Entorno

De la transición climática desordenada a la ruptura social: las amenazas mundiales en 2022

World Economic Forum ha señalado los puntos ciegos de la economía mundial para este año, en el que además de arrastrar retos ya conocidos, como el cambio climático o la pandemia, aterrizan nuevas amenazas como la carrera espacial o los ciberataques.

M. Tamayo

12 ene 2022 - 04:56

De la transición climática desordenada a la ruptura social: las amenazas mundiales en 2022

 

En 2020, el Covid-19 hizo temblar el tablero de la economía mundial cogiendo a todos desprevenidos, aunque no por falta de avisos: el World Economic Forum (WEF) ya adelantó en su informe de 2019 que una pandemia era uno de los riesgos que debía prepararse la sociedad. Ahora, en su informe de 2022, indica las amenazas que condicionarán los próximos diez años, desde viejos conocidos como el cambio climático o las tensiones sociales a la entrada a nuevos mundos como el metaverso o el espacio exterior.

 

Aunque las amenazas que ocupan los primeros puestos como principales preocupaciones de los analistas están a ras de suelo. Las desigualdades y la ruptura social originada por la pandemia y la inacción en la crisis climática que puede llevar a un fracaso global son los que tienen más puntos de poner en riesgo a la humanidad.

 

A pesar de que las principales amenazas a escala global los próximos diez años vendrán originadas por el cambio climático, la organización señala que el Covid-19 sigue suponiendo un gran riesgo. Además, la pandemia ha socavado la lucha contra el calentamiento global y ha agudizado otras problemáticas como la desigualdad y la fractura social, tres factores que serán los principales motores de las amenazas globales de los próximos diez años.

 

 

 

 

El WEF, que ha tenido que posponer su reunión anual en Davos debido al avance de la variante ómicron, asegura que un 61,2% de las fuentes consultadas se manifiestan “preocupados” ante la perspectiva mundial, mientras que un 23% asegura estar “muy preocupado”. En el otro extremo, un 12,1% de los analistas se muestra “positivo”, y sólo un 3,7% asegura ser “optimista” frente al futuro mundial.

 

Una transición climática desordenada: migraciones, deuda y tiempo extremo

El mundo se encuentra ante un riesgo real de fracasar ante la acción climática. Esta es la primera reocupación del WEF para los próximos diez años junto a los fenómenos climáticos extremos y la perdida de biodiversidad, que ocupan los tres primeros puestos de la lista.

 

Aunque la organización celebra que la Conferencia de Partidos de las Naciones Unidas (COP26) consiguiera reunir a 197 países a través del pacto por el clima de Glasgow, señala que incluso cumpliendo los últimos acuerdos el planeta aumentará su temperatura en dos grados centígrados, por lo que abandona el objetivo de limitar el incremento a 1,5 grados tomado en París en 2016 y aumenta el riesgo de una transición climática desordenada.

 

Otros de los principales diez riesgos que afronta el planeta son los daños en el ecosistema humano y la crisis de recursos naturales. Todos estos riesgos, que se presentan como amenazas medioambientales, se transformarán en amenazas sociales como el aumento de las migraciones involuntarias, el fallo de los servicios sociales o un aumento de la tensión geopolítica en medio de una lucha por las materias primas.

 

Además, también aumentará el riesgo del único factor económico que se cuela entre las diez mayores preocupaciones de la humanidad: la deuda pública. Otro de los efectos de la crisis climática será las diferencias entre sectores y países y una crisis energética.

 

 

 

 

La organización asegura que, sin una acción global más fuerte, la capacidad global para hacer frente a esta amenaza disminuirá y el mundo se convertirá en un lugar menos habitable. Si no se alcanza la neutralidad climática para 2050, WEF asegura que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial disminuirá entre un 4% y un 18% con diferentes impactos en las distintas regiones.

 

Por el momento, se han comprometido 130 billones de dólares para alcanzar la neutralidad climática.“La transición climática (…) puede ser tan transformadora para la economía y la sociedad como fue la revolución industrial”, aseguran desde WEF. “Sin embargo, la complejidad tecnológica, económica y social de los cambios que deben realizarse colisionan con la lenta e insuficiente impacto de las medidas actuales”, añade la organización. Por ello, WEF asegura que la transición debe hacerse lo más rápido posible y desde un enfoque social que no deje a nadie atrás y caliente las tensiones sociales.

 

 

La pandemia incrementa la tensión social

Antes de que acabe, la crisis del Covid-19 ya deja ver alguna de las cicatrices que generará en la humanidad. La erosión de la cohesión social, la crisis de sustento o el deterioro de la salud mental son algunas de las consecuencias que tendrá la pandemia y que figuran entre los riesgos más relevantes que afronta el mundo en 2022.

 

Una de las manifestaciones del endurecimiento de las condiciones de vida que está llevando la pandemia es el de las migraciones forzosas. Para ello, WEF asegura que se requiere una mayor cooperación internacional para gestionar el flujo de migrantes que genere canales de migración más eficientes y ordenados.

 

La organización urge a encontrar una forma ordenada de gestión y señala que en 2050 habrá hasta 200 millones de refugiados climáticos y, citando al Banco Mundial, asegura que la migración puede ser “la manera más efectiva de reducir la pobreza y compartir la prosperidad”.

 

 

 

 

Riesgos más allá del suelo: la carrera espacial y el metaverso

El WEF ha colocado entra las amenazas que hay que tener bajo el visor, como fue la pandemia mundial en 2019, la dependencia digital y su vulnerabilidad y la carrera espacial. El creciente interés de países y compañías privadas por el espacio exterior puede llevar a aumentar las tensiones globales y militarizar el espacio.

 

Con un número récord de lanzamientos el pasado año, el espacio está cada vez más concurrido y cada vez sale más barato lanzar objetos para que orbiten la Tierra. Muchas compañías están utilizando herramientas que van más allá de la superficie terrestre para acumular datos sobre la generación de energía, la fabricación, la minería o el turismo. El aumento de tráfico en el espacio conlleva un riesgo de congestión y un aumento de la basura espacial, y con ello el riesgo de colisión.

 

Por su parte, la organización señala que durante los últimos veinte años la cantidad de compañías que se apoyan en la tecnología para funcionar se ha multiplicado drásticamente, algo que se ha incrementado todavía más y el teletrabajo. Para el futuro, WEF señala que la sociedad entrará en otro grado de conectividad construida a través del blockchain y una de sus manifestaciones más disruptivas será el metaverso.

 

A una mayor exposición, las vulnerabilidades en el plano digital se incrementarán. Con ello, la organización apunta que deben construir normal y definir reglas de comportamiento que deben acatar todas las partes interesadas en el ciberespacio. “Las iniciativas deben centrarse en las tecnologías emergentes como blockchain y la inteligencia cuántica y artificial, así como los mundos de intercambio digital como el metaverso.