participantes incluyen la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. El Centro Médico de la Universidad de Rochester/Salud Regional de Rochester y el Centro Médico Hospitalario Infantil de Cincinnati comenzarán próximamente el reclutamiento de participantes. Así se desprende de la información facilitada por Pfizer.

 

 

 

 

Por su parte, la gala Sanofi anunció en abril un acuerdo con GlaxoSmithKline (GSK) para desarrollar, ambas, una vacuna adyuvada. Se espera que la vacuna candidata inicie los ensayos clínicos en la segunda mitad del 2020 y, si todo va bien, esté disponible en la segunda mitad del 2021.

 

Sanofi contribuirá con su antígeno, la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2, que ha desarrollado basándose en la tecnología del ADN recombinante. Esta tecnología ha producido una secuencia genética exacta a la de las proteínas que se encuentran en la superficie del virus y la secuencia de ADN que codifica este antígeno se ha combinado con el ADN de baculovirus, la misma plataforma de expresión en la que se basa la vacuna recombinante de Sanofi frente a la gripe registrada en Estados Unidos.

 

GSK contribuirá con su tecnología de adyuvantes con experiencia en vacunas pandémicas. El uso de un adyuvante puede ser de particular importancia en una situación de pandemia, ya que puede reducir la cantidad de antígeno requerido por dosis, permitiendo que se produzcan más dosis de vacuna y, por lo tanto, contribuyendo a proteger a más personas.

 

Otro de los acuerdos en firme que tiene Sanofi es con Regeneron. Las dos empresas han comenzado a evaluar un tratamiento experimental en pacientes hospitalizados con Covid-19 graves. En concreto, se trata de un ensayo de fase 2/3 que evalúa Kevzara (sarilumab). Este medicamento inhibe la interleucina-6 (IL-6), que puede desempeñar un papel en la conducción de la respuesta inflamatoria hiperactiva en los pulmones de pacientes que están graves con Covid-19.

 

 

 

Por su parte, Roche ha anunciado en Alemania, en su planta de Penzberg, un nuevo test capaz de detectar “con una extraordinariamente elevada sensibilidad y especificidad” –destaca el grupo– la presencia de anticuerpos en personas que puedan haber resultado contagiadas con el nuevo coronavirus.

 

Además, la farmacéutica teutona tiene en marcha un ensayo clínico internacional con pacientes con neumonía grave derivada del coronavirus. El ensayo en cuestión engloba a más de 300 pacientes de Estados Unidos, Canadá y Europa y se espera que proporcione los primeros resultados a principios de verano.

 

El objetivo del estudio es evaluar la seguridad y la eficacia del fármaco tocilizumab en pacientes adultos. En concreto, se analiza si su suministro intravenoso junto al tratamiento estándar ofrece resultados positivos, pues la neumonía es una de las complicaciones más graves que está provocando el Covid-19.