Entorno

Aseguradoras y clínicas recrudecen la guerra por la sanidad privada

El acuerdo a través del cual Generali y Sanitas acordaron compartir sus servicios ha sido el último capítulo de una guerra que ya se antoja interminable y, a través de la cual, la sanidad privada denuncia “un deterioro de los servicios y una saturación del sistema”.

M. Tamayo / A. Martínez

2 jun 2023 - 04:58

Aseguradoras y clínicas recrudecen la guerra por la sanidad privada.

 

La sanidad privada, en pie de guerra. El acuerdo a través del cual Generali y Sanitas acordaron compartir sus servicios ha despertado tambores de guerra en la sanidad privada española, que aqueja un deterioro de los servicios y una saturación del sistema ante la estrategia low cost emprendida por las compañías aseguradoras en su entrega por ganar cuota de mercado.

 

Cuando las dos compañías pactaron que la gestión de los servicios asistenciales de Generali pasará a estar gestionada por Sanitas, brasas de un fuego dormido se convirtieron en llamaradas, y la discordia no tardó en propagarse por las altas cámaras del sector salud.

 

El acuerdo supone que las pólizas previamente acordadas entre Generali y cada uno de los centros centro sanitarios privados ya no tienen validez, y los contratos suscritos quedarían resueltos de forma unilateral.

 

 

 

 

La primera institución en alzar la voz fue la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), que ha anunciado que llevará el acuerdo a los tribunales por vulnerar la Ley de Competencia Desleal y la Ley de Defensa de la Competencia. La declaración fue sucedida por el Consejo de Médicos de Cataluña y Madrid, que se sumaron a la amenaza denunciado “la precarización” que sufren los profesionales del sector debido a la “proliferación de las pólizas, a menudo indignas”.

 

Dos semanas después del estallido del proceso, desde Aspe resaltan a PlantaDoce la gravedad de dicho acuerdo, asegurando que “no sólo afecta en la gestión de los centros sanitarios, sino que también existen consecuencias a los más de 150.000 pacientes de Generali, que ahora entrarán en un caos de facturas acumuladas y cambios de cuadro”.

 

Desde Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) explican “que el éxito de los seguros médicos se debe a que se comercializan a precios competitivos y accesibles, la oferta disponible es amplia y plantea características diferenciales”.

 

 

 

 

A su vez, destacan que el incremento de dichas pólizas se debe a que se ha incorporado como concepto retributivo a los trabajadores y señalan que, lejos de suponer un escollo para la sanidad privada, “alivian la carga de trabajo que tienen los centros públicos”.

 

La denuncia de Aspe del pacto entre Generalli y Sanitas es el último eslabón de una guerra interminable y que ya se libra en los despachos de la Comisión Nacional Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc). En concreto, Competencia ha abierto una consulta para analizar la concentración en la oferta de seguros, la integración y la relación entre aseguradoras y prestadores de servicios sanitarios.

 

En medio de la guerra, las aseguradoras celebran el aumento de pólizas tras el Covid-19. En 2022, el número de asegurados en España ascendió a doce millones de personas, lo que supone un incremento del 21,2% en los últimos cinco años e indica que uno de cada cuatro españoles ya dispone de ellos.

 

Pese a que Aspe denuncia el empeoramiento de las condiciones de los sanitarios tras la explosión de los seguros, especialmente los low cost, aseguran que, de momento, “la atención a los pacientes no se ha visto afectada”.

 

El incremento de los asegurados está provocando que las clínicas privadas cada vez cuenten con menos personas accediendo a sus servicios sin un acuerdo con un seguro, lo que reduce sus márgenes y satura al sistema privado.

 

 

 

 

A su vez, los médicos también han alzado la voz contra los seguros médicos. Según alerta el Colegio de Médicos de Barcelona, dos de cada tres facultativos no se sienten bien tratados por estas compañías. “En medio de una batalla de precios que pone en juego la calidad asistencial, las tarifas a los profesionales llevan treinta años sin actualizarse y la apuesta por la innovación es baja”, aseguraba el presidente de la entidad, Jaume Padrós, quien aseguró que “por quince euros mensuales no se puede dar un servicio de calidad”. Precisamente, la guerra de los precios ha alzado el negocio de los seguros low cost.

 

El mercado, muy concentrado, está encabezado por SegurCaixa Adeslas, que ya copa más del 30% del total de asegurados, con más de tres millones de primas. Le sigue Sanitas, a una distancia prudencial, con una cuota de mercado del 15,4% y 1,6 millones de primas.

 

El crecimiento de este negocio no entiende fronteras autonómicas. A pesar de los diferentes sanitarios que pueblan España (uno por comunidad), el número de asegurados creció en 2022 en todas las provincias, excepto Almería y Ourense. La Comunidad de Madrid, Cataluña y Baleares fueron la avanzadilla de la ola expansiva, y la población con un seguro médico privado alcanzó cuotas superiores al 30% de la población.